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Pedro Re
Sábado, 27 de mayo 2017, 17:50
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El Francisco Artés Carrasco estalló nada más acabar el encuentro. El Lorca de Xu Genbao acababa de abrazar el sueño del ascenso a Segunda División y al fútbol profesional y el estadio lorquino, que al final registró un lleno, se rindió a sus héroes, con miles de aficionados coreando el nombre del equipo e invadiendo el campo al final para festejar con los suyos un salto que devuelve a Lorca al fútbol profesional.
Y es que los aledaños y el estadio se quedaron pequeños ante el histórico acontecimiento. Al final despertó la afición del Lorca, que triplicó en aficionados a la del Albacete, sabedora de que estaba ante un acontecimiento excepcional. Ya al principio los jugadores saltaron para hacer el calentamiento y fueron alentados por los muchos aficionados. El resultado de empate a uno logrado por el equipo de David Vidal en el Carlos Belmonte parecía suficiente para lograr el objetivo, pero el encuentro se hizo eterno, incluso Abel Gómez, que había marcado en la ida, se permitió el lujo de fallar una pena máxima al comienzo de los segundos 45 minutos. El Albacete apretaba, pero la grada no estaba por la labor de dejar a su equipo solo, alentándolo hasta la saciedad. El colegiado alargó el choque cuatro minutos que se hicieron interminables, pero con el pitido final el público explotó. Lorca ya es de Segunda.
Los aficionados blanquiazules saltaron al terreno de juego para estar junto a sus ídolos, unos jugadores que consiguieron por un momento hacer feliz a una ciudad. En el palco no faltaban las felicitaciones a Xu Genbao, el dueño y presidente, que estaba como en una nube. El Lorca ya se encuentra en el fútbol profesional. Lo ha conseguido en el primer asalto, sin tener que esperar a otras eliminatorias, y ahora espera rival para jugarse el título honorífico de campeón de Segunda B.
Saltaron otra vez al campo
La fiesta fue de las que hacen época y los jugadores tuvieron que saltar de nuevo al terreno de juego, al ser reclamados para que dieran la vuelta de honor al campo. Mientras tanto, en el centro del campo era David Vidal el protagonista. Un David Vidal que fue pasado por agua en la rueda de prensa, ya que cuando comparecía ante los medios entraron los jugadores y ducharon al técnico. En definitiva, el estadio era una fiesta que se prolongó fuera.
Del campo al centro de la ciudad, los aficionados se desplazaron a la Plaza del Óvalo, lugar donde se celebran los grandes acontecimientos futbolísticos, y el de ayer lo era, porque el equipo volvía al fútbol profesional después de una década, cuando el Lorca deportiva tuvo la suerte de encontrar el ascenso en la lejana ciudad de Irún.
Los jugadores acudieron a la mítica fuente en un autobús descapotable para estar junto a una afición que no daba crédito a lo sucedido horas antes en el Artés Carrasco. La fiesta fue larga, pero mereció la pena, tras la tensa e incierta eliminatoria ante el Albacete.
Y es que el Albacete compitió como otro campeón. El primer tiempo fue de los blanquiazules, el segundo, del Albacete, equipo que nunca pudo con la numantina defensa que se encontró en su rival. La mejor ocasión del choque fue del Lorca, cuando Abel Gómez tiró un penalti que falló, aunque no hay que olvidar que este mismo futbolista propició el camino del ascenso con su gol en el Carlos Belmonte.
El equipo de David Vidal era el mismo que logró un meritorio empate en el Carlos Belmonte, mientras que José Manuel Aira hizo un cambio dando entrada a Josán, exjugador del equipo lorquino. El Lorca se adueñó en la parcela central del campo, con mejor posesión y manejo del balón, y el Albacete no encontraba la fórmula para llegar al área defendida por Dorronsoro. Cumplido el minuto quince, el dominio pasó al Albacete. Los locales empezaron a meterse en su campo, y es que el empuje del Alba se hacía agobiante por momentos.
Tras una década
Ya en el segundo tiempo el Albacete salió con una velocidad mayor, y es que necesitaba un gol para superar la eliminatoria y lograr el ascenso. Sin embargo, no gozaba de oportunidad alguna para conseguirlo. Los diez últimos minutos fueron un quiero y no puedo, pero por parte de los dos equipos, a los que les pesaba ya el calor y la presión de la eliminatoria. El Lorca trabajó, sufrió y logró llevar a un conjunto de la Ciudad del Sol al fútbol profesional después de una década. Los aficionados saltaron al terreno de juego y festejaron con sus jugadores el triunfo coreando a Genbao.
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