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ANDRÉS CREMADES
Lunes, 29 de septiembre 2014, 00:42
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El Motocross de Molina volvió a responder a la expectativas creadas y llenó la colina de Los Conejos con más de quince mil aficionados, para convertirse en el evento que más seguidores atrae después del fútbol. Mañana nublada en la última prueba del Campeonato de España en las categorías master 35, master 40, MX 125 y MX sub 18. Los aficionados, a pesar de la amenaza de la lluvia, no dejaron de acudir al circuito desde las ocho de la mañana y todo transcurrió con normalidad gracias a las cuatro mil plazas de parking en cuatro aparcamientos disuasorios y a los cien efectivos de la Policía Local, Cruz Roja y Protección Civil, además de los 40 comisarios del circuito, que hicieron posible que se celebrara el XXXVI Motocross Fiestas de Molina, premio El Corte Inglés, sin incidencias dignas de mención.
Master 35
1º Javier García 50 puntos
2º Jesús Bermúdez 44 puntos
3º Carlos Torres 40 puntos
Master 40
1º Josep Font 50 puntos
2º José Manuel García 44 puntos
3º Leandre Casas 40 puntos
MX sub 18
1º Iker Larrañaga 50 puntos
2º Marc Sans 42 puntos
3º Fabián Beneito 40 puntos
MX 125
1º Adrián Aparicio 50 puntos
2º Simeó Ubach 42 puntos
3º Albert Girona 38 puntos
La Escudería Carlos, que es la organizadora de este evento, quería traer hasta Molina las categorías más vistosas del panorama nacional, y tanto la sub 18 como la 125 estaban igualadísimas; no tanto la de master 35 donde el que ha sido varias veces campeón de España y también de Europa Javier García Vico lo tenía todo bajo control. Los aficionados respondieron y llenaron los 'boxes' de los pilotos que ayer se dieron un baño de masas, sobre todo el nuevo campeón de España sub 18, Iker Larrañaga. El vasco dominó las dos pruebas con gran autoridad y, además, se permitió hacer las delicias de los espectadores en las últimas vueltas de las dos mangas.
A eso de las 12.00 dio comienzo la primera prueba. Caravanas, coches, chiringuitos y aficionados ya estaban apostados con su nevera y sus silletas para coger el primer sitio, sitio que los más adelantados ya habían cogido a las ocho de la mañana. No hicieron falta los paraguas bajo un cielo nublado, un cielo que hizo las delicias de los miles de aficionados. Además, a la fiesta se sumó el alcalde de Molina, Eduardo Contreras. En la entrevista que se le hizo desde el camión del animador, el primer edil prometió más ayudas para una prueba consolidada y que es la más importante en cuanto a número de la ciudad conservera. «La prueba está consolidada, haremos más reformas y traeremos a los mejores del motocross nacional a Molina. La afición molinense quiere motocross y desde el equipo de gobierno vamos a hacer lo posible y lo imposible por tener una de las pruebas punteras a nivel nacional», dijo el alcalde.
Todo estaba preparado para ver las mangas de las cuatro categorías y el aceite quemado era el olor característico de un circuito que se puso en ebullición para disfrutar de un deporte que tiene en Molina a una afición incondicional.
Javier García Vico fue el primero en entrar en acción. El siete veces campeón de España y de Europa tenía al talaverano Jesús Bermúdez como máximo rival, pero el piloto oficial de Honda dominó de principio a fin. En la segunda vuelta de la primera manga el piloto catalán ya puso tierra de por medio, al igual que Bermúdez. Ambos castigaron vuelta tras vuelta al balear Carlos Torres, que apenas pudo seguir unos metros la estela de los lideres de la categoría master 35.
García Vico se luce
García Vico comenzó a homenajear al público con saltos de todo tipo, y el 'romano' y la 'cruz' hicieron las delicias de los aficionados que se volcaron con el piloto, que hizo la última vuelta saludando a todos sus incondicionales. Bermúdez, con un pilotaje serio pero lejos de García Vico, consiguió cerrar en segunda posición por delante de Carlos Torres. En la segunda manga la historia se repitió, pero en esta ocasión el castellano consiguió aguantar tres vueltas al catalán. El ritmo endiablado del piloto de Honda hizo imposible que el de Yamaha respondiese y al final se repitió la historia y Javier García Vico se proclamó campeón de España en master 35.
En la categoría master 40 Josep Font fue el que dominó la prueba de principio a fin. Regular en su conducción y, sobre todo apurando en cada curva y cada salto, el barcelonés puso la directa y ni José Manuel García ni Leandre Casas pudieron seguir su ritmo. Estos dos últimos sí mantuvieron un duelo hasta el final de la manga, en la que el piloto de Honda José Manuel García logró imponerse. En la segunda manga de nuevo la tiranía de Font salió a relucir y el segundo puesto y el tercero tuvieron los mismos protagonistas y los mismos resultados, por lo que Josep Font es el nuevo campeón de España en categoría master 40.
La prueba reina fue la MX sub 18, en la que tres pilotos optaban a salir campeones nacionales de Molina. Lluis Riera, con Kawasaki, se presentaba con 241 puntos y liderando la tabla; el segundo era Iker Larrañaga que, a los mandos de Husqvarna, llegaba con nueve puntos por debajo del barcelonés; y el tercero en discordia era el malagueño de Yamaha Fran Haro. Aunque sus opciones eran menores, con 212 puntos, matemáticamente podía optar al campeonato.
La prueba se inició muy reñida, pero la superioridad de Iker Larrañaga se fue imponiendo cuando los problemas en la Kawasaki de Riera comenzaron aparecer. Poco a poco el vasco puso tierra de por medio y Lluis Riera no pudo pasar a sus rivales. Al final vio cómo no podía quedar más allá de la sexta posición y, con la moto muy tocada, ya no salió en la segunda tanda. Sin Lluis Riera y con Fran Haro sin hacerle ni sombra, Iker puso tierra en las dos primeras vueltas y después, con un pilotaje serio y fino, consiguió ganar la prueba entre aplausos de la afición que agradeció los saltos de cara a la galería del vizcaíno, que se convirtió en el nuevo campeón de España en MX sub 18.
En MX 125 Rubén Fernández se proclamó campeón de España, a pesar de no hacer una buena carrera en Molina. La renta que tenía le valió para ser el campeón sin ganar ninguna manga. El que estuvo intratable fue el madrileño Adrián Aparicio, que ganó las dos mangas y consiguió el subcampeonato nacional, muy superior a un Simeo Ubach que estuvo excesivamente conservador.
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