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La lideresa implacable que perdió su 'rodillo'

La lideresa implacable que perdió su 'rodillo'

Pilar Barreiro se deja la mitad de los votos en su peor resultado electoral; la alcaldesa inflexible tendrá que aprender a negociar

G. MÁRMOL

Lunes, 25 de mayo 2015, 03:05

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Pilar Barreiro (Lugo, 1955) bebió anoche su trago más amargo en el cuarto de siglo que lleva dedicada profesionalmente a la política. Quien antes se vanaglorió de ser la alcaldesa más votada de España perdió la mayoría absoluta que la mantenía confortablemente instalada en la alcaldía de Cartagena desde 1995, adonde llegó tras haber sido una discreta diputada regional del Partido Popular a la sombra de Juan Ramón Calero. En la última legislatura se ha dejado por el camino nueve de los diecinueve concejales que tenía y buena parte del crédito político ganado a base de obras que han permitido transformar una ciudad industrial y gris en un luminoso y agradable destino turístico.

  • 1

  • Las sospechas de corrupción, que la tuvieron imputada medio año, y las costosas obras.

  • 2

  • La arrogancia política, el uso del 'rodillo' de la mayoría y la ausencia de regeneración.

  • 3El desigual estado del centro de Cartagena y sus barrios y diputaciones.

Barreiro, licenciada en Derecho, que ejerció de profesora asociada en la Universidad de Murcia y juez suplente antes de hacer carrera política, no solo ha pagado el desgaste de quien lleva mucho tiempo gobernando sin atender las peticiones de regeneración política; también una gestión no exenta de sospechas. Hasta hace un mes estuvo imputada por un presunto delito de prevaricación en la tramitación administrativa de la urbanización Novo Carthago. «He tenido nueve denuncias y todas han sido archivadas», asegura cuando alguien le recuerda ese tipo de episodios. Pero su nombre también ha salido a relucir en los interrogatorios al exalcalde socialista de Cartagena y amigo suyo José Antonio Alonso por parte del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, en el marco de la investigación de la trama 'Púnica' de supuesta corrupción.

Esta madre de dos hijos y abuela de dos nietos, divorciada desde hace años, pone orden ahora en las cuentas municipales aún fiscalizadas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas tras años de gastos excesivos de sus propios gobiernos -solo levantar El Batel costó 64 millones de euros, el triple de lo previsto, y el palacio de los deportes ya va por 21-.

La mayoría perdida acarreará a Barreiro grandes dificultades para alcanzar el consenso que le permita afianzar Cartagena como ciudad turística y regenerar el casco histórico, los retos que se había marcado para los próximos cuatro años. Pero esta mujer fuerte y directa asegura tener experiencia y ganas para conseguirlo en minoría, aunque tampoco es descartable que un pacto entre PSOE y Movimiento Ciudadano pueda arrebatarle el bastón de mando. Cuando menos, esta lideresa de fuerte personalidad, a la que sus colaboradores llaman «Jefa» con una mezcla de respeto y temor, tendrá que guardar el viejo 'rodillo' de las mayorías, escuchar más a sus adversarios y aprender a negociar si quiere sobrevivir en esta nueva era que pide otras formas.

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