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Baron intenta frenar a un rival durante el choque.
El UCAM se desmorona en Madrid
baloncesto | liga endesa

El UCAM se desmorona en Madrid

Los de Katsikaris plantaron cara hasta el descanso a un Estudiantes muy superior durante toda la segunda parte

andrés egea

Domingo, 9 de abril 2017, 12:19

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Una caricatura de equipo fue el UCAM en la segunda mitad ante el Estudiantes. Encajando 59 puntos en la segunda mitad es imposible ganar un partido y es que el conjunto que dirige Katsikaris no fue fiel a sus principios. Indiscutiblemente el descanso en la jornada anterior le sentó tan mal a los murcianos como la victoria del MoraBanc ante el Iberostar Tenerife. Bien en el primer cuarto, regular en el segundo, se entregó de forma incomprensible en el tercero y fue un juguete roto en los últimos 10 minutos del encuentro. Los 50 puntos encajados en la primera parte y los 59 en la segunda evidencian claramente la falta de actitud defensiva de un conjunto que había basado su reacción precisamente en el sacrificio.

Aunque los primeros cinco puntos de Grimau pusieron por delante a los madrileños en los primeros instantes, el partido fue claramente murciano en la primera parte del cuarto inicial. Un parcial de 10-25 le dio a los de Katsikaris una máxima renta de 20 puntos gracias a que hasta seis jugadores lograron anotar y eso es muy complicado de defender para cualquier equipo. En el UCAM lo estaban haciendo todo bien hasta ese instante y solo quedaban 2'19'' para llegar al final. Sin embargo, desde el inicio ya se vio que la apuesta de Salva Maldonado era la de los triples. Ante la superioridad de los visitantes en las zonas, la apuesta madrileña era el perímetro y fue desde ahí desde donde logró meterse en el encuentro. Con un inusual 7 de 10 en triples, único argumento local, el Estudiantes se medió en el partido, 28-30. Los de Maldonado cerraron el cuarto con un triple de Jackson desde su propia pista.

En el segundo cuarto todo se equilibró mucho más debido a que los locales buscaron otras opciones ofensivas para hacerle daño al UCAM. Un arranque de acierto de Suton hizo que cundiera el pánico entre los murcianos cuando el marcador se fue al 40-33 y es que los de Katsikaris tenían muchos problemas en ataque. A partir de ese momento solo Antelo y Benite estuvieron acertados de cara al aro local, mientras que hasta cinco jugadores estudiantiles eran capaces de sumar. Las lagunas en ataque de los murcianos le costó llevar el mando del partido. Desde ahí, el resultado favoreció a uno y a otro sin que las ventajas fuesen notables. Estaba claro que con solo dos jugadores en ataque y todo el Estudiantes anotando, el UCAM no iba a ser el ganador. Algo más tendría que hacer el equipo murciano y los 50 puntos al descanso eran un mal presagio pese a que la renta madrileña era de solo un punto. El problema es que con las lagunas ofensivas que siempre tiene el UCAM durante los partidos, en cuanto esta se produjera el Estudiantes se iría en el marcador al no ser consistente en defensa.

Y eso fue lo que ocurrió en el tercer cuarto. El UCAM se mantuvo en el partido mientras que un sobresaliente Antelo tiró de sus compañeros (54-55), pero estaba solo y en el equipo no defendía nadie. Brown aprovechó su envergadura para jugar por dentro y su muñeca para anotar de tres. Además, Jackson fue menos egoísta de lo normal y se dedicó a generar para él y para el resto de compañeros. El Estudiantes se dedicó a llevar el ritmo, a tomar decisiones acertadas y a dejar que el UCAM se estrellase solo en ataque y le diera las facilidades oportunas para no sufrir en defensa. Con el 77-66 y las sensaciones que ofrecían unos y otros, ya se sabía que el partido estaba muy feo para los visitantes. Los primeros minutos del último cuarto confirmaron los peores augurios. Jaime Fernández y Suton en primera instancia, con la ayuda posterior de Wilson y Jackson, hicieron que el partido se rompiera y quedara decidido a las primeras de cambio. Con el 88-71, a 6'23'' todo estaba muy complicado, pero al tiempo muerto de Katsikaris le siguió una falta no señalada sobre Benite. Los árbitros señalaron dos técnicas debido a las airadas protestas del brasileño y los locales se fueron por encima de los 20 puntos de renta. El partido estaba acabado y solo quedaba saber por cuanto perdería el UCAM. Llegó a ceder hasta por 29 puntos y al final fueron 25, 109-84. Derrota difícil de digerir que obliga al UCAM a centrarse en la permanencia.

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