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Banega conduce el balón.
El Sevilla aterriza en la final invicto
semifinales | vuelta

El Sevilla aterriza en la final invicto

El Celta soñó hasta la segunda mitad con la épica de la remontada, pero un tanto Banega truncó las ilusiones gallegas y finiquitó una eliminatoria a la que dio vida un desacertado

Luis F. Gago

Jueves, 11 de febrero 2016, 02:34

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El Sevilla se convirtió en el otro finalista de la Copa del Rey tras hacer bueno el 4-0 de la ida en un choque marcado por la intensa lluvia y los errores del portero nervionense. Aspas dio vida a la eliminatoria en la primera mitad gracias a un solitario tanto que disparaba las alarmas rojiblancas y encendía la ilusión viguesa. Tras un gran pase de Orellana, el exsevillista amargó la primera gran media hora de los nervionenses que supieron contener el aluvión inicial gallego. A falta de diez minutos para el descanso, el delantero celeste hizo un guiño a los suyos a favor de la remontada. Nada era imposible se leía en sus labios tras celebrar con rabia un gol que insuflaba ánimos a una grada animada. En ese instante la pizarra de Unai Emery empezó a ponerse en funcionamiento. No quería problemas el vasco y al mirar hacia arriba pudo observar que la climatología no le convenía a su estrategia planteada en el inicio.

De ahí que a la vuelta de los vestuarios el técnico sevillista intentara contrarrestar el efecto de su contrincante obligando a sus jugadores a tener más posesión de la pelota. Berizzo gestionó la segunda parte de la mejor manera que pudo. No quería que sus jugadores intentaran meter el cuarto tanto antes que el segundo y el tercero. Jugar con el corazón estaba bien, siempre y cuando aquello no llevara al abismo de la ofuscación. En ese debate interno entre los dos entrenadores volvió a vencer el Celta, gracias de nuevo a Aspas y a un nervioso Sergio Rico. El portero sevillista cometió un error garrafal que lo aprovechó el delantero gallego para hacer realidad la proeza celtiña. Una alegría que tardó un minuto en tornarse de nuevo utópico. El tiempo que tardó Banega en aprovechar el único fallo defensivo vigués en todo el duelo para marcar y dar por finiquitada las semifinales. Hubo tiempo para un nuevo esperpento de Rico tras hacer un penalti que mandó al palo Guidetti, el empate de Konoplyanka y la amarilla a N'Zonzi en el minuto 89, que le lleva a perderse la final y que desquició al jugador hasta ser expulsado por doble amonestación, algo que puso el punto y final a un partido que tuvo más historia de la esperada en el principio.

El empate logrado por el Sevilla sobre la bocina por el ucraniano supuso que los hispalenses llegarán invictos a su quinto duelo en una final ante el Barcelona. Los andaluces perdieron en Balaídos el récord de imbatibilidad en la Copa del Rey por 44 minutos, un premio que sigue teniendo el Madrid de Ancelotti desde hace dos años. Empero, logró lo que de verdad fue a buscar a tierras gallegas: la clasificación para su octava final en el torneo del KO español. Será la decimotercera en la última década en torneos entre Copa y UEFA. Todo un logro que solo se verá redondeado si logra su sexto cetro copero. Bien es cierto que para lograrlo tendrá que mejorar en la portería, donde Monchi ha cometido uno de sus mayores errores de planificación, al no haber reforzado un puesto que pedía a gritos desde el verano una renovación. Pese a ello, nadie sigue sin poder robarle la ilusión a los de Nervión.

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