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Óscar Urralburu, a la entrada del Museo de Bellas Artes de Murcia.
«La Región ha sido depredada»

«La Región ha sido depredada»

candidato de Podemos a la Presidencia de la Comunidad

Julián Mollejo

Martes, 5 de mayo 2015, 17:08

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Óscar Urralburu (Pamplona, 1971) es el hombre de Podemos en la Región de Murcia. Docente de profesión y nuevo apóstol de la transversalidad política, aunque él, antiguo dirigente del sindicado Sterm, siempre militó en la izquierda. Afable y sereno, lidera la transformación de un proyecto político que surgió en las calles y que ahora ya está en disposición de pedir el voto a los empresarios. Su objetivo no es estar, sino gobernar para enterrar los veinte años de hegemonía del PP y acabar con su «red de amigos mangantes que se han dedicado a vivir del erario público».

-¿Dónde se ubica ideológicamente Podemos?

-Una virtud que tiene Podemos es la deslocalización de los bloques ideológicos. El actual marco ideológico ya no nos sirve para explicar la realidad, le sirve a otros. Después del 15M hay que redefinir los intereses de la ciudadanía en función de los que mandan y los que obedecemos, los de arriba y los de abajo. Esa ruptura del eje derecha-izquierda es lo que nos caracteriza como hipótesis política. Tenemos que construir un instrumento político de transformación, cuyo centro sea la gente, la ciudadanía, esa clase media que se ha visto en una situación de vulnerabilidad con la crisis, toda esa gente que en el proceso de construcción de la democracia no ha visto que los derechos recogidos en la Constitución se hayan solidificado de verdad en derechos para ellos y para ellas.

- Me parece un poco rebuscado. Lo plantearé de una forma más sencilla. En un eje del 1 al 10, que iría de la extrema izquierda a la extrema derecha y el 5 sería el centro-centro, ¿en qué punto estarían ustedes?

-Es que nosotros decimos que el eje no es de izquierda a derecha, sino que es un eje vertical, de arriba a abajo. Nosotros definimos la centralidad, que no es exactamente el centro ideológico, porque nuestra posición es de conquista de derechos, de más democracia, de más empoderamiento social. Eso nos coloca ideológicamente en la emancipación de la ciudadanía y nos identifica con posturas más progresistas, pero el marco tradicional de derechas e izquierdas a nosotros no nos sirve. Hay mucha gente considerada de derechas que ahora está en Podemos, y gente que viene de la izquierda. Lo que mejor lo representa es ver nuestros votos en las elecciones andaluzas: un tercio viene de exvotantes del PP, un tercio de exvotantes del PSOE y un tercio de exvotantes de IU y de la abstención. Ahí está esa transversalidad.

-¿Y qué diría a los que les tachan de ser un partido radical y de laboratorio?

-Pues que no han leído nuestras propuestas. Defendemos la recuperación del derecho a la vivienda, la recuperación de servicios básicos elementales, la recuperación económica... Quien dice que somos de extrema izquierda es porque le interesa decir eso, nos quieren colocar en un lugar en el que nunca hemos estado.

- Pero lo que sí es cierto es que ustedes surgen y se nutren de la indignación y el descontento social. ¿La recuperación económica les perjudica electoralmente?

-El problema es que la recuperación económica, en el marco actual, no se va a producir para todos. La crisis ha servido para que unos pocos se enriquezcan todavía más. La Región de Murcia es un caso paradigmático. El 20% de la ciudadanía de la Región de Murcia es ahora mucho más pobre que hace siete años, y el 20% es mucho más rico. La recuperación es clave, y nosotros apostamos por ella, pero siempre que sea para todos. Nos estamos acercando cada vez más a ese modelo de países hispanoamericanos de los años 80 en los que la deuda era la cuña que partía la economía y la sociedad. Nos acercamos a esa sociedad dual en la que el 50% va a estar fuera de los espacios de protección social y de desarrollo vital. La reacción de la indignación en el origen de la crisis es mayoritaria, es el 90% de la población la que está pidiendo unas condiciones de vida mejor.

-Van a terminar pidiendo el voto también a los empresarios...

