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A. S. / P. W. R.
Martes, 5 de mayo 2015, 02:03
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Los obreros de 'Los Trincheras' retiraban ayer a mediodía los últimos restos de la gran roca que cayó hace poco más de una semana en el patio de una vivienda del barrio de San Cristóbal. La piedra ha tenido que ser partida a trozos para posibilitar la retirada, ya que era imposible llevar hasta el lugar maquinaria pesada que agilizase las tareas.
Pero además, el martillo hidráulico que se ha utilizado era de unas características especiales para evitar las vibraciones en lo posible y así no dañar el cabezo que presenta material inestable. Los obreros aseguraban que aunque en un principio se pensaba que la piedra podía pesar de tres a cinco toneladas, el pesaje del material retirado ha arrojado un resultado de unos 15.000 kilos de piedras. «Y aún nos queda el último contenedor que estamos terminando de llenar», contaban en declaraciones a 'La Verdad'. La retirada de la gran piedra dejó al descubierto otra de menores dimensiones que podría haber provocado que ésta no hubiese continuado su camino en dirección a la vivienda. «Parece que sirvió un poco de parapeto para frenar su camino», explicó el concejal de Urbanismo, Francisco García, quien señaló que ya se trabaja en el proyecto de consolidación de todo el macizo rocoso para evitar nuevos desprendimientos. «Técnicos especialistas en la materia se están encargando no solo del asesoramiento de cómo retirar todo el material que se desprendió, sino también de las actuaciones que se habrán de acometer para consolidar toda la zona y garantizar la seguridad». Los trabajos se ejecutarán «por la vía de urgencia», para propiciar que puedan iniciarse lo antes posible, según afirmó el alcalde, Francisco Jódar, quien insistió -como el edil de Urbanismo- en que «serán especialistas los que nos marquen las actuaciones a llevar a cabo».
La normalidad ha vuelto a las familias de las viviendas que rodean el entorno del Cabezo Calvario Viejo, aunque aseguran que desde aquella noche no pueden evitar mirar hacia lo más alto. Los desprendimientos han sido retirados y se saneará en lo posible toda la zona. «Estamos en contacto permanente con las familias afectadas. Se está ultimando la reclamación por la que solicitarán al Ayuntamiento una indemnización en concepto de daños. Será el seguro de responsabilidad del Consistorio el que hará frente a todos los daños que la piedra causó al caer en sus viviendas», detalló García. El desescombro se ha realizado a mano y con ayuda de una carretilla que tenía que sortear un gran tramo de escaleras hasta llegar al contenedor donde se han arrojado los restos.
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