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Sábado, 2 de septiembre 2017, 01:57
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El joven detenido por su presunta relación con la muerte de un vecino del barrio murciano de Espinardo ingresó ayer en prisión provisional, comunicada y sin fianza, según confirmaron fuentes policiales.
El sospechoso, de 22 años y de nacionalidad letona, declaró en la tarde de ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 del municipio valenciano de Carlet -provincia en la que fue detenido-, en funciones de guardia, acusado de un presunto delito de homicidio. Tras escucharlo, el magistrado adoptó esta medida. El caso queda ahora en manos de un juzgado de instrucción de Murcia que continuará con la investigación de la muerte.
El cadáver de este vecino de Espinardo fue descubierto en la tarde del martes, después de que los vecinos de un residencial de la Calle Antonio Rocamora alertasen de que goteaba desde el balcón de su vivienda un líquido que inicialmente se pensó que era sangre, pero que, en realidad, provenía de la descomposición del propio cadáver. El cuerpo no presentaba heridas de bala, ni de arma blanca, pero estaba envuelto en una sábana, por lo que la investigación policial resultó muy compleja. Está aún pendiente de diversas pruebas, entre ellas varios análisis encargados al Instituto Nacional de Toxicología, para aclarar las circunstancias del deceso.
El joven sospechoso, al que la víctima, en apariencia, había acogido en su vivienda, fue arrestado en la mañana del miércoles en un control policial en la localidad valenciana de Alzira, no por este asunto, sino porque le constaba una requisitoria por un delito de hurto dictada en Murcia.
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