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Baron entra a canasta entre un mar de brazos.
Una pesadilla para el MoraBanc

Una pesadilla para el MoraBanc

El UCAM se saca de la chistera un gran partido, jugado con inteligencia, para anular a su contrincante

ANDRÉS EGEA

Lunes, 13 de marzo 2017, 00:56

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El UCAM salió ayer con las ideas claras. Sujetando a los dos hombres más decisivos del MoraBanc, tenía buena parte del encuentro en su poder. Eso fue lo que hizo y, además, muy bien. Facundo Campazzo y Marcos Delía realizaron un formidable trabajo, sin olvidarse de mirar al aro rival. Mientras que el base argentino marcaba el ritmo de juego desde el inicio y miraba al aro con acierto, además de frenar al base francés del MoraBanc, su compatriota se convertía en la piedra del zapato de Shermadini, que nunca pudo jugar cómodo ni cerca del aro. Delía clavó los pies y no cedió un ápice. Eran las claves para hacerse con el triunfo y recuperar la magia del Palacio. Tanto uno como otro dejaron a sus parejas de baile en cero puntos al descanso y eso lo agradeció el resto del equipo. La defensa fue clave en la victoria del equipo murciano. Con un equipo, el andorrano, octavo clasificado y con cuatro victorias más, podía parecer hasta mezquino intentar superar el 88-72 del partido de la primera vuelta, pero tal y como se fueron sucediendo los acontecimientos, ganar por una diferencia de 24 llegó casi por inercia, la del buen juego y mejor defensa de los hombres de Katsikaris.

El MoraBanc jugó un mal partido, pero por una causa: el UCAM defendió a la perfección, bloqueó los puntos fuertes de su rival, y peleó como nunca un rebote ofensivo que le dio segundas opciones y puntos. Intensidad y entrega eran las consignas y el público las agradeció enormemente. Porque hubo fases del choque en las que los locales erraron tiros liberados y en otras ocasiones esto podría haberse convertido en un enorme problema, pero esta vez no. Joan Peñarroya no sabía lo que hacer, agotados sus tiempos muertos, realizaba cambios por parejas, y ni así. Antelo, que había estado muy irregular en los últimos partidos, también fue protagonista directo y anotó en los momentos en los que sus compañeros no encontraban la vía.

Aportación de Miranda

Fue un partido feo para el espectador en algunas fases, pero muy inteligente y bien llevado por el técnico griego. Se nota y mucho la aportación de Alberto Miranda, ayudante de Fotis, en el 'scouting' de los rivales, ya que dio la sensación de que el propio Katsikaris se había visto todos los partidos del MoraBanc desde el inicio de la campaña. Dejar a Shermadini en 12 puntos y 4 rebotes fue muy importante, pero que el base visitante Albicy se fuera a casa con 0 puntos, que la defensa del UCAM solo permitiera 3 triples de 18 intentados, 13 canastas de dos sobre 35 lanzamientos y que los murcianos capturasen 47 rebotes (15 ofensivos) por 26 del rival (3 ofensivos) es muy significativo y casi milagroso.

Ya el inicio del encuentro fue lo suficientemente esclarecedor como para darse cuenta de que solo si el UCAM dejaba de defender, el MoraBanc tendría alguna opción de meterse en el partido. Con Albicy sujeto y sin poder repartir juego y Shermadini lejos de la 'pintura', Antelo, Rojas y Baron se pegaron a sus hombres en el exterior para los triples. Dicho y hecho. Cuando el MoraBanc fue a despertar de su pesadilla el marcador ya estaba en un contundente 19-2 tras seis minutos de partido. Peñarroya realizó los cambios de dos en dos, primeros quitó a sus exteriores y luego a los interiores. Fue entonces cuando el equipo andorrano, ya con un déficit importante, empezó a jugar. Al final del primer cuarto la renta ya era significativa y más importante que el 24-10 del marcador, era que el UCAM estaba defendiendo muy bien y había sembrado muchas dudas en su rival.

En el segundo cuarto, el UCAM lo llegó a bordar en defensa. Cuando empezó a acertar en ataque, el marcador se fue al 40-14 a falta de dos minutos para el descanso. El encuentro estaba claramente decantado a favor de los locales y solo a base de triples logró el conjunto visitante acercarse a los 20 puntos con los que se llegó al descanso. Tras el mismo, los dos equipos apostaron por la defensa y se mostraron erráticos en ataque. El juego se vio algo deslucido para el espectadores, pero el problema lo tenían los visitantes, que no supieron aprovechar el mal rato de los murcianos para meterle un poco de presión.

En el último cuarto, las defensas se volvieron a imponer a los ataques, pero un triple de Martynas Pocius quitó las telarañas al aro del MoraBanc y el partido se acabó ahí.

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