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Jugadores, técnicos y directivos del UCAM celebran la victoria de ayer en la cancha del Zenit.
El UCAM da la campanada en Rusia ante el Zenit

El UCAM da la campanada en Rusia ante el Zenit

El equipo murciano se impuso en la prórroga, contra todo pronóstico, a uno de los favoritos, con un triple de Campazzo a falta de 18 segundos

ANDRÉS EGEA

Jueves, 27 de octubre 2016, 01:42

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Sufrida, merecida e histórica la victoria en la prórroga la conseguida por el UCAM CB en San Petersburgo ante el Zenit, un equipo cuyo presupuesto de 15 millones de euros contrasta con los dos que tiene el conjunto murciano. Y es que en ocasiones el dinero da la facilidad, pero no siempre. El conjunto de Murcia tumbó a uno de lo aspirantes a estar en las eliminatorias por el título y pegándole donde más le duele y donde era favorito el equipo local, en el juego interior.

Es el primero de los triunfos murcianos en una gira que le ha llevado a disputar hasta cuatro encuentros a domicilio y que viene a cortar una racha de tres derrotas consecutivas. Una dosis de moral muy importante de cara al paetido del próximo sábado ante el Herbalife Gran Canaria en el Palacio.

Es el tercer encuentro de EuroCup para los hombres de Quintana y su primera victoria como visitante, lo que eleva a dos los encuentros que ha ganado. Sabedores de que los triunfos a domicilio valen su peso en oro, el de anoche ha sido vital y quien sabe si el pasaporte para la segunda fase. Ganar está caro y obliga al Buducnost a realizar una machada o dar otra sorpresa, de este calibre, para neutralizar la ventaja de los murcianos.

El UCAM hizo algo de lo que había adolecido en sus últimos envites. Cambió cosas y a Quintana le salieron bien. Lo primero fue que empezó el partido con ritmo, con intensidad, fuerte en defensa y con equilibrio en el juego ofensivo y defensivo. No dejó pensar al rival, le hizo una tela de araña en la zona para que sus hombres altos no se sintieran cómodos y cuando los rusos se fueron a dar cuenta, vieron que el partido lo tenían cuesta arriba. Karasev tuvo que pedir muy rápidamente un tiempo muerto pero no evitó que el marcador se fuera al 7-21.

Esa fue la primera premisa, arrancar fuerte, aunque a base de triples el Zenit se metiese en el encuentro. Lo segundo era equilibrar las líneas y que Faverani jugase cerca del aro oponente. El brasileño sacó petróleo merced a su mayor calidad y pudo con todos los marcadores que le pusieron mientras le acompañó el físico. Y Campazzo, que hizo varios amagos de irse del partido por las protestas, pero se sujetó, se lo pensó y se dicho a jugar, a hacer jugar y anotar cuando más lo necesitaba el equipo.

Lanzamiento providencial

Más nombres propios. El de Rojas, que capturó 13 rebotes, el primer cuarto de Radovic, la intimidación de Billy Baron cuando flotaba por el perímetro, pero sobre todo lo que funcionó fue el trabajo en la lucha por el rebote. Esta fue la faceta, que al margen de meter un triple o robar un balón, hizo que la balanza se decantara a favor del UCAM. Que a un equipo con tantos centímetros y músculo como los que tiene el Zenit le cojan 12 rebotes en ataque y éstos solo capturen 5, tiene mucho mérito. La defensa brilló al igual que el sacrificio colectivo y aunque hubo lagunas propias por la inseguridad o exceso de responsabilidad, el base argentino anotó un triple a falta de 18 segundos paras el final que fue clave (81-84). El Zenit tuvo 14 segundos para organizar un ataque y con el 83-85 le valía una canasta de dos o forzar una falta para forzar otros cinco minutos extras, pero Markovic, que había anotado antes dos triples se la jugó de tres y falló. El rebote, uno más, fue visitante y el triunfo también. Por cierto, Pocius no jugó un solo segundo.

Antes, los dos equipos tuvieron una posesión para decidir el encuentro y no tener que acudir al tiempo añadido. Y es que la responsabilidad se había convertido en pánico porque nadie quería fallar conforme estaba el partido. Solo así se explica que el UCAM dejase escapar un 63-72 a falta de 4 minutos para el final y con la posesión del balón. En ese momento apareció Markovic para meter a su equipo en el partido a base de triples, mientras que en el UCAM las posesiones se contaban por pérdidas sin tan siquiera lanzar a canasta. La victoria estaba en el bolsillo y solo faltaba rematar, pero a muchos se les encogió el brazo en ese instante. Los murcianos lo pasaron mal porque de tener el partido perfectamente controlado, pasaron a dar opciones a su rival para llevárselo. Lejos de venirse abajo por no haber sentenciado, el UCAM hizo gala de lo que le había llevado a pasar por encima de su oponente en los primeros minutos, su defensa. Las alternativas se sucedieron en el marcador y de poco importaba ya lo que había sucedido antes. El equipo murciano había sido mejor en el cómputo general, pero el Zenit no le perdió la cara al choque gracias a su acierto de tres puntos. Los de Quintana habían fracasado en esa faceta con 3 de 14 en los primeros 3 cuartos, algo que arreglaron en el último y en la prórroga con 5 canastas de 12 intentos.

La clave de la victoria estuvo en el triple que anotó Campazzo a falta de 18 segundos para el final de la prórroga (81-84) y que obligaba a no fallar al Zenit.

El mejor fue el base argentino, que disputó cerca de 37 minutos para anotar 22 puntos, capturar 5 rebotes, dar 7 asistencias y robar 6 balones.

El próximo partido de EuroCup lo disputará el UCAM el miércoles 2 de noviembre en el Palacio de los Deportes de Murcia ante el Unicaja de Málaga, a las 20:45 horas. Antes, el sábado, recibirá la visita en el Palacio del Herbalife Gran Canaria (18:30 horas).

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