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Los casinos físicos se reinventan para hacer frente a los casinos online

Los casinos físicos se reinventan para hacer frente a los casinos online

Hace apenas unos días se hacía público que José María Aznar Jr., el hijo del ex-presidente José María Aznar y de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, comenzaba una relación laboral con Mediatech

PPLL

Martes, 31 de marzo 2015, 14:07

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Hace apenas unos días se hacía público que José María Aznar Jr., el hijo del ex-presidente José María Aznar y de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, comenzaba una relación laboral con Mediatech, una empresa especializada en la industria del juego, con unas funciones bien definidas y orientadas principalmente a introducir ciertos casinos físicos de prestigio en el mundo de internet.

Entre ellos, el Casino Gran Madrid y varios casinos vascos, dentro del territorio español, pero también trabaja con el casino de Georgia.

La definición de sus actividades es "la tramitación de las autorizaciones requeridas dentro del ámbito del sector del juego y dirigir "la primera operación de juego online bajo legislación regional. La intención es que estos casinos capten también la atención de aquellos usuarios que, por comodidad o por falta de recursos geográficos o de otra índole, no se dirigen regularmente a los casinos físicos pero sí que juegan en línea.

Parece que pretende seguir los pasos del afamado Teddy Sagi, emprendedor de fama internacional dedicado a la industria del juego y fundador de Playtech en 1999. Sagi comenzó entonces a hacer dinero con el software y los juegos de azar en línea y recientemente se ha introducido en el mercado español con marcas importantes como Titanbet, que está especializada por el momento en poker y juegos de casino. El empresario le lleva años de ventaja en el mercado online y el pasado año consiguió que las acciones de Playtech subiesen un 30% en la bolsa londinense.

Teddy Sagi ha demostrado que el negocio está en internet, y Aznar Botella lo sabe. Sólo hay que echar un vistazo a los anuncios televisivos en horario nocturno y a los banners de muchos sitios web para descubrir que el juego online está en auge y su crecimiento es exponencial. Cierto es que la popularmente conocida como Ley del Juego, implantada a partir de 2011 en España, hizo abandonar a muchos jugadores de póker que, viendo la imposibilidad de enfrentarse a adversarios fuera de España, entre otros handicaps, ya perdían sus principales alicientes. Los casinos online se vieron en la obligación de innovar para competir, y muchos cayeron debido al descenso de usuarios activos.

Pocos quedaron en pie, algunos de ellos incluso acogieron a los usuarios de otros sitios que cerraron, y otros tantos han diversificado su actividad ofreciendo también apuestas deportivas clásicas o en directo para atraer clientes de otro sector dentro del mundo del juego. Pero finalmente, pasada la tormenta, siguen aumentando su presencia en ordenadores y smartphones, y ciertamente siguen considerándose una amenaza para los casinos presenciales. Hay quienes opinan, sin embargo, que estas opciones son complementarias, y que los casinos en línea atraen a un público que inicialmente no se habría iniciado en el juego por timidez o falta de tiempo, y que una vez lo prueba y gana confianza se vuelve cliente ocasional de los casinos físicos (por ejemplo en sus vacaciones). Otros jugadores practican asiduamente en estas plataformas para perfeccionar su técnica y acudir a los casinos físicos mejor preparados.

De cualquier manera, lo cierto es que los casinos que nacieron en internet llevan años de ventaja en cuanto a estabilidad, interfaz y gestión de usuarios, y la introducción y extensión de los casinos físicos en su terreno sin duda será progresiva y con un ritmo probablemente más lento de lo deseado; no sólo se trata de ofrecer un buen software, sino de construir un entorno seguro en cuanto a protección de datos y de transacciones con efectivo, algo que preocupa mucho a los jugadores más experimentados, que ya se sienten cómodos en sus plataformas habituales.

Mientras los casinos físicos abordan esta primera fase, sus hermanos mayores en la red de redes perfeccionan sus aplicaciones móviles para ofrecer no sólo seguridad, sino comodidad a sus usuarios, que desde hace tiempo pueden jugar desde el sofá sin necesidad de desplazarse al despacho y encender el PC.

Otra cuestión, evidentemente, es el factor económico. Los casinos online ofrecen habitualmente bonos de bienvenida y de apadrinamiento de nuevos miembros, pero también sistemas de fidelización de usuarios mediante sistemas de puntos que les adentran en zonas premium con una serie de ventajas. El dinero regalado siempre es un reclamo, y los casinos físicos están acostumbrados a un funcionamiento completamente diferente, ya que pueden ofrecer una serie de extras que se encuentran fuera del alcance de internet: sus atractivos pasan por la zona de restauración, espectáculos, eventos y exposiciones en sus instalaciones y en definitiva reclamos de ocio y cultura para los que se requiere presencia física.

Ahora, deberán adaptarse al mundo de internet y cambiar su mentalidad para adecuarse a las demandas de los usuarios en pijama, aquellos de manta y sofá, y aprender a darles lo que desean.

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