«Las flores naturales en los entierros son una costumbre casi exclusiva de España»

-¿Por qué han decidido convocar este encuentro en Murcia?

-Porque nunca, en las dieciocho ediciones anteriores, lo habíamos celebrado. Todo fue por la insistencia de Natalia Planas, de la Funeraria de Jesús, que nos insistió y no podíamos negarnos.

-¿A quiénes está dirigido este simposio que convoca?

-A todas las compañías de decesos, abogados, proveedores y cualquiera que esté interesado en esta materia. También recibimos a grupos de Holanda e Italia.

-¿Cómo considera que evolucionan los velatorios y entierros?

-Lo cierto es que el entierro tradicional va a menos. Las cremaciones ya alcanzan, de media nacional, el 50% de todos los casos. Aunque solo en las grandes ciudades. En el resto de España se mantienen en torno a un 37%. Aquí se incluiría la Región.

-¿A qué achaca ese incremento?

-Se gana espacio y resulta más cómodo para las familias. Aunque la media no es superior, pues aún existen muchas zonas rurales donde no se estila la cremación.

-¿Y eso no afectará al negocio de los ataúdes, porque ya no sean necesarios?

-No crea. El ataúd se precisa igual para el velatorio. Aunque es posible que las nuevas tendencias sí le afecten a esa industria.

-¿Tiene éxito lo de convertir a los difuntos en joyas de diamante?

-Bueno. El carbono se produce con los huesos y el pelo. Con ello se realizan cosas muy concretas, tales como anillos o colgantes. La verdad es que, al principio, parecía que esa costumbre no prosperaría. Pero en los últimos tiempos también tiene su clientela. Comenzó solo una empresa y ya hay varias dedicadas a ese negocio. Ya no se mira con tanta indiferencia como antes.

-¿En qué considera que afectan las redes sociales y las nuevas tecnologías al sector?

-Su influencia es lógica, aunque considero que aún se mantiene más el boca a boca.

-¿Cree que también decaen los arreglos florales en los velatorios y entierros?

-¡En absoluto! Quizá sea España uno de los pocos lugares donde se mantiene intacta la predilección por las flores naturales. Eso no sucede en otras latitudes. He podido constatar este extremo en numerosas ferias del sector en Francia y otros países europeos. En esos foros internacionales es normal ver expositores con flores de plástico. Aquí aún resulta impensable.

-¿Cuál apuntaría que es el papel que desempeña la mujer en este sector en la actualidad?

-Pues mire, basta con ver a Natalia.

-Pues por eso se lo decía.

-(Risas). En la última década, las mujeres han ocupado los más altos puestos de responsabilidad en el sector. Y eso es algo que lo ha beneficiado enormemente. Además, lo considero normal, de lo que debemos alegrarnos.