-Por supuesto. Hace poco tuvimos una entrevista con el Círculo de Economía, y la reacción fue muy positiva. Había empresarios de diversos sectores que, cuando escucharon nuestras propuestas, nos dijeron: 'Lo que nos estáis contando no tiene nada que ver con el miedo que están dando algunos medios de comunicación sobre vuestras propuestas'. Por supuesto que los empresarios pueden votar a Podemos. Muchos de nosotros somos hijos de empresarios o vivimos de las empresas. La cuestión es si centramos la economía en que la empresa cree empleo y participe en un modelo productivo sostenible, o en que sea una empresa depredadora, que es lo que hemos visto hasta ahora con la burbuja inmobiliaria. En la Región nos hemos equivocado hasta cuatro veces con los mismos modelos de desarrollo, en los que se empobrece más a los más pobres y se enriquece más a los más ricos. El crecimiento debe ser más sostenible, con una economía más equilibrada.

-¿Cuál sería la posición de Podemos en cuanto a la regulación de espacios naturales?

- La Región ha sido tradicionalmente depredada, el nivel de explotación medioambiental y de los recursos ha sido extremo, todo el crecimiento que se ha producido en la Región ha sido sobre los bienes naturales, el agua, el territorio. Las futuras generaciones tienen derecho a un territorio más cuidado, tenemos que darle la vuelta al modelo productivo, que gire en torno, por ejemplo, de la clave energética. Hemos perdido muchos puntos en competitividad energética en los últimos diez años y la Región tiene un enorme potencial en ese campo. Tenemos que ir por ahí, por la innovación, por el desarrollo, por las empresas del sector tecnológico, y no tanto por empresas que sigan depredando el medio natural.

-Están siendo muy críticos con el PSOE murciano, ¿no puede dificultar eso la posibilidad de futuros pactos?

-Conocemos a la gente del PSOE desde hace muchos años, tenemos buenas relaciones con muchos de ellos, y dentro de Podemos hay muchos socialistas que están cansados de que su partido, cada vez que está en las instituciones, no haga lo que la gente quiere, sino lo que las cúpulas quieren. Es un partido inserto en el medio institucional creado en 1978 sin muchas ganas de empoderar a la ciudadanía. Desde ese marco crítico, tenemos la mano tendida a poder ampliar espacios si el PSOE, que ha formado parte hasta ahora del problema, cambia y se convierte en parte de la solución.

-¿Y estarían dispuestos incluso a hablar con el PP tras las elecciones, si no consiguen una mayoría absoluta?

-La Asamblea es el espacio donde se habla, y sobre las ideas y los proyectos se puede hablar, pero vemos difícil, francamente, que el PP asuma alguna de nuestras lógicas. Aún no se han dado cuenta del cambio de ciclo político en el que estamos y probablemente aún debe pasar toda una generación para que la derecha española se europeíce. Un PP que ha estado 20 años gobernando la Región con mano de hierro y puertas cerradas, que no ha comprendido las necesidades de la sociedad, que no se ha sensibilizado con la enorme precariedad que se estaba generando y que ha utilizado la agenda social para obtener rédito político, es un partido que está muy marcado. Si hay regeneración hablaremos con todo el mundo, pero todo acuerdo pasará por la asamblea de inscritas e inscritos de Podemos, que serán los que validen los acuerdos que se puedan producir.

-¿Están teniendo problemas para financiarse? No cobran cuotas, las aportaciones de los inscritos son voluntarias.

-Creemos en un modelo político muy austero. Nosotros ponemos dinero de nuestro bolsillo para comprar cosas, los inscritos hacen aportaciones voluntarias... y todo ello es suficiente para mantenernos.

-¿Qué presupuesto manejan para la próxima campaña electoral?

-Muy austero, en torno a unos cien mil euros. Vamos a hacer microcréditos civiles. Las personas nos aportarán de forma voluntaria lo que puedan hasta un máximo de 10.000 euros por persona y luego se les devolverá en unos doce meses con el tipo de interés legal.

-No piensan pedir ningún préstamo a los bancos.

-Ninguno. Nuestra línea política tiene que estar al margen de los intereses financieros. Eso es lo que significa independencia política.

-Si llegan al Gobierno, como dicen que es su aspiración, ¿cuáles serían las dos primeras medidas que aprobarían?

