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LA VERDAD
Viernes, 22 de mayo 2015, 01:15
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La vieja ciudad esconde rincones por descubrir que pasan muchas veces desapercibidos incluso para los lorquinos que transitan sus por sus callejuelas cada día. La calle Lope Gisbert es uno de los recorridos habituales de los turistas que se quedan impresionados por la portada del Palacio de Guevara. Sin embargo, pocos van más allá de él para descubrir el huerto que surtía de frutas y hortalizas a la familia de la también llamada 'Casa de las Columnas'. De aquel viejo huerto solo quedan naranjos y limoneros. Y una gran jacaranda que aparece vestida de azul.
Oficina de Turismo
Centro de Visitantes de la Merced.
Calle Puerta de San Ginés. Horario Sábados, de 10 a 14 horas y de 16.30 a 18.30 horas, y domingos (solo por la mañana). Teléfono 968 47 90 03. Página web
Aparcamientos
San Vicente.
Glorieta de San Vicente. Teléfono 968 44 10 33. Precio una hora, 1,20 euros. Disponen de un servicio gratuito de bicicletas para recorrer la ciudad.
Colón.
Plaza de Colón. Teléfono 968 44 28 09. Precio una hora 1,50 euros. Día completo, 18 euros.
Lorca Plaza.
Calle General Eytier. Teléfono 968 47 11 74. Precio una hora, 1,55 euros. Día completo, 16,10 euros.
Dormir
Hotel Jardines de Lorca.
Cuatro estrellas. Alameda de Rafael Méndez. Habitación doble con desayuno (dos personas), 70 euros (IVA incluido). Más información 'www.hotelesdemurcia.com'. Cuenta con spa con tratamientos de belleza y circuito.
Comer
Zamburiña
a la plancha, 1 euro; cola de gambón rebozado, 1,50 euros; montaditos de letones, 2 euros; calamares, 8 euros; surtido de 'cojonudos', 8 euros; y verduras en tempura, 8 euros. Cerveza y tapa, 2 euros. Bar La Bodeguita. Calle Montero, 2. Horario Sábado (de 10 a 16 horas y de 20 a 24 horas) y domingo (solo hasta el mediodía).
Comprar
Artesanía
, jarapas, barro, madera, cristal, belenes... en el Centro Regional de Artesanía. Calle Lope Gisbert, junto al Palacio de Guevara. Milhojas, chochos y picardías, Pastelería Blanco y Azul y Zenón, ambas en la calle Lope Gisbert. Moda, zapatos, novia, fiesta, hombre, niño, bebé, joyería y complementos, en el Área Comercial Corredera. Calle Corredera y adyacentes.
Desde la cercana calle de Musso Valiente se pueden contemplar las mejores perspectivas de la fachada del Palacio de Guevara que da al huerto. Completa el conjunto la cúpula de la iglesia de San Mateo que al caer la tarde muestra sus vidrieras iluminadas. Muy cerca está la plaza de los Condes de San Julián. Está casi escondida y para adentrarnos en ella podemos hacerlo a través de los pasajes de la calle Murillo y Presbítero Emilio García o por una escalinata desde la plaza de Calderón de la Barca. Este lugar se ha convertido en poco tiempo en uno de los más deseados por los lorquinos y turistas. Las vistas son espectaculares a cualquier hora del día, aunque las mejores son las que se pueden contemplar a primera hora o al caer la tarde.
Es entonces, cuando los tejados de San Mateo aparecen iluminados y se puede incluso ver su cúpula reflejada en los pequeños canales de agua, que también sirven para refrescar el ambiente. Aquí los naranjos en flor también se dejan sentir, así como el sonido que producen las fuentes al dejar caer el agua.
Y adentrándonos más en el recinto histórico podemos encontrar rincones únicos en los que el sonido de la música está muy presente. En la calle Cava está la plaza de Simón Mellado, que da acceso al Conservatorio de Música Narciso Yepes. En este lugar, presidido por una escultura del genial guitarrista lorquino, se puede escuchar la música que llega desde las ventanas abiertas del antiguo convento de La Purísima. Piano, guitarra, violín... dejan sentir sus notas mientras el visitante puede disfrutar de un descanso en sus bancos de piedra.
Al otro lado del conservatorio otra plaza muy similar permite lo propio, con el añadido de contar con una pequeña fuente que parece sumar su ritmo al que marcan los instrumentos del conservatorio. Recorrer la calle Zapatería es hacerlo entre decenas de geranios y gitanillas que se dejan ver entre las rejas de ventanas y balcones. Galanes de noche, jazmines, romeros, tomillos y lavandas, aportan su aroma en las primeras horas del día y al caer la noche. Gritos de chiquillos alertan al visitante de que muy cerca está el colegio Madre de Dios de las Mercedarias que ocupa el viejo convento que fue recuperado hace años y que tras los daños del terremoto ha vuelto a resurgir.
La calle Zapatería se une con la Cava a través del Porche de San Antonio, la única puerta que queda de la vieja ciudad. Frente a ella, ventanas cuajadas de flores. Y una magnífica vista del Puente Viejo del Barrio y de San Cristóbal. A lo largo de todo el recorrido las campanas de San Mateo, San Francisco, el Carmen y Santiago, se dejan sentir, a las que muy pronto se sumarán las de la torre campanario de la Colegiata de San Patricio. El frescor se puede encontrar en las alamedas, un gran jardín, pulmón de la ciudad, que data del siglo XVII. Árboles históricos, fuentes, un parque infantil... y varios merenderos que permiten hacer un recorrido por la mejor gastronomía lorquina, completan el conjunto. Y más allá de las alamedas el conocido Puente de La Torta, una muestra de ingeniería de hormigón armado. Uno de los primeros que se construyeron en el país.
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