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Fernando Alonso.
Alonso encuentra enemigos debajo de las piedras
GP de españa

Alonso encuentra enemigos debajo de las piedras

Las críticas arrecian sobre el piloto asturiano y su carácter

David Sánchez de Castro

Miércoles, 6 de mayo 2015, 18:35

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Fernando Alonso está sometido a una extraordinaria presión en este inicio de temporada 2015. El piloto asturiano ha pasado por un polémico accidente en Montmeló, donde vuelve este fin de semana, por una corta y dura pretemporada que se ha completado con cuatro carreras en las que el McLaren más parece un antiguo Minardi que un monoplaza con el que quiere ganar el tercer campeonato del mundo. Y en medio de todo esto, Ferrari ha vuelto a ganar y Mercedes se ha escapado más aún al frente del campeonato. Para un piloto como Alonso es complicado sostener la compostura, y más cuando en sus momentos más bajos, día sí y día también salen sus críticos a la palestra.

En los últimos meses, coincidiendo con el mal momento de Alonso y McLaren, ha recibido críticas muy duras, y todas ahondando en la misma idea: Alonso es huraño y soberbio. Jacques Villeneuve, campeón del mundo en 1997, le acusó de ser mal compañero, mal piloto de equipo y de tener complejo de Dios. El canadiense dijo que sólo pensaba en Twitter, que se comportó muy mal con Ferrari y que debería haber pensado más en la 'Scuderia'. El canadiense siempre ha sido muy deslenguado, así que tampoco era muy difícil prever que fuese uno de los que le atizaba. Más cuando fueron compañeros en cuatro carreras en Renault, Alonso le barrió en las cuatro y apenas se hablan desde entonces.

Después llegó Niki Lauda, un clásico de las grandes 'rajadas' en el 'paddock'. El tricampeón del mundo de Fórmula 1 y actual presidente no ejecutivo de Mercedes dijo de Alonso que era «oscuro, egocéntrico y malhumorado» y por eso no triunfó en Ferrari. «¿Cómo se puede levantar la moral de una escudería si su piloto sólo habla mal cada vez que puede?», se preguntaba, afilado, el veterano expiloto. Estas palabras del austríaco, no obstante, tampoco generaron mucha sorpresa. Es capaz de decir blanco, negro y lo contrario en muy pocos días cada vez que habla ante los medios.

Espinas

Sin embargo, más duras han sido las espinas que le dedicó a Alonso un piloto que le conoce muy bien, su excompañero Jarno Trulli. El italiano, que tampoco pudo con el español, dijo «que siempre quiere que el equipo sea sólo para él. Todo debe estar hecho para él y este factor ya influyó en Ferrari en el pasado y llevó a la escudería italiana al nivel que vimos», dijo, insinuando que ese supuesto egoísmo de Alonso fue un lastre para la 'Scuderia' en estos años.

Precisamente, el último en ponerse en fila para tirarle otra piedra al español, ha sido uno de los que más ha convivido con él en Italia: Luca Cordero di Montezemolo. El expresidente de Ferrari siempre fue uno de los máximos valedores del asturiano, al menos de cara hacia afuera, y más cuando veía que era Alonso el único en sacar algo de rendimiento con coches más que pobres nacidos de la fábrica de Maranello. «Alonso se había vuelto triste y oscuro y mostraba continuamente desconfianza en el equipo. y decidimos el cambio», afirma el actual máximo responsable de Alitalia, al que también se llevó por delante la revolución comenzada en Ferrari.

Ahora que Alonso no pasa sus mejores días, ahora es cuando más le están criticando. Curioso que, hace no mucho, cuando el español brillaba con un monoplaza basto, hosco y técnicamente muy inferior, nadie decía nada. Quizá ahora Alonso, en lugar de agarrarse a cualquier mantra samurái de los que le gustan, se agarre al clásico español: «Ladran, luego cabalgamos».

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