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Fantasmas

Demasiado perro ·

¿Qué necesidad tenía una mujer como Cifuentes de meterse en ese berenjenal? ¿Qué necesidad tienes de que tu carrera política se vaya, literalmente, a la mierda por un máster falluto?

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Sábado, 7 de abril 2018, 00:11

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Ya hemos hablado de ello en otras ocasiones, pero es que no aprenden. Hay suicidios políticos en los que ves cómo un tipo destruye su carrera por algo que perfectamente podía haber evitado, pero que le colocó en el ojo del huracán y le llevó, en ocasiones, a cometer errores que no tenía por qué haber cometido. Lo de Cifuentes va a ser un caso paradigmático de esto que comentamos.

Fantasmas. Y es que son unos fantasmas que no se conforman con vivir mejor que un obispo, con no pagar en restaurantes, con darse viajazos a gañote o ser mimados por las grandes compañías a las que han de conceder magníficos contratos. En el fondo se saben unos incompetentes. Lo saben y lo sabemos. Ya he comentado aquí en varias ocasiones que en Francia no cabe en cabeza humana que un tío llegue lejos en política sin haber pasado por las Grandes Écoles. En el mundo anglosajón, si no te has labrado una buena reputación como gestor, abogado o profesional, no te comes un colín. Pero aquí, no. No se exige una formación mínima y te encuentras con que tíos que tienen como titulación una puta etiqueta de Anís del Mono, llegan a gestionar cientos de millones de euros. Y ellos mismos lo saben. De ahí su 'titulitis'.

Los amiguetes. Y como lo saben y son unos fantasmas, aprovechan su paso por el poder para adornarse, engordar y desarrollar su currículo. Si tú eres quien nombra a un rector o a un decano o al menos con tu apoyo puede conseguir el cargo, es obvio que si le pides un 'favorcillo' te lo terminará haciendo porque, además, suele ser de tu mismo partido. Tenemos varios ejemplos en nuestra clase política regional de individuos que, con dieciocho añitos, han pasado de la cantina de la facultad al coche oficial. A diestra y siniestra, ojo. Verán que digo cantina porque ninguno de estos viene de la investigación ni del mundo del curro. Lógicamente -les invito a que ojeen las titulaciones de nuestros distinguidos dirigentes- la mayoría de ellos, tras fracasar en la universidad pública, terminan obteniendo una titulación en universidades privadas de dudoso prestigio. Y luego, si surge, algún máster que otro.

Era innecesario. Y digo yo, ¿qué necesidad tenía una mujer como Cifuentes de meterse en ese berenjenal? Amiga, si ya eres presidenta de la Comunidad Autónoma que más factura de España, si tienes buena imagen, si suenas en tu partido como sucesora del líder nacional…. ¿qué necesidad tienes de que tu carrera política se vaya, literalmente, a la mierda por un máster falluto? Pues eso, que son unos fantasmas y les puede la foto, la machada, el quedar por encima. Cifuentes la ha cagado y el asunto, en contra de lo que digan los palmeros de siempre, es grave.

Delitos. Por lo pronto, el acta que presenta Cifuentes sobre su obtención del título parece llevar dos firmas falsas. Además, un alumno no puede tener dicha acta en su poder. Pero sigamos: se matriculó fuera de plazo. Más: los compañeros no la vieron ir a clase y es presencial. Más: el día de la 'lectura' de su tesina estaba en un acto público. Más: alguien cambió sus notas, es un hecho. Más: el tribunal nunca existió. Más: ella dice literalmente: «el trabajo se entregó en fecha…». Ojo, dice: «se entregó». Alguien que hubiera hecho el trabajo personalmente diría: «Entregué el trabajo a fecha tal…». El lenguaje es importante, amigos. Y además, no lo encuentra. Todo el mundo que hace un trabajo así lo guarda en su ordenador personal y hace copias de seguridad por si acaso. En suma, si anda como un pato, nada como un pato, tiene plumas de pato y dice 'cuá', es un pato. Y lo de Cifuentes es un pato. Hay más irregularidades, pero solo he citado unas cuantas. Y ahora, viene lo peor. Uno de los delitos que pueden llevar a un funcionario al desastre es falsedad en documento público, y aquí observamos que hay al menos varios trabajadores de dicha Universidad -la más beneficiada por la administración Cifuentes, qué casualidad- que han certificado al parecer cosas que no son ciertas. Esos delitos, de esos funcionarios, son los que van a hundir a Cifuentes. Así que lo mejor que podía hacer es irse ya. ¿Qué necesidad tenía de joderse la vida así? Ninguna. Pero así operan estos tíos, son fantasmas. «Paco, pásate el lunes por el despacho que te sacamos el doctorado», pero luego, eso trae consecuencias.

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