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ANDRÉS EGEA
Lunes, 2 de marzo 2015, 00:51
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No hay nada mejor que arrancar de fábula un partido para sentar las bases de un triunfo cómodo, y eso fue lo que hizo el UCAM en Sevilla, empezar con tres marchas más que el rival. Los murcianos recuperaron el espíritu que le hizo ser un equipo temible por todos en las primeras jornadas y asestaron un duro golpe a un oponente que se presentaba en su pista tras conseguir su mejor racha de la temporada con tres victorias consecutivas y ante equipos de la zona alta de la clasificación.
Lo de menos fue el resultado. Lo de más fue ver cómo los murcianos jugaron los tres primeros cuartos y los tres primeros minutos del último. Pese a que las torres del Baloncesto Sevilla controlaron el rebote y los hombres de Ocampo terminaron con más faltas y más tiros libres encajados que conseguidos, el encuentro disputado fue brillante y casi inmaculado. Todo un recital de baloncesto hasta que se sintieron ganadores o hasta que llegaron las fuerzas.
Todos los jugadores que puso Ocampo en la pista respondieron perfectamente a un choque que se presentaba inicialmente muy complicado, también jugadores que hasta la fecha no estaban atravesando su mejor momento, tales como Kelati, Bamforth y Víctor Arteaga. Quien más o quien menos, tuvo su momento de gloria y nadie pasó inadvertido por Sevilla. Se desconoce si la motivación extra que añadía la presencia en la grada de los ojeadores de cuatro clubes de la NBA que se habían desplazado al pabellón para ver a hombres como Porzingis y Lima sirvió como detonante para el resto, pero lo cierto es que el UCAM realizó los mejores 33 minutos de toda la temporada (57-86).
Los hombres de Luis Casimiro no contaron ni con la transformación del UCAM, que volvió a alcanzar su mejor tono, ni con la presencia de los infatigables Sufridores, a los que se les oyó más que a los cerca de 3.800 espectadores locales.
Acierto inhabitual
El del UCAM fue un partido muy completo desde el inicio, con un dominio del rebote insultante, una defensa fantástica que le permitió recuperar numerosos balones, un acierto en el tiro poco habitual y un Raulzinho Neto que tocó el cielo con su dirección magistral. Fue, sin duda, el partido del brasileño que, con 11 asistencias, entre otras genialidades, desarboló por completo a la defensa del Baloncesto Sevilla. Fue la culminación y la consagración esta temporada del base en el UCAM.
Además, Radovic estuvo inmenso en ataque con 18 puntos y 'secando' en defensa a Ponzingis, tal y como había prometido. Scott Wood se fue hasta los 17 puntos tras una serie de 5 de 8 en triples; Lima secó a los pívots locales en los tres primeros cuartos, además de anotar 10 puntos y capturar 8 rebotes; Bamforth recuperó su confianza en el tiro con 14 puntos; Kelati rompió el encuentro en ataque durante el primer cuarto, con sus 10 puntos; y Arteaga suplió con garantías a Lima en ataque, con otros 10 puntos.
El equipo murciano defendió a las mil maravillas durante 33 minutos y eso le dio la confianza necesaria y suficiente para atacar con la certeza de que terminaría anotando. Además, regresó el capitán José Ángel Antelo dos semanas antes de lo esperado y tuvo la ocasión de jugar 14 minutos para ir recuperando sensaciones, lo cual es vital para este equipo.
Los primeros minutos del partido resultaron bastante significativos a la vez que determinantes. El UCAM lanzó desde el exterior en sus dos primeros ataques y falló, pero tras capturar el rebote ofensivo anotó en ambos casos. Con una férrea defensa que cortaba la línea de pase del rival, el UCAM se cansó de recuperar balones en los primeros compases para acabar anotando. Cuando los sevillanos se fueron a dar cuenta y Luis Casimiro pidió su tiempo muerto, el marcador ya estaba en 2-13.
Neto se mostraba seguro y nadie lo podía frenar a la hora de circular el balón ni de superar en defensa. Simplemente los desesperó a todos. Kelati se había venido arriba y Radovic, con Porzingis en el banquillo, era el capitán general en ataque. Pero, sobre todo, el quinteto estaba defendiendo muy bien. Luis Casimiro, que sacó un quinteto muy extraño y descompensado (21 puntos de los 83 de su equipo) no supo parar el vendaval visitante y fue a raíz de un triple de Wood (2-20) y las obligadas rotaciones en el banquillo del UCAM, debido al cansancio físico, cuando el Baloncesto Sevilla hizo el amago de meterse en el partido. Entraron en la pista Radicevic, Penney, Porzingis y Hernangómez y los locales comenzaron a carburar un poco, pero el conjunto murciano estaba lanzado y, tras el 11-21, le endosó un parcial de 2-10 a su oponente en los últimos dos minutos del primer cuarto con un soberbio Kelati en ataque.
22 puntos arriba
En el segundo acto, con los mejores jugadores sobre la pista, el equipo local se puso a 13 puntos, pero Bamforth, que ya había calentado su muñeca en los últimos instantes del cuarto anterior, anotó dos triples casi consecutivos y el UCAM se volvió a ir. Arteaga comenzó a dominar en las dos canastas ,aprovechándose de su envergadura, y volvió a establecer una máxima diferencia de 22 puntos (29-51).
El público local ya llevaba un rato pitando a los suyos, mientras que el casi medio centenar de la peña Sufridoresdelcbmurcia se lo pasaba en grande y vitoreaba a los suyos. Al descanso, la ventaja era de 18 puntos y lo más destacado eran el 12 de 14 en tiros de dos de los murcianos, las 8 asistencias de Neto y una extraordinaria defensa.
La concentración en el trabajo era máxima y por eso, ante los pequeños destellos del Baloncesto Sevilla, el UCAM contestó de forma contundente. El choque lo cerró el equipo de Ocampo cuando Scott Wood anotó tres triples y dos tiros libres de forma consecutiva. El marcador ya estaba en 45-69 y, aunque restaban más de 15 minutos para el final, el UCAM se sentía poderoso.
El último cuarto sobró, más aún cuando Radovic anotó el segundo de sus tres triples. A partir de ese instante, con el partido resuelto y el trabajo muy bien hecho, la intensidad en defensa bajó debido al cansancio. El parcial de 26-10 para los sevillanos desde ese momento y hasta el final del partido fue solo una anécdota que para nada puede empañar el magnífico encuentro que ayer realizó el UCAM en Sevilla para alcanzar su décima victoria de la temporada.
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