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Domingo, 29 de octubre 2017, 08:19
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Eva y Rafa llevan ya un tiempo tras la casa de sus sueños. «Empezamos a buscar hace unos dos años, pero no encontramos lo que queremos», recalcan con una sonrisa abierta. La joven pareja, que contrajo matrimonio el pasado abril, se acercó el viernes a la decimosegunda edición de la feria Reside con la esperanza de encontrar allí un 'nido de amor' a la altura de sus expectativas. Más de 4.000 viviendas, tanto de obra nueva como de segunda mano, buscan comprador en este escaparate, ubicado en el hotel NH Amistad de Murcia, que hoy continuará abierto.
Esta maestra cartagenera y este enólogo abaranero comparten actualmente sus vidas en un piso de alquiler en el barrio murciano de Santa María de Gracia. El enclave les encanta, relatan, pero la vivienda se les ha quedado pequeña y ahora buscan una casa céntrica y muy luminosa de tres dormitorios, dos garajes, dos baños y con terraza. «Nos da igual que sea de segunda mano porque queremos reformarla y ponerla a nuestro gusto», explican. La pareja no se ha puesto un tope a la hora de desembolsar. «Si encontramos una que nos guste nos da igual pagar 20.000 euros más o menos», remarca Rafa. «Estaremos hipotecados más o menos años».
Un tope máximo
Este matrimonio está firmemente convencido de su proyecto común de dar el paso y comprar una vivienda. «Creemos que es el momento», explican. «En los dos últimos años hemos notado que los precios han subido un poco y, si esperamos más, es posible que sea más caro». Pasean por los pasillos de esta feria, en la que se dan cita las 17 firmas más importantes de la actividad regional, en busca de una tentadora oferta.
También Luis y María, otra joven pareja, busca en la feria de la asociación de promotores inmobiliarios de la Región (Apirm) un futuro hogar. «Vivimos de alquiler y estamos mirando sin prisas, sin estrés para comprar una casa», relata el matrimonio, de 28 y 29 años. En su caso, el objetivo es encontrar una vivienda, no necesariamente nueva, que cumpla con sus expectativas en el centro de Murcia o de Molina de Segura y lo suficientemente cerca de la casa de alguna de sus familias. «No queremos en las urbanizaciones», sostienen rotundos.
Esta pareja sí ha fijado un límite de precio para la casa de sus sueños, unos 160.000 euros, y subraya que las ofertas de la feria resultan demasiado caras para sus bolsillos. Además, inciden, resulta fácil encontrar viviendas en los extrarradios de Murcia o de Molina pero no lo es tanto en el centro de las mismas. «Seguiremos buscando con tranquilidad».
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