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Con el brazo en alto. María Giménez, Francisco Turrión, María Dolores Larrosa, Óscar Urralburu, Andrés Pedreño y María Ángeles García.
Podemos se convierte en la tercera fuerza con seis escaños

Podemos se convierte en la tercera fuerza con seis escaños

A gritos de «¡Sí se puede!», Urralburu reivindica a su formación como «la gran palanca de cambio» y autora del «fin de veinte años de mayoría del PP»

Fuensanta Carreres

Lunes, 25 de mayo 2015, 03:06

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De las calles, las mareas de indignación y las asambleas ciudadanas, a la Asamblea Regional. Y por la puerta grande. Podemos es desde anoche la tercera fuerza política de la Región, con seis diputados en la Asamblea Regional y un 13,15% de los votos de los murcianos. Del «¡Sí se puede!», que anoche recibía, con más fuerza que nunca, al cabeza de lista en la Región, Óscar Urralburu, a la demostración de que así es. Orgulloso y pletórico por el resultado, ligeramente inferior al que les otorgaban las encuestas más favorecedoras, el hombre de Podemos en la Región reivindicó anoche a su candidatura, gestada en poco más de cuatro meses, como «la gran palanca del cambio en la Región». «Orgulloso y satisfecho» del trabajo realizado, Urralburu esperó hasta las doce y veinte para comparecer y poder decir, con la boca llena y los datos casi al 100%, que Podemos «ha acabado con veinte años de mayorías absolutas del PP», y es desde anoche «la gran palanca de cambio en esta Región».

El líder regional de Podemos, que hasta hace quince días ejercía de profesor en un instituto de Secundaria de Murcia, se congratuló porque el PP «ha tenido la mayor caída de su historia en unas autonómicas en la Comunidad. La Región de Murcia ha acabado con el bipartidismo, y Podemos ha consolidado el cambio. La tendencia es irreversible», dijo arropado por sus compañeros de candidatura Andrés Pedreño, María Ángeles García, María Giménez, Alejandro García y Francisco Turrión. Junto a ellos, emocionado y vibrando por la sensación de estar viviendo «una noche histórica para Murcia», el filósofo Francisco Jarauta.

Un año después de su arrolladora irrupción en las elecciones europeas, Podemos rompió anoche el mapa de partidos regional y reflejó en la Asamblea la evolución del proyecto político que en la Comunidad echó a andar en círculos diseminados en barrios, en los campus y asambleas ciudadanas y las manifestaciones contra los recortes. Un proyecto que ha convencido a los 83.133 murcianos que lo respaldaron ayer con sus votos.

La formación liderada por Pablo Iglesias dio ayer un golpe al tablero político murciano, quizá no tan determinante como hubiera querido, pero que sitúa al partido en condiciones de ser determinante en la formación de gobierno. Un resultado de «orgullo», para los líderes, que solo unos pocos, sin querer aguar la fiesta, veían corto. De hecho, Urralburu y su equipo apuraron hasta bien entrada la media noche para comparecer con la esperanza de que el recuento de los últimos votos pudiera otorgarles el séptimo diputado, que finalmente se escapó. Seis escaños que, en cualquier caso, quedan muy por encima de Ciudadanos, su otro rival en la liquidación del bipartidismo, y que según las encuestas apretaba con fuerza.

Para Podemos era su primera prueba de fuego con el mundo electoral real de la Región después de su explosiva irrupción en las elecciones europeas. Un año después, la indignación callejera es ya representación real y sólida en la Asamblea Regional. En el camino, Podemos ha pasado de ser una fuerza calificada de radical a un partido que ha entrado de lleno en las instituciones. En la Región de Murcia, de la mano del candidato Óscar Urralburu, que ha bordado una campaña en la que se ha destapado como líder nato, acompañado en el camino por Andrés Pedreño, Antonio Urbina, María Giménez y María Ángeles García Navarro, entre otros. Un ya diputado regional más que solvente con una amplia trayectoria política por delante que comenzó a apuntalar anoche mismo. Ante su gente, exultante y feliz, entre gritos de «¡Sí se puede!», esta vez con la convicción de que sí se pudo.

En la Asamblea Regional, y también en los ayuntamientos, ya que todas las listas de confluencia ciudadana apoyadas por Podemos han logrado representación en los municipios donde se han presentado.

En el trayecto de las calles hasta el Parlamento murciano, también el viraje a la moderación del programa, que ha abandonado ideas como el impago de la deuda o la renta básica universal, defendidas antes de las europeas, y que hoy son un ambicioso plan de rescate ciudadano y el propósito de renegociar el déficit.

La fiesta de Podemos, «el gran logro de la ciudadanía», se concentró ya pasada la una de la madrugada en la plaza del Mubam, próxima a la sede de Podemos, donde horas antes ya se habían congregando centenares de simpatizantes y militantes de Podemos para seguir desde una pantalla gigante los resultados de los comicios y celebrar cada victoria en el resto de España. También los de la candidatura municipal Ahora Murcia, cuyos militantes y candidatos se acercaron también a la plaza. Juntos, se entregaron al ya histórico «¡Sí se puede!» hasta pasadas las dos de la madrugada.

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