Borrar
Chirri recibe la entrada de un rival en el encuentro de ayer en Jumilla.
Un campo inexpugnable

Un campo inexpugnable

El Jumilla vuelve a hacerse fuerte en casa y se coloca tercero tras ganar al Linares

JOSÉ ORTEGA

Domingo, 2 de octubre 2016, 01:07

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Tanto el Jumilla como el Linares Deportivo llegaban a la sexta jornada en puestos de privilegio, pero son los primeros los que han salido reforzados gracias al solitario gol de Titi en el minuto cinco de la primera mitad. El tanto llegó otra vez a balón parado y otra vez con una asistencia del incombustible Perona, de cuyas botas han salido cinco de los siete goles del Jumilla en esta temporada.

Y eso que el Linares salió con la lección bien aprendida, consciente de la intensidad que aplican los blanquiazules cuando juegan en su campo. Los primeros compases se disputaron en las inmediaciones del área vinícola, pero fue solo un espejismo que duró cinco minutos. Perona botó una falta desde la derecha que Titi cabeceó perfectamente al segundo palo para mandarla a la red. Imposible para Lopito. El gol dio tranquilidad al Jumilla, que comenzó a manejar muy bien el balón en el centro del campo, con un gran Julio de Dios que marcó los tiempos a su antojo. Todos buscaban a Chirri, quien, con su velocidad y desparpajo, causó el pánico en la zaga rival.

Los azulones llegaban tarde a casi todas las acciones del juego, pero eso no les impidió contar con una gran ocasión para empatar. Corpas se quedó solo delante del portero, consiguiendo rematar a bocajarro en el área pequeña. Sin embargo, Jero estuvo rápido y se hizo 'grande' ante el delantero rival, que estrelló el esférico contra su cuerpo. Pudieron ampliar la ventaja los vinícolas, que monopolizaban la pelota en la banda derecha con Chirri y las continuas subidas por la banda de Sergio Albiol. Entre los dos se fabricaron una ocasión en la que, en última instancia, el lateral no encontró rematador con su pase de la muerte.

A diez minutos para el descanso la grada pidió penalti sobre Perona, que cayó derribado en el área. Posteriormente, en rueda de prensa, sería Pichi Lucas, técnico local, el que también reclamó esa falta como pena máxima. Pero la más clara para hacer el segundo la tuvo Juanje, cómo no, nuevamente a balón parado. El lateral del Jumilla golpeó con su zurda una falta a un metro de la frontal del área, y el balón se estrelló contra la escuadra para impedir la euforia de los locales, que se fueron a vestuarios maldiciendo las oportunidades perdidas.

Pero, a pesar de que tras el descanso el Linares ganó metros sobre el campo, el Jumilla controló perfectamente la primera media hora de la segunda mitad. Es cierto que no creó ocasiones, pero se mantuvo la línea de presión y el Linares no logró enarbolar jugadas de peligro, a excepción de la que volvió a tener Corpas, que consiguió meterse en el área, aunque quiso colarse hasta la cocina y terminó quedándose sin disparo.

Sufrimiento final

Pero en los últimos quince minutos el Linares echó el resto. El acoso se inició con un disparo lejano de Cuerva que enmudeció a La Hoya hasta que, finalmente, se comprobó que el balón se iba alto por muy poco. Eso envalentonó a los del Linares, que presionaron y confiaron en sus posibilidades hasta el final. Casi Ruiz la tuvo cuando, tras un error en el despeje de Neftalí, se quedó solo en el segundo palo, pero no consiguió enganchar el balón de lleno y su remate no salió todo lo bien dirigido que hubiera querido. Pero la más clara fue para Luis Lara, que dentro del área sacó un disparo raso que Jero detuvo lanzándose como un gato para desviar con su manopla derecha.

Sufrió mucho el Jumilla para defender los tres puntos en la recta final, pero la alegría se desbordó con el pitido del árbitro Rubén Ruipérez. Los de Pichi Lucas ya son terceros, y el Municipal La Hoya sigue siendo un fortín del que casi todos salen trasquilados.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios