La Ronda Central hará desaparecer los puentes Nuevo y de Vallecas

La aprobación del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y el Ministerio para la construcción de la Ronda Central, fue uno de los últimos acuerdos de la Junta de Gobierno municipal, dos días antes de las elecciones. Aunque el mismo equipo se mantendrá en funciones hasta que tome posesión la nueva corporación, el trámite para esta obra sigue su curso y los trabajos en el tramo primero de esta nueva vía de circunvalación se pondrán en marcha el próximo mes de junio con el objetivo de que, si no aparecen incidencias de relevancia, esté terminado para final de año.

El proyecto de ejecución de este tramo de esa nueva ronda lleva un añadido para adecuar lo que se conoce como Ronda Sur, que discurre entre el barrio de San Fernando y la rotonda con la autovía de Águilas. Este tramo ya dispone de dos carriles en cada sentido, por lo que se trata de realizar una mejora sustancial en el pavimento, que coincida en el tiempo con la entrada en servicio de la futura Ronda Central, con al que enlazará en el Puente Nuevo.

Toda esta actuación, y de manera especial la que corresponde al primer tramo de la Ronda Central, está financiada con el Programa Operativo Regional de Murcia 2007-3013, de los Fondos Feder y el propio Ayuntamiento. La inversión asciende a casi siete millones de euros y de la realización de las obras se encargará la empresa pública Tragsa, la misma que está construyendo el nuevo recinto ferial de Santa Quiteria. El proyecto de la Ronda Central tiene unas características singulares porque la nueva vía de circunvalación irá por lo que ahora es el cauce de la rambla de Tiata que desaparecerá, por lo menos entre los Sangradores junto al río Guadalentín y el Puente Nuevo. En el tramo concreto que se quiere hacer en esta fase, esa anulación de la rambla se hará entre el Puente de Vallecas y el citado Puente Nuevo, en la antigua carretera de Águilas.

El cauce de la rambla se rellenará hasta alcanzar el mismo nivel que las dos vías actuales paralelas al mismo, el Quijero de Tiata y la avenida de Para Vico. En esa zona rellenada es por donde irá la ronda, con una calzada de dos carriles en cada sentido separados por una mediana de un metro, y arcenes de medio metro. Eso supone eliminar la red de servicios que ahora discurren por esa rambla y suprimir su función que es canalizar aguas de avenidas del Guadalentín para el riego de zonas de huerta.

En la práctica ese sistema de aguas turbias casi no se emplea por el proceso de modernización de los cultivos, con sistemas de riego a presión. De acuerdo con la Comunidad de Regantes, se mantendrá la posibilidad de recurrir a esas aguas con la instalación de una tubería de hormigón armado de dos metros de diámetro. Las otras infraestructuras que van por la rambla se trasladarán al Quijero, camino que en el futuro quedará solo de servicio para las viviendas de la zona. Habrá dos tuberías de fundición de 600 milímetros de diámetro para abastecimiento de agua potable; otra de 1.600 milímetros de diámetro para riego a presión y una cuarta destinada a colector de saneamiento.

En los extremos de este tramo están los puentes de Vallecas y Nuevo que desaparecen, sustituidos por sendas glorietas, a través de las cuales se canalizará el tráfico, no solo el propio de la Ronda, sino también el de las otras vías que allí confluyen. En el Puente de Vallecas conectan el Camino de los Chaparros y la calle Tomás de Aquino Arderius, la actual avenida de Para Vico y la alameda de Rafael Méndez. Esta prevista la ampliación de la glorieta del Puente Nuevo, en la que confluirán Ronda Central, Ronda Sur, alameda de Cervantes, y la antigua carretera de Águilas.