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Rahali, ayer ante el Jaén Paraíso Interior.
Un baño de realidad para el Plásticos

Un baño de realidad para el Plásticos

Un reforzado Jaén Paraíso Interior se aprovecha de una mala noche del equipo cartagenero al que sostuvo Raúl Jerez

LA VERDAD

Sábado, 22 de octubre 2016, 01:15

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Nadie dijo que la Primera División fuera fácil. Tras dos jornadas con una buena imagen, llegó la primera mala noche. No salió nada y un reforzado Jaén hizo de la bombonera su paraíso particular. Una derrota dura, pero que no deja de ser un baño de realidad para todo el entorno del equipo.

Los errores individuales, la lesión de Enrique y la expulsión en el primer tiempo de Saura no ayudaron a un equipo que inició el partido muy metido, pero que fue poco a poco viéndose desbordado por su rival. Los jienenses sufrieron en el pasado curso para mantenerse en la máxima categoría del fútbol sala nacional, pero se han reforzado mucho y bien y la cosa huele más a paraíso.

La visita del Jaén supuso el regreso a la bombonera de los ex albiazules Jordi Campoy Fabián Robledo. Se plantaron los de Daniel Rodríguez en Cartagena con un triunfo y una derrota y precisamente un ex, Fabián, les puso por delante en el minuto 8 de un partido que comenzó con muchísimo ritmo por ambos bandos, pero que fue poco a poco yendo hacia el bando andaluz que llegaba con más velocidad y seriedad a la meta de Raúl. El meta repelió el primer aviso serio de Chino, pero que no pudo evitar que el primer tanto jienense lo hiciera Fabián Robledo, lo que hizo todavía se sintieran más cómodos sobre la pista y desdibujó más a los anfitriones.

Chino y Mauricinho fueron probando a la defensa y a Raúl hasta que el segundo consiguió ampliar la distancia, a falta de cuatro minutos y con cuatro faltas por parte de los de casa y a punto estuvo Chino de hacer el tercero antes del minuto 17. La intervención del meta lo evitó. Todavía se torcía más el guión con la expulsión por doble amarilla de Saura, a poco de más de dos minutos, los mismos que jugarían en inferioridad los de Guillamón haciendo lucir a Raúl. Y con cinco faltas en el electrónico.

Un primer tiempo para olvidar , salvo los primeros compases, con un Plásticos Romero nervioso y desubicado, que no encontró su sitio en la pista y se mantuvo en el marcador por las actuaciones de un portero que evitó una mayor sangría.

Lo mejor, la casta con la que aguantaron la inferioridad tras la expulsión de Saura y al borde de los tiros de diez metros y una afición afanada en llevar a los jugadores a luchar por el primer triunfo de la campaña. También que el marcador era accesible, porque veinte minutos en el fútbol sala da para mucho y se apelaba a la magia de la bombonera para la segunda mitad del encuentro. El técnico intentó cambiar el devenir del choque, pero ayer el equipo estaba nervioso y sin la frescura de las dos primeras jornadas. El calendario está siendo intenso en el inicio de curso.

Mala noche

Volvieron a tirar de casta los de Guillamón en la reanudación, pero nada salía. A punto estuvo de llegar el primero de la noche en el primer minuto en jugada de estrategia, pero falló el remate final. Lo mismo le pasó a Campoy que pudo ampliar la distancia para los forasteros. Otro tiro complicado de Boyis volvió a ensalzar la figura del meta local, que también sacó de la misma línea un balón del meta contrario en menos de 30 segundos. No pudo atajar el tiro de falta de Fabián que parecía haber detenido. Subió el 0-3 al marcador, con quince minutos por delante y sin Enrique, lesionado en la primera mitad. Tampoco contaban con Saura.

A falta de trece minutos y medio, Guillamón sacó al capitán con la camiseta de portero para buscar a la desesperada un gol para la esperanza naranja y asumiendo riesgos para no quedarse de vacío en la tercera jornada de un campeonato que tendrá muchas noches complejas, pero también satisfacciones.

Un buen disparo de Juanpi estuvo a punto de abrir el marcador local, pero Didac lo impidió a falta de diez minutos. Lo intentaron con ahínco sintiéndose más cómodos, pero la suerte no acompañó ni tan siquiera de estrategia. Mientras, la banda sonora del pabellón decía «Cartagena nunca se rinde».

Chino pudo aumentar la ventaja aprovechándose de un fallo en un pase, pero se fue el balón pegado al palo. Cristian Rubio probó a Didac, pero su balón tuvo las misma suerte que los anteriores. Las ocasiones eran previsibles y sin excesivo peligro. Palo de realidad el sufrido ayer en la bombonera que debe servir para aprender.

La semana que viene el Plásticos Romero tendrá que visitar la cancha del Peñíscola que, a falta del partido de hoy frente al Catgas, lleva una victoria y una derrota.

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