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Sábado, 21 de octubre 2017, 03:33
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El Gobierno regional ya tiene el diagnóstico -el Mar Menor se está aislando del Mediterráneo- y también la solución: es necesario aumentar la entrada de agua para regenerar la laguna. Así lo asegura en un comunicado difundido ayer que coincidió con la reunión en Los Alcázares del Comité Científico que asesora al Ejecutivo autónomo en la recuperación del humedal. «Todos los canales de intercambio de agua han visto reducido su calado y se están colapsando por la acumulación de sedimentos. Queremos evitar que el aislamiento del Mar Menor lleve a una situación de estancamiento de las aguas como se está produciendo», asegura el consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, quien apunta que «son los científicos quienes nos tienen que indicar lo más adecuado con las simulaciones que realicen con los datos disponibles».
Javier Celdrán se apoya en un estudio del Imida (organismo de investigación dependiente de la Consejería de Agua y Agricultura) que documenta la colmatación de la Encañizada de La Manga, «lo que está afectando negativamente a la recuperación del Mar Menor. Creemos que debe haber intercambio de agua para que se regenere», precisa el consejero.
Esta teoría choca sin embargo con los investigadores, que se han pronunciado repetidamente contra una mayor apertura de canales naturales y artificiales para no perjudicar las características singulares del ecosistema lagunar. El portavoz de este órgano asesor, el catedrático de la UMU Ángel Pérez Ruzafa, asegura a 'La Verdad' que «un dragado indiscriminado sería un desastre absoluto», y la profesora de la Universidad de Alicante Francisca Giménez Casalduero previene contra los daños que podrían producirse también en las praderas de posidonia del litoral mediterráneo si se aumenta el calado de las golas mediante dragados, por la salida de agua con nitratos.
Pese a estas advertencias, la Comunidad Autónoma ha solicitado al Comité de Asesoramiento Científico que «facilite de forma urgente una planificación de medidas y acciones que eviten que el Mar Menor se colapse por la falta de intercambio de agua con el Mediterráneo y que la laguna litoral quede aislada y sea un conjunto de agua estancada», insiste.
Por este motivo, el Comité Científico ha creado un grupo de trabajo sobre Intercambio Hidrodinámico-Mediterráneo que se reunirá por primera vez la semana próxima para evaluar las consecuencias de diferentes supuestos de dragado en los canales naturales y artificiales que conectan el Mar Menor con el Mediterráneo, básicamente la Encañizada (norte de La Manga) y las golas del Estacio y Marchamalo. El consejero insiste en que este nuevo grupo de trabajo «deberá proponer medidas sostenibles que permitan el intercambio de agua».
«Lo primero que vamos a comprobar es si realmente está aislado. Y si concluimos que no debe hacerse nada, no se hará», señala Ángel Pérez Ruzafa, que solo es partidario de pequeñas «actuaciones de mantenimiento» en las golas.
Al margen de este planteamiento general, el director general del Mar Menor, Antonio Luengo, informó a los investigadores sobre la intención de la Dirección General de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura de encargar una evaluación de impacto ambiental abreviada para recuperar un calado de cuarenta centímetros en la Encañizada.
También se puso ayer en marcha un grupo de trabajo sobre la gestión de las aguas en el entorno del Mar Menor para establecer cuántos caudales necesita la agricultura, de dónde se obtienen, cómo se caracterizan y de qué manera se tratan. De sus conclusiones depende el diseño definitivo del filtro verde que se instalará cerca de la desembocadura de la rambla del Albujón. Las dimensiones de este humedal artificial -que depurará aguas cargadas de nitratos gracias a la acción de diferentes especies de plantas acuáticas- se han reducido con respecto al proyecto original para adecuarlo a las necesidades actuales.
El Comité Científico tiene sobre la mesa una propuesta de experiencia piloto para recuperar las zonas de baño de Los Urrutias (Cartagena) y Villananitos (San Pedro del Pinatar), muy afectadas por la acumulación de fangos. La Comunidad Autónoma propone el empleo de maquinaria finlandesa que ya fue aplicada con éxito en la recuperación del espacio natural de La Albufera de Valencia. Esta maquinaria, desarrollada por la compañía WaterMaster, es una especie de 'araña acuática' para extraer lodos «que se caracteriza por su autonomía y mínimo impacto en el medio donde desarrolla sus trabajos. Además, no genera turbidez en el agua y destaca por su versatilidad para poder ejecutar diferentes trabajos en los fondos de zonas acuáticas con una injerencia mínima sobre el medio», asegura el consejero Celdrán.
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