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Valcárcel y Pedro Antonio Sánchez celebran los resultados.
Los murcianos abren la etapa de los pactos

Los murcianos abren la etapa de los pactos

El PP gana las elecciones regionales pero pierde la mayoría absoluta, lo que le obliga a llegar a acuerdos para mantener el Gobierno de la Comunidad

Julián Mollejo

Lunes, 25 de mayo 2015, 03:06

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Los resultados electorales del 24M modificaron notablemente el escenario político regional e inauguraron la era de los pactos. Los ciudadanos de la Región de Murcia le retiraron al PP en las urnas el privilegio de partido hegemónico del que ha disfrutado durante los últimos veinte años y le encomendaron que, a partir de ahora, dialogue con otras fuerzas políticas si quiere seguir gobernando.

Es algo que Pedro Antonio Sánchez, candidato popular a la presidencia de la Comunidad, y los aspirantes a la alcaldía de importantes municipios, como Murcia, Cartagena y Molina, están obligados a hacer si quieren conservar el poder para su partido después del veredicto electoral.

El PP volvió ayer a ganar las elecciones, pero con un fuerte retroceso con respecto a los comicios de hace cuatro años. De hecho, registró el peor resultado en unos comicios regionales desde 1991, con un 37% de los votos, más de veinte puntos menos que hace cuatro años, y perdió 11 de los 33 diputados que poseía en la Asamblea Regional, entre ellos su portavoz, Severa González, que no salió elegida por la circunscripción del Altiplano. Pero aún así, ganó las elecciones.

Uno de los rasgos principales que el 24M dejará para la posteridad es que la próxima legislatura, la novena, será la primera en la que ningún partido goce de mayoría absoluta en la Cámara. El PP logró 22 escaños, a tan solo uno de poder seguir gobernando en solitario y sin el apoyo de ninguna otra fuerza; el PSOE aumentó en dos, hasta los 13, su número de diputados, mientras que Podemos y Ciudadanos confirmaron la pujanza que les atribuían las encuestas al conseguir seis y cuatro escaños, lo que les garantiza disfrutar de grupo parlamentario propio durante la próxima legislatura.

El postvalcarcelismo no ha empezado bien para el PP murciano, aunque puede emplear como excusa que el castigo recibido en las urnas ha sido general en España para un partido lastrado por los casos de corrupción y el desgaste por los duros sacrificios impuestos por la crisis.

El nuevo líder, Pedro Antonio Sánchez, deberá gestionar la agria victoria de ayer, en la que, aun manteniendo el título de partido más votado de la Región, los ciudadanos le han desposeído de importantes parcelas de poder, sobre todo en el área municipal.

Los socialistas, en cambio, a pesar de seguir como segunda fuerza política y a mucha distancia del PP, ponen fin a la caída constante que iniciaron en las autonómicas y locales de 1999 y mejoran tanto su cifra de escaños como de alcaldes. Logran, además, una victoria significativa en la circunscripción número 4, la del Noroeste y Río Mula, donde volvió a ser la candidatura más votada después de veinte años. Los resultados de ayer tienen, además, una clara lectura en el interior del partido, y es el reforzamiento del liderazgo de Rafael González Tovar.

Como tercera y cuarta fuerzas quedan Podemos y Ciudadanos. El primero, con Óscar Urralburu a la cabeza, logra recuperarse del reflujo que señalaban algunas encuestas y consigue seis escaños en su estreno electoral, al contrario que el partido naranja, al que los sondeos le daban una progresión mayor de la conseguida anoche.

En todo caso, Ciudadanos y su candidato a presidente, Miguel Sánchez, se convierten en figuras claves para la gobernabilidad de la Región, ya que sus cuatro escaños le bastarían al PP para conseguir la ansiada mayoría suficiente. No obstante, las estrictas condiciones adelantadas por Miguel Sánchez para llegar a pactos, que en todo caso no serán de legislatura, harán difícil el entendimiento.

Cambio de escenario

El 15 de junio está prevista la constitución de la nueva Asamblea Regional, y a partir de ese día, una vez se fije la fecha para el primer debate de investidura, el líder del PP, Pedro Antonio Sánchez, como cabeza de la fuerza más votada, deberá iniciar los contactos con otros partidos, de los que Ciudadanos es el más próximo, para tratar de que alguno facilite su designación como presidente.

IU y UPyD fueron devorados por crecimiento espectacular de Podemos y Ciudadanos. La coalición rojiverde, liderada por José Antonio Pujante, ni siquiera pudo revalidar el escaño que tenía en la Asamblea Regional, y se queda fuera del Parlamento autónomo por primera vez desde su creación, en 1983. A IU, que se quedó por debajo del 5% de los votos en los comicios regionales, le queda como consuelo el incremento del número de concejales en los municipios.

UPyD ni siquiera tiene ese alivio. El partido de Rosa Díez prácticamente desaparece en la Región de Murcia. No solo se quedó muy lejos de entrar en el Parlamento autónomo, puesto que ni siquiera pasó del 2% de votos en la Región, sino que perdió la escasa presencia municipal que le quedaba, ya que no pudo conservar los ediles que poseía en Murcia y Molina.

El cambio de escenario político que el 24M deja en la Región de Murcia es aún más acentuado en los municipios, donde el PSOE arrebata la victoria al PP en importantes plazas, como Jumilla, Caravaca de la Cruz, Águilas, Alhama y Mula, con lo que acaba por romper el mapa casi monocolor que hasta ahora habían pintado los populares con su característico azul.

El PP ganó los comicios en los cuatro principales municipios de la Región, pero solo en Lorca conserva la mayoría absoluta. En Murcia, Cartagena y Molina de Segura, al igual que en la Asamblea Regional, deberá contar con el favor de alguna de las otras fuerzas para conservar la alcaldía.

El PP, que en las elecciones de 2011 consiguió ser la candidatura más votada en 42 de los 45 municipios de la Región, 37 de ellos con mayoría absoluta, se queda ahora con solo ocho mayorías absolutas municipales de un total de 29 victorias. Los populares pierden alrededor de 120 concejales en toda la Región.

Por el contrario, el PSOE, que concluyó la legislatura con tan solo cinco alcaldes, consigue ser la lista preferida de los ciudadanos en 16 municipios, de ellos seis con mayoría suficiente para gobernar en solitario, y aún podría arrebatar al PP alguna alcaldía más si consigue acuerdos con otras fuerzas de izquierda.

En muchos de los municipios con mayorías simples, la fuerza clave para que el PP conserve el bastón de mando vuelve a ser Ciudadanos, caso de Murcia, Molina y Alcantarilla, lo que, unido al papel de partido bisagra que también puede desempeñar en el Parlamento regional, le confiere al partido de Albert Rivera una relevancia especial en la etapa de pactos que se abre en la Región de Murcia.

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