Márquez busca la matrícula de honor

Las vacaciones se acaban. Cuando muchos todavía se encuentran empezándolas, los pilotos del Mundial de motociclismo ya han disfrutado de una merecida desconexión que toca a su término este fin de semana en los Estados Unidos. En el horizonte del trazado americano de Indianápolis emerge Marc Márquez, que se presenta de la misma manera en la que lo hace septiembre para los estudiantes. El período estival habrá servido a los rivales para cargar las pilas y olvidarse del tormento que sufren cada fin de semana de carreras cuando el '93' procede de alguna de las dos únicas maneras posibles: o aniquilándolos desde la 'pole' o adelantándolos independientemente de la posición en la que salga.

Algunos han tenido tiempo hasta de sonreír y firmar nuevos contratos, como son los casos de Cal Crutchlow con el equipo LCR Honda, y el reciente de Stefan Bradl, el perjudicado de la situación anterior y que correrá por el Forward Yamaha en 2015. Felices o enfadados, todos ellos llegan a un circuito muy poco motero pero del que depende buena parte de la expansión de este deporte por tierras americanas. Indianápolis sólo entusiasma a aquellos que han triunfado allí, mientras que el resto no terminan de parecer demasiado cómodos, aunque todos hablan maravillas de la reciente remodelación y asfaltado.

El circuito tampoco era del agrado de Marc Márquez, aunque quién lo diría. Ganó allí la pasada temporada, y lo hizo con más de tres segundos de ventaja sobre Pedrosa y casi seis respecto a Lorenzo. Dani afirma llegar a la cita «relajado» después de una primera parte del año irregular en la que, al menos, ha conseguido algo que parecía imposible, renovar por dos temporadas con HRC. Jorge, por su parte, se ha hartado a evidenciar que ni mucho menos se conforma con la situación actual. Él mismo confirma: «Todavía quedan nueve carreras por delante y quiero dar lo mejor. Quiero pelear y pilotar en mi mejor forma para tratar de ganar. Durante la última carrera en Alemania me sentí muy a gusto con la moto y creo que puedo volver en buena forma». Un podio le igualaría con el legendario Eddie Lawson, por lo que alcanzar el cajón tampoco es una meta menor, aunque cualquiera que le conozca sabe que tratará de pelear con el alma contra el hombre que quiere lograr lo imposible: vencer en todas las pruebas del Mundial de MotoGP. El primer paso para tal hazaña sería lograr la matrícula de honor, es decir, lograr diez de diez.

El cuarto en discordia pero tercero en la general, Valentino Rossi, apostó por una táctica conservadora, al menos en los micrófonos. «Esperamos ser competitivos allí y ser competitivos a lo largo de la segunda parte de la temporada, aunque las próximas carreras no serán fáciles porque ahora vamos a llegar a las pistas que son difíciles para mí». Cualquier cosa que no sea tres de ellos en el podio de 'Indi' sería una sorpresa, aunque viendo el nivel de Dovizioso con la Ducati tampoco sería descartable.

Rabat no quiere ceder

Tito Rabat tiene una nueva meta ante sí, la de ser el primer campeón de Moto2 en defender su corona en la categoría intermedia. Para ello ya ha prolongado su estancia con las 600cc para todo 2015, pero le queda lo más difícil: lograr el campeonato. El piloto español cruza el charco con 19 puntos de ventaja respecto a su compañero, Mika Kallio, que se ha revuelto en las últimas citas hasta amenazar la supremacía de Esteve. Maverick Viñales y el resto de aspirantes conjugan actuaciones notables con otras decepcionantes, por lo que parecen más peligrosos de cara a momentos puntuales que para la regularidad.

En Moto3 ese es justo el único punto en el que tiene que mejorar Jack Miller. El australiano se muestra dispuesto a todo para ser el primero en ver la bandera a cuadros, algo que le trae alegrías pero también sonoras decepciones. Esperando el fallo y enseñando rueda, los dos Álex, Márquez y Rins, que en compañía de Romano Fenati y de Efrén Vázquez se encuentran a la expectativa.