El rector Luján emplaza a la UMU a ser «un ejemplo de rigor ante la sociedad»

En un discurso hilvanado en torno a los conceptos «gratitud, responsabilidad y confianza», el ganador de las elecciones por el Rectorado celebradas el pasado marzo insistió en que «tenemos la obligación de justificar y explicar nuestras decisiones». La universidad pública «ha de ser ejemplo ante la sociedad de rigor y probidad. Como institución hemos de ser abiertos, transparentes y socialmente responsables. Pedimos confianza, pero no un cheque en blanco. La confianza recibida nos obliga con los ciudadanos a rendir cuentas», se comprometió Luján, quien tuvo un cariñoso recuerdo para quien fuera vicerrector con el ya exrector Orihuela, Bernardo Cascales, fallecido recientemente, y que fue recibido con un rotundo aplauso de los asistentes, entre quienes se encontraban, entre otras autoridades civiles y militares, los secretarios generales de los cuatro partidos con representación; el presidente del TSJ, Miguel Pasqual del Riquelme; el fiscal Superior, José Luis Díaz Manzanera; la presidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver; el delegado del Gobierno, Francisco Bernabé; el alcalde de la ciudad, José Ballesta; el exregidor Miguel Ángel Cámara y una amplia representación de los exrectores de la historia reciente de la Universidad de Murcia.

Emocionado por momentos por los aplausos y felicitaciones, Luján, quien prometió su cargo con los vicerrectores y miembros del equipo que gobernará con él la UMU los próximos cuatro años, alertó sobre los retos que plantea la sociedad del conocimiento y la posverdad. «También la Universidad tiene una enorme responsabilidad de la que no puede hacer dejación: debe liderar la lucha contra todo tipo de manipulación en la transmisión del saber. La principal sede institucional del conocimiento tiene que convertirse en la primera herramienta de la ciudadanía frente a los abusos y mentiras que inundan las redes».

Echando mano de la hipérbole, el nuevo rector de la Universidad de Murcia agradeció la valentía de su equipo al unirse a su proyecto rememorando el inspirador anuncio con el que el explorador Ernest Shackleton convocó voluntarios en 1914: «Buscaba personas 'para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. Dudoso retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito'. Esta mañana, en este acto, la comparación no me parece tan excesiva», confesó Luján, quien reafirmó también su apuesta por la calidad docente y la internacionalización de la institución. «La Universidad debe proporcionar a sus estudiantes una formación completa que les capacite profesionalmente. Y debe hacerlo muy bien. Decía George Steiner que 'la mala enseñanza es, casi literalmente, un asesinato'. Y para no acometer semejante, hemos de apostar por la mejora de la calidad docente mediante el impulso de la innovación educativa».

El 'caso Cifuentes' se coló en el acto de toma de posesión del nuevo rector, quien se refirió a la situación del máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid como un caso «aislado que lamentablemente ha hecho que se cuestione la probidad de las universidades en general, y de las universidades públicas en particular». Frente a ello, Luján consideró que la universidad pública debe «alzar la voz» y decir que en la UMU «se trabaja muy bien y hay controles. Un caso aislado no puede entenderse en ningún caso como una mala praxis en las universidades públicas. En la UMU y la UPCT no ocurre».

También el rector de la Politécnica, Alejandro Díaz, fue preguntado sobre la cuestión, y reclamó que «se sepa todo» cuanto antes y que, si alguien ha cometido un error, «asuma sus consecuencias para cortar el asunto de raíz y que no se extienda».