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Los jugadores del Atlético de Madrid celebran uno de los goles ante el Malmoe
El Atlético se asocia para golear en Champions
fútbol | liga de Campeones

El Atlético se asocia para golear en Champions

Koke encontró en Arda y Griezmann dos aliados para tumbar en la segunda parte al ordenado Malmoe

Rodrigo Errasti Mendiguren

Miércoles, 22 de octubre 2014, 00:48

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El Atlético goleó en una buena segunda parte al Malmoe cuando sus futbolistas de calidad se asociaron ante un rival encogido y con el plan aprendido. Durante muchos minutos elaboró buen fútbol, del más vistoso, y gracias a él logró cuatro tantos con el balón jugado, uno más que toda esta campaña en Liga. Un triunfo revitalizador en lo anímico y también en lo futbolístico, que le permite viajar a Suecia compartiendo liderato de grupo y demostrando que tiene recursos más allá de la conocida efectividad balón parado, que por supuesto sigue siendo una de sus armas.

El ambiente era algo desangelado, no por falta de personal, aunque estaba lejos de las mejores noches europeas. Tampoco por el frío, pero el aire festivo de la Champions no se notaba por ningún lado. El himno rojiblanco dejó de sonar por megafonía en el intermedio y apenas se escuchaban los murmullos de una afición que quizá esperaba otra cosa mientras daba cuenta del bocadillo. Quizá ayudó al sentimiento de insatisfacción ver por los videomarcadores el golazo que había logrado el alemán Marco Reus con el Dortmund. Se escuchó un «¡oh!» que sonó a fantasía no completada. Lo cierto es que ganas sí le puso el equipo, que fue de menos a más durante el primer acto.

Arrancó algo espeso, atascado por momentos al acercarse al área rival, si bien con el paso de los minutos fue dominando y metiendo atrás a los suecos, pero sin acierto en los remates. El que más lo intentó fue Saúl -hasta en cuatro ocasiones-, que ejecutó la orden dada por Cholo de finalizar las jugadas. Los laterales se incorporaron para buscar a Mandzukic y Griezmann, que dispuso de las dos mejores opciones para estrenarse en su estadio. En la primera el francés se quedó solo ante Olsen, chocó con el meta y desperdició el mano a mano. En la segunda, el palo evitó su estreno anotador en la competición tras golpear con virulencia un balón filtrado de Arda. El rechace le cayó a la cabeza de Mandzukic pero en la línea Johansson colocó una rodilla salvadora. Le faltaba un punto al cuadro local, incluso a balón parado. Generó muchos saques de esquina, pero ni Godín ni Miranda lo aprovechaban. Segundos antes de la 'cholina', Moyá evitó pasar quince minutos el nudo en la garganta al poner una mano en el golpe franco botado por Eriksson.

Al regresar de la caseta, el Atlético acertó en la primera gran combinación colectiva entre sus mediapuntas de calidad. La lata se abrió después de que Arda congelase el tiempo en el área tras asociarse con Griezmann y esperase el momento ideal para que Koke estuviera en posición ideal ante Olsen. El canterano superó con calidad al meta. El gol animó a la hinchada y a Mario, que por un momento se imaginó anotando dos partidos en ese Calderón al que no termina de ganarse con más empuje que fútbol. El Malmoe tuvo que buscar otra opción que no fuera esperar replegado, abrió líneas y encajó el segundo. Mandzukic definió en el área un centro lateral perfecto de Koke, como si fuese un depurado extremo. Lo juega todo en el Atlético y en la selección. Si está en su sitio asiste y marca. El 2-0 apenas duró unos segundos, porque Griezmann estaba empeñado en marcar su primer tanto en su nuevo estadio. A la tercera, con fortuna y también a pase de Koke, superó a Olsen. Siguió esprintando el francés cada vez que los suecos perdían la bola.

Pusieron a prueba a Moyá, que pese a lucir de ese amarillo que odiaba el recordado Luis Aragonés estuvo sobrio. Cholo optó por perder magia para buscar ayudas, trabajo y gol. Raúl García y Cebolla aparecieron en el campo por Griezmann y Arda, que volvió a dejar detalles para el disco duro en el que se graban las 'delicatessen' de los cracks mundiales. El navarro rozó el cuarto ya cuando Cerci compareció para ser el 'falso 9' del equipo, y logró el quinto a la segunda, después de que la madera hubiese escupido su primer zurdazo. La fiesta fue completa porque Olsen evitó la semana de gloria de Mario, tras jugadón de Juanfran, pero no fue capaz de detener un cabezazo de Godín... en un córner botado por Koke. El Atlético mostró su poderío con una manita, obrada con plan A y con plan B.

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