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Mikel Merino (6) celebra el gol del empate de la selección española.
Una buena España gana ante 25.632 aficionados

Una buena España gana ante 25.632 aficionados

El amistoso de ayer contra Dinamarca en la Nueva Condomina batió el récord histórico de asistencia a un partido de la sub 21

JUAN ANTONIO CALVO

Viernes, 24 de marzo 2017, 01:11

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La selección española sub 21, ofreciendo un muy buen juego anoche en la Nueva Condomina, venció por 3-1 a la de Dinamarca con goles de Mikel Merino, Saúl Ñíguez y Denis Suárez en un partido amistoso que fue presenciado por 25.632 espectadores en el estadio murciano, lo que supone el récord de afluencia a un encuentro del combinado nacional de la categoría en España.

Abert Celades sorprendió con la alineación. Se notó que era un partido para probar jugadores. Y nunca mejor dicho. Porque el seleccionador dejó en la banda a futbolistas por los que todo el mundo hubiera apostado que serían titulares. Sin embargo, Williams, Bellerín, Saúl, Denis Suárez y Marcos Llorente se tuvieron que conformar con ver el inicio del partido desde el banquillo de los suplentes y dejar paso a los Yeray, Odriozola, Camarasa y Diego González. Y le salió bien a Celades la apuesta. Porque los teóricamente suplentes o novatos dieron la talla e hicieron olvidar en muchas ocasiones a los más consagrados.

Y eso que la cosa no comenzó con buen pie para los españoles. En los primeros compases, y tras unos titubeos iniciales, el partido no tuvo más que un solo dominador, España, que no solo jugó mejor sino que tuvo la posesión del balón y disparó más y mejor a puerta que los daneses. Sin embargo, y esa es la grandeza del fútbol, los que primero marcaron fueron lo daneses, en su segundo disparo a puerta. Supieron aprovechar una pérdida de balón de Camarasa para montar un rápido contraataque que culminó con el primer gol del partido (minuto 12) marcado por el jugador del Celta -uno de los dos daneses que figuran en la plantilla del equipo gallego- Andrew Hulsager, que fusiló desde muy cerca a Pau López, a pase de su compañero Anderssen, que nada pudo hacer para evitarlo.

No tardaría ni diez minutos en nivelarse la contienda y hacer justicia en el marcador a lo que se veía sobre el bien cuidado césped de Nueva Condomina. Diez minutos más tarde (minuto 21) llegó la igualada. Corrió a cargo de Mikel Merino, que cabeceó prácticamente a bocajarro un córner al que había enviado el portero danés un balón rematado por Marco Asensio solo unos segundos antes. Un resultado, el de empate a uno, con el que se llegó al descanso, pero que muy bien podría haber sido con un dos o tres a uno, ya que sobre el césped solo había un equipo, que era el español, el único que atacaba con orden y concierto y que disfrutaba de las mejores y más claras oportunidades. Como las dos que tuvo Borja Mayoral (minutos 29 y 37), pero el portero danés evidenció su categoría consiguiendo enviar a córner ambos balones, malogrando lo que parecían claras oportunidades españolas.

Un primer tiempo de claro dominio español sustentado en su mejor centro del campo, con un director de orquesta en Mario Asensio, que hizo lo que quiso en esa parcela del campo, bien ayudado por Dani Ceballos y Mikel Merino, por los que pasaba el cien por cien del juego español, bien apoyado atrás en la solidez de Yeray en el centro de la zaga y de Gayá (el capitán ayer en ausencia de Deulofeu) y Odriozola, y con Borja Mayoral, Camarasa y Oyarzábal con la caña siempre dispuesta a ver si podían pescar algo.

Más igualdad en la reanudación

Curiosamente, y pese a que en la segunda parte entraron por parte de España los jugadores teóricamente titulares, Dinamarca se sacudió bastante el dominio español, niveló el juego y ya no se vio tanta superioridad por parte española como en la primera mitad.

No varió la posesión del balón, que siempre superó el sesenta por ciento para los españoles. Las ocasiones ya no menudearon tanto como en la primera parte. No obstante, España marcó su segundo y tercer gol, los que consolidaban la victoria, siguió gozando del favor del público y salió con nota de esta su primera prueba para la fase final de la Eurocopa de Polonia el próximo mes de junio.

Y Murcia demostró una vez más, por quinta ocasión, que la selección española sub 21 tiene en esta Región su auténtica casa, donde sigue imbatida pese a que Dinamarca quizás sea el rival más fuerte de los que se han enfrentado a España en tierras murcianas.

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