El Imperio Británico se desmorona

El mejor corredor de pruebas por etapas en los últimos tres años, con una victoria y un segundo puesto en el Tour, además de un segundo y un cuarto en la Vuelta a España, ha terminado pagando la maldición que persigue a muchos ganadores del Tour, al menos en su equipo, donde quien vence un año no rinde al mismo nivel la siguiente temporada.

Chris Froome tuvo que abandonar este miércoles la carrera después de sufrir una nueva caída en el kilómetro 31 de la etapa, antes de comenzar los tramos de pavés. Un percance que se unió al que sufrió el día anterior, que ya le había dejado bastante tocado. Dio la impresión de