-Hay que hacer un rescate para la ciudadanía, para los centenares de miles de personas que en la Región sufren pobreza severa y exclusión social, especialmente los 31.000 niños que están en esa situación y que deben ser inmediatamente atendidos. Hay que hacer un mapa de la exclusión social y colocar ese problema encima de la mesa y atenderlo desde el minuto uno en todos los aspectos: educación, vivienda, alimentos, sanidad. La segunda medida crucial sería garantizar la universalidad de la sanidad para toda la ciudadanía; no es solo una cuestión de dignidad y de derechos humanos, sino también de salud pública. Y otra medida urgente es garantizar el derecho habitacional, porque hay mucha gente en infraviviendas en la Región. Y eso, desde luego, no pasa por el fantasma de la expropiación de viviendas que se está diciendo por ahí, sino por ver qué se puede hacer con los edificios vacíos y que son propiedad de entidades financieras rescatadas con fondos públicos, y también con los alquileres sociales.

-Ponen mucho énfasis en reforzar las políticas sociales, pero ¿a costa de qué? Porque el dinero es el que hay. ¿De dónde lo van a sacar?

-El problema es que están hurtando derechos a la ciudadanía y encima endeudándonos. El problema no es de dinero, sino de reorganización fiscal, de economía sumergida. Los técnicos de Gestha cifran en un 27% el fraude fiscal en la Región.

-Pero eso no lo arreglan en una semana, ni en un mes...

-Hay que hacer una reordenación de los presupuestos, que son un auténtico escándalo.

-Dígame qué partidas presupuestarias tocaría usted.

-Muchísimas partidas son superfluas. Un ejemplo: hay que reordenar todo el gasto sanitario en términos de farmacología hospitalaria. Porque, conforme decrecía el gasto en farmacia, aumentaba la partida presupuestaria en gastos hospitalarios, cuando además tampoco se estaba mejorando la atención. Seguimos gastando una misma partida presupuestaria en las mismas empresas, que utilizan el erario público como un fondo garantizado de ingresos. Hay muchísimas partidas que se deben controlar. Hay que modificar el modelo fiscal, basado en la recaudación de los que menos tienen. Y también hay que mejorar la financiación de la Comunidad Autónoma, porque estamos de acuerdo en que sufre una infrafinanciación en comparación con otras regiones.

-Es decir, que van a subir los impuestos a los más ricos.

- Evidentemente. Uno de los problemas de la Región de Murcia es que hay gente que tiene mucho y no lo declara. Por las calles se ve que hay dinero. Algunos no han vivido la crisis y siguen sin pagar impuestos. Hay que revisar la corresponsabilidad social de toda la ciudadanía.

-¿Cuál es la reforma de la Administración regional que usted propugna? ¿Reducirán el número de altos cargos y asesores?

-Las medidas que se han adoptado hasta ahora han sido maquillaje. Cuando entremos nos vamos a dar cuenta de todo lo que hay, si existe una red clientelar a expensas del PP...

-¿Eso se lo pregunta o lo afirma..?

-Lo afirmo. Es evidente que hay una red de 'amigantes', de amigos mangantes, que se han dedicado a vivir del erario público durante los últimos años. Esa red hay que destaparla, abrir todos los cajones y todas las ventanas, airear una Administración cerrada a determinados sectores durante los últimos veinte años. En la Región de Murcia, después de 1978, ni PP ni PSOE han modificado el 'status quo' de los poderes fácticos, de las grandes familias que siguen gobernando la Región y que están utilizando la Administración en función de sus propios intereses. La reducción de asesores es 'pecata minuta', aunque también es importante. Hay que recuperar las instituciones para la ciudadanía.

-Ahora todo el mundo está de acuerdo en cambiar la ley electoral regional. ¿Su propuesta cuál es?

-La ley electoral está hecha para beneficiar a un partido mayoritario. Se hizo en 1987 para beneficio entonces del PSOE y garantizar su mayoría, y el PP se subió a ese carro porque le venía estupendo. Este modelo no sirve. Murcia es la única región, junto a Asturias, que tiene una ley electoral tan estricta y tan cerrada a la participación. No solo por las circunscripciones, que no tienen sentido ni lógica, hay que darle más juego a la participación y a la posibilidad de hacer referéndums para tratar asuntos primordiales para la ciudadanía. También contemplamos la revocación de los cargos públicos por parte de la ciudadanía y somos partidarios de repercutir responsabilidades a los malos gestores políticos que han tomado decisiones a espaldas de la ciudadanía que nos están costando mucho dinero.

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