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andrés egea
Domingo, 26 de marzo 2017, 12:24
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El UCAM realizó un partido soberbio ante el Iberostar Tenerife, que en Murcia sumó su séptima derrota de la temporada. Los visitantes sufrieron mucho en el Palacio y aunque nunca se rindieron ante la superioridad del equipo de Katsikaris, nada pudieron hacer para imponerse. Los locales impidieron que los rivales mejorasen sus guarismos y lo que hicieron fue ganar el partido en ataque con un 12 de 25 en triples, y sobre todo en el rebote, donde el UCAM fue netamente superior. Tras una primera mitad de continuo golpeo por uno y otro equipo, los murcianos decidieron el encuentro en la segunda mitad, con Baron y Benite pletóricos.
El partico comenzó con Txus Vidorreta quería, agotando posesiones y decidiendo qué hacer con el balón en los últimos segundos. Las defensas mandaban sobre los ataques y a pesar de la imprecisión en el tiro local, el líder no logró irse en el marcador. Los dos equipos jugaron con mucho físico y se dedicaron a destruir el juego del oponente en lugar de construir. El tanteo fue muy corto y sin ventajas importantes para uno u otro hasta que los visitantes comenzaron a lanzar con acierto de tres puntos. Fue así como los tinerfeños se fueron cinco puntos arriba en el marcador, 17-22 cuando quedaba menos de un minuto para el final del primer cuarto, que concluyó 19-22.
El inicio del segundo fue local. La entrada de Radovic, jugando por el exterior, despistó y sorprendió a los de Txus. El montenegrino comenzó a anotar, mientras que en los visitantes solo Bogris hacía daño en ataque con su tiro desde la bombilla. El UCAM se fue en el marcador 36-31 y aún tuvo Campazzo un lanzamiento de tres para sembrar el pánico en el Iberostar. Mandaban los de Fotis, que estaban jugando como al rival no le gusta, rápido y con decisiones muy acertadas. Restaban 3:47 para el descanso y el equipo de Murcia se quedó ahí. Los isleños comenzaron a apretar más en su defensa y a impedir que el conjunto local continuase cómodo sobre la pista. Sin exponer el balón y moviéndolo muy rápido, logró desajustar la defensa local. Se impuso el líder en los minutos finales, el UCAM no anotó y el mejor de los males fue el resultado, pues los tinerfeños solo vencían por la mínima, 36-37.
Tras el descanso llegaron los mejores minutos de los murcianos, hasta ese instante. El UCAM hizo pleno de acierto en el tiro de tres puntos y metió tres seguidos. Se vació en defensa y llevó su renta al 47-37 a falta de 6:50. Pero le volvió a suceder lo mismo que en el tercer cuarto, que se atascó en defensa y permitió que su rival se volviera a meter en el partido con un triple de Kirqsay que empastaba a 50 cuando solo restaba un minuto. El UCAM estaba pagando muy caro su falta de acierto en ataque y entonces llevó Billy Baron para dar claridad en el tiro a canasta. Los murcianos afrontaban los últimos 10 minutos con el 55-50 favorable en el marcador.
En el último cuarto, el triple para comenzar de Llompart fue providencial, ya que eso le dio muchas fuerzas y ánimos renovados al equipo para seguir defendiendo como lo estaban haciendo hasta ese momento. Baron tomó el testigo anotador de Vitor Benite (35 puntos entre los dos) y el UCAM se volvió a ir en el marcador por encima de los 10 puntos. El Iberostar no se rindió en ningún momento, pero el equipo local estaba pletórico, el público aplaudiendo y las canastas haciendo más y más grandes la renta hasta el 79-64. El partido estaba ganado y servía para alejarse un poco más de la zona peligrosa. Los espectadores acabaron vitoreando a Fotis Katsikaris y el partido concluyó con un 79-68 que refleja la notable superioridad murciana y el gran encuentro de los locales.
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