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Casemiro marca el segundo gol del Real Madrid en San Mamés.
Casemiro, un seguro a todo riesgo
28ª jornada

Casemiro, un seguro a todo riesgo

La actuación del mediocentro en San Mamés eleva la jerarquía del brasileño en el Madrid de Zidane

Óscar Bellot

Domingo, 19 de marzo 2017, 17:58

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Álvaro Arbeloa encendió el debate al apuntar en las redes sociales que Casemiro era el mejor mediocentro del mundo. Lo hizo después de que el brasileño marcase en el Santiago Bernabéu ante el Nápoles el tanto que cerró la cuenta del Real Madrid en la ida de octavos de la Liga de Campeones. Sin ir tan lejos, el sábado Marcelo situó a su compañero entre los más destacados en la medular que se pueden encontrar en el firmamento futbolístico. Como entonces, el '14' venía de perforar el arco rival, algo desacostumbrado en quien tiene encomendada la función de 'stopper' pero que empieza a dejar de ser inhabitual en este 2017. Ante el Athletic anotó 'Case', como gusta de llamarle Zinedine Zidane, su tercer tanto en la presente campaña, el segundo en Liga tras el que firmó frente al Granada. Un gol que dio a los blancos la victoria en la salida, a priori, más complicada que les quedaba en el calendario liguero y que significó un golpe de autoridad en un escenario como el de 'la Catedral' sólo apto para valientes. En sus botas comenzó también la jugada del primero, con un pase de 30 metros a Cristiano Ronaldo en la jugada que culminó Benzema.

De coraje anda sobrado el que posiblemente sea, a día de hoy, el único jugador insustituible en el Real Madrid. Menos dotado técnicamente que Modric y Kroos, sus compañeros en la medular, el internacional con la 'canarinha' es el soldado más aplicado con que cuenta 'Zizou'. Y, a sus 25 años, hace gala de una jerarquía propia de quienes son líderes por naturaleza. Con muchísimas menos horas de vuelo, fue el encargado de mantenerle el pulso a Raúl García y Aduriz en la pelea de gallos que se vivió en San Mamés. Salió al quite cuando el navarro y el donostiarra cruzaban recriminaciones con Nacho, Carvajal y Sergio Ramos. Arrogándose galones de mariscal, trató de marcar terreno, obligando a Marcelo a desempeñar la función de pacificador a fin de que el calentón de su compatriota no causase males mayores. El choque demandaba hombres dispuestos a enseñar los colmillos y nadie en el Madrid lo entendió mejor que Casemiro. Pudo ganarse la amarilla en una dura entrada a Williams antes de que Benzema abriese el marcador y finalmente la vio en el 31 por un golpe a Aduriz. Una cartulina que obligará a Zidane a recomponer el centro del campo para el partido ante el Alavés tras el parón motivado por los encuentros de las selecciones.

No será tarea fácil para el técnico galo. Con Casemiro como gran artífice junto a Benzema, el Real Madrid mostró frente al Athletic una de sus mejores caras de la temporada seis días después de que el Betis le apretase las tuercas en el Bernabéu. Partido aquel en el que los blancos se resintieron en exceso de la decisión de Zidane de dejar de inicio al brasileño en el banquillo, preservándole precisamente del riesgo de que una tarjeta le impidiese estar en San Mamés por acumulación de amonestaciones.

Regularidad

La ausencia de Casemiro ha coincidido con algunas de las actuaciones más pobres del Real Madrid esta temporada. Con el '14' de baja por lesión encadenaron los blancos tres empates consecutivos ante Villarreal, Las Palmas y Eibar en la primera vuelta. Desprovisto de su ancla, le costó al cuadro merengue regresar a la senda de la victoria. Se asentó luego Kovacic en su lugar y con el croata ganó el equipo de Chamartín en el Calderón y empató en el Camp Nou. Regresó para la épica victoria ante el Deportivo con gol de Sergio Ramos en el 92 y desde entonces se ha convertido en uno de los pocos a los que no cabe reprochar bajones de rendimiento. No es casualidad que su no presencia en el campo coincidiese con dos de los partidos más deslucidos del Madrid en el Bernabéu, ante la U.D. Las Palmas en la vigésimo quinta jornada y la señalada ante el Betis en la vigésimo séptima. Entre medias, la goleada ante el Eibar, en la que sí estuvo presente.

Sin Casemiro, la endeblez defensiva del Real Madrid se agiganta, máxime cuando arriba está la BBC. El brasileño ha recuperado 120 balones en los 1.120 minutos de Liga que ha disputado, uno cada 9,3 minutos, lo que da un total de ocho por partido. Ha perdido, por contra, en 31 ocasiones el esférico. Los números de sus compañeros no resisten ni remotamente la comparación con los del '14'. Modric, el que más se le acerca, ha robado 105 en 17 encuentros, uno cada 12,8 minutos y 6,17 por choque. El croata ha perdido el cuero en 51 ocasiones. Kroos, por su parte, recupera un balón cada 15,9 minutos, 5,3 por partido. Y Kovacic, quien ha tenido que ejercer como sustituto ante la carencia en la plantilla blanca de un perfil similar al del brasileño, roba 4,11 veces el esférico por encuentro. Datos que ratifican que sin Casemiro los días son mucho más tristes para la parroquia blanca.

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