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LA VERDAD
Martes, 6 de diciembre 2016, 01:53
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Óscar Quintana sacó ayer la manguera e intentó apagar el incendio que provocó José Luis Mendoza el domingo, con unas declaraciones en las que cargó contra un sector de la afición del UCAM que, según el presidente de la Universidad Católica, insultó a su hijo, a él mismo y al entrenador. Calificó a este grupo de «energúmenos», dijo que no volverá a sentarse en el palco del Palacio de los Deportes y amenazó con dejar el baloncesto.
El técnico cántabro no quiso meterse en un charco y evitó entrar en polémicas cuando ayer se refirió a las críticas de parte de la parroquia grana que sacaron de quicio a José Luis Mendoza. «La gente tiene la capacidad de expresarse y hay que centrarse en la mayoría silenciosa que sí está con el equipo y en que tenemos que cambiar la actitud para conseguir mejores resultados. A partir de ahí nos quitaremos presión y daremos pasos hacia adelante. En cuanto a las palabras del presidente, él no solo me ha defendido a mí sino también a los jugadores. Lo que hay que hacer es devolver la confianza ganando partidos».
El gen ganador de Mendoza
Óscar Quintana destacó de José Luis Mendoza que «es una persona que nos impulsa a lo mejor, cree muchísimo en el equipo y es exigente porque es un ganador».
El entrenador cántabro añadió que no le preocupa que parte de la grada pidiera el miércoles pasado el regreso de Fotis Katsikaris. Fue durante el partido de la EuroCup, ante el Zenit. Asimismo, dijo que su plantilla «tiene carácter y se va a levantar junto con su afición».
Quintana habló ayer en rueda de prensa antes de dirigir el primer entrenamiento de una semana en la que el UCAM CB vuelve a competir tras descansar en la undécima jornada de la Liga Endesa. Pero antes, mañana, visitará al Unicaja de Málaga en la EuroCup.
«Tenemos la suerte de que el parón en la Liga es menor por disputar la EuroCup y la mejor manera de recuperar sensaciones es jugar bien, ir creciendo siendo más regulares y ganar», dijo ayer Quintana, quien confía en poder contar con el ala-pívot británico Ovie Soko, tras haber estado inactivo durante casi un mes por culpa de un esguince de tobillo.
«Algún minuto puede jugar en Málaga», indicó, al tiempo que añadió que «cuando pierdes echas en falta a todo el mundo, pero hay que mirar hacia delante y ser optimistas». A ese optimismo contribuiría vencer mañana a un Unicaja que es «uno de los favoritos para ganar el título, como los es también el Valencia Basket, el Hapoel de Jerusalén y el Zenit de San Petesburgo».
El de Torrelavega espera mañana a «un buen rival, que lleve la iniciativa» y ante el que tendrán que «defender fuerte y cerrar el rebote, pues el Unicaja juega muy bien a campo abierto».
Al margen de lo que pase en la EuroCup, en la que el UCAM ya está clasificad para la siguiente fase desde hace varias semanas, el entrenador universitario sabe que deben remontar el vuelo en el torneo doméstico, en el que el UCAM CB es decimotercero con solo tres victorias y siete derrotas.
«El equipo tiene carácter y se va a levantar junto con su afición, a la que necesitamos, pues cuando ha hecho grandes cosas ha sido en comunión con su afición y queremos que vuelva a confiar».
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