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Reconstrucción en el barrio de La Viña.
En la recta final

En la recta final

El 95 por ciento de las viviendas que fueron demolidas tras los terremotos están reedificadas o en reconstrucción

A. S. / P. W. R.

Domingo, 19 de abril 2015, 01:11

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Las cifras no cuadran. Efectivamente, si 1.152 viviendas fueron demolidas como consecuencia de los daños producidos por los terremotos de mayo de 2011 y 1.200 han sido reconstruidas (400 están reedificadas y 800 están en proceso), hay un desfase de en torno a medio centenar. Pero este último dato podría crecer aún más en los próximos meses, ya que todavía hay 32 inmuebles del recinto histórico de la ciudad que aguardan a que sus propietarios tomen la decisión de levantarlos.

  • viviendas habitadas fueron demolidas como consecuencia de los terremotos de mayo de 2011.

  • viviendas han sido reconstruidas, 400 están concluidas y 800 están en proceso de reedificación.

  • inmuebles del recinto histórico de la ciudad que fueron vaciados tras los seísmos están sin reconstruir.

  • viviendas han sido reparadas por diversos daños como consecuencia de los terremotos de 2011.

El desfase se debe a que muchos de los inmuebles que han sido reedificados han sido recrecidos. Esto es, se les ha añadido alguna planta más o han incorporado en la nueva construcción áticos en las zonas que antes ocupaban terrazas o tejados. De esta forma, los vecinos han podido hacer frente a los gastos que conllevan la construcción de sótanos para garajes y trasteros y a la incorporación a sus nuevos edificios de ascensores y otros equipamientos de última tecnología de los que carecían hasta el momento.

El Consistorio cifra la reconstrucción en un 95 por ciento cuando está a punto de cumplirse el cuarto aniversario de los terremotos. Esta misma semana se han iniciado las obras de un edificio en la avenida de Santa Clara que fue derribado por los daños ocasionados por los seísmos. Se trata del primer inmueble en el que se ha tenido que aplicar la expropiación forzosa para garantizar que fuera levantado de nuevo.

Parece que no será el único, ya que en otros inmuebles se llevan a cabo los trámites oportunos para hacer lo propio ante la incapacidad para poder reconstruir por la negativa de uno o varios propietarios. Esta situación tendría paralizada la reconstrucción de varios edificios, aunque desde el Consistorio se apunta a que en breve podría solucionarse el conflicto de forma similar a la que se ha utilizado en el caso del inmueble de Santa Clara. Estos últimos meses se vive un «impulso en la reconstrucción». Se han iniciado obras en un importante número de inmuebles y en breve comenzarán varios edificios de gran envergadura.

Entre los terminados están el Vives con ocho viviendas; El Perla, 5; Princesa, 79; Viña 3, 16; Santa María, 11; Alcázar, 40; Nuevos Aprendices, 6; Cristo Rey, 8; Viña 2, 16; UME, 16; Callejón de Olcina, 7, 9; Casa Cuartel de la Guardia Civil, 30, Pablo Iglesias, 33; La Vendimia, 9; calle Rincón Robles Vives, 12, 2; Ramblilla de Tejares, 34, 2; y Horno, 91, 2. Suman casi trescientas viviendas, a esa cifra hay que añadir casi un centenar más de construcciones de carácter unifamiliar que se han reedificado en el recinto histórico, centro, barrios periféricos y pedanías como Cazalla, Río, Parrilla, Pulgara, Tercia, Campillo y Consejero.

En los próximos meses está previsto que concluyan las obras de unas 800 viviendas que están en fase de reconstrucción. El groso de ellas están en la recta final, aunque muchas otras acaban de poner la primera piedra de las obras. Varios 'gigantes' que aportarán decenas de viviendas están emplazados en el barrio de La Viña, la 'Zona cero' del terremoto. Aunque también en el centro hay construcciones de gran envergadura. Entre ellos, está el edificio San Mateo que está en fase avanzada.

La 'asignatura pendiente' -como reconocen desde el Consistorio- sigue siendo el recinto histórico de la ciudad. Las casas solariega continúan 'huecas' a la espera de que sus propietarios decidan volver a levantarlas. El aspecto no puede ser más desolador. Sus fachadas aparecen sostenidas por todo un entramado de hierros para evitar que caigan al vacío. Se han articulado ayudas para financiar parte de la reconstrucción, aunque sus dueños aducen que son insuficientes. El último empujón podría ser la aprobación del Pepri con medidas menos restrictivas.

Mientras, los turistas se pasean por el recinto histórico y contemplan no solo palacios, escudos heráldicos, duendes y burlones, sino también las 'huellas' del terremoto. Casi cuatro años después de los seísmos decenas de solares aparecen vacíos a la espera de que se inicie la reconstrucción. Aunque hay algunas viviendas que están a punto de concluir su rehabilitación, como es el caso de la Casa del Coronel Poutous en la esquina de la Plaza de España con la calle Santiago.

En breve algunas otras podrían seguir sus pasos, ya que sus propietarios han iniciado los procedimientos oportunos para recibir ayudas para comenzar la rehabilitación de esos inmuebles. Se sitúan en la calle Corredera, Álamo y Selgas y las pretensiones son no solo reconstruirlas, sino adecuarlas para que cuenten con garajes, locales comerciales y pisos adaptados a las necesidades actuales.

Pero el terremoto también causó daños en miles de inmuebles que precisaron de distintas obras para acondicionarlos antes de que sus inquilinos pudieran volver a habitarlos. Unas 19.000 viviendas han precisado obras desde los terremotos. Van desde arreglos de pequeñas grietas en paredes y techumbre, hasta reconstrucción de tabiques, escaleras... El groso de ellas se llevaron a cabo en los primeros meses tras los seísmos. Para ello, se colocaron repartidos por toda la ciudad cientos de contenedores de obras para que los lorquinos echaran los escombros que generaban esas obras. Aún hoy hay muchos ciudadanos que están realizando obras en sus hogares después de haber conseguido llegar a un acuerdo con el Consorcio de Compensación de Seguros.

A la reconstrucción también se ha sumado en los últimos meses el inicio de obras que no tienen nada que ver con los terremotos. Son edificios que estaban previstos pero que se han retrasado por todo lo que ocurrió.

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