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Diecisiete años con una hepatitis C sin diagnosticar

La aseguradora del SMS indemnizará a la familia de un hombre que murió de cáncer de hígado tras no detectarse a tiempo la infección

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Viernes, 6 de octubre 2017, 02:58

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Berkley, aseguradora del Servicio Murciano de Salud (SMS), tendrá que indemnizar con 62.124 euros a la familia de un hombre que falleció en 2013 por un hepatocarcinoma provocado por una hepatitis C que no fue detectada a tiempo, pese a que los primeros síntomas (niveles excesivos de transaminasas) habían aparecido 17 años antes. La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia ha dictaminado que hubo mala praxis por un retraso diagnóstico admitido por la propia Inspección del SMS. Los letrados de Ignacio Martínez Abogados, de la Asociación Defensor del Paciente, han representado a la familia ante los tribunales.

El hombre, de 75 años de edad, fue diagnosticado de un hepatocarcinoma en el Morales Meseguer en el año 2012. Solo entonces se descubrió que padecía una hepatitis C (que había derivado en cirrosis y cáncer), pese a que los síntomas estaban presentes desde que en 1995 se le detectaron niveles elevados de transaminasas. «Esos valores, sorprendentemente, pasaron desapercibidos para los distintos facultativos de Atención Primaria que en el centro de salud atendían al paciente, lo que originó que no se le detectara precozmente la hepatitis C que padecía», lamenta la Asociación Defensor del Paciente. El TSJ confirma en su sentencia que hubo una conducta negligente al no valorarse las cifras anormales de transaminasas, lo que desembocó en un importante retraso en el diagnóstico de la hepatitis C y del tumor secundario.

En su sentencia, la Sala subraya que el propio informe solicitado por la aseguradora del SMS recoge que «a todo paciente con elevación leve-moderada de transaminasas durante un periodo de seis meses hay que investigar tóxicos, hígado graso con ecografía abdominal y etiología vírica mediante serología» a virus de la hepatitis B y C. Un diagnóstico a tiempo habría permitido administrar tratamiento, «con una tasa de curación del 50%». Además, habría descendido la probabilidad de desarrollar cáncer hepático. En definitiva, el retraso en la detección de la hepatitis C provocó una pérdida de oportunidad.

Sin seguimiento de cirrosis

Al paciente solo se le realizaron ecografías abdominales, y no serologías que hubiesen permitido descubrir la presencia del virus. El tratamiento de la hepatitis «reduce la progresión a cirrosis y, por tanto, la probabilidad de desarrollo de hepatocarcinoma». Además, a los pacientes con cirrosis se les realiza seguimiento ecográfico cada seis o doce meses, para poder detectar posibles lesiones tumorales. Pero como no hubo diagnóstico de cirrosis, tampoco se realizó este seguimiento.

Por todo ello, la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJ fija una indemnización de 43.009 euros para la esposa del fallecido y de 9.557 para cada uno de los hijos. En total, 62.124 euros por la pérdida de oportunidad del paciente, que falleció sin acceder a los tratamientos y controles que podrían haberle salvado la vida.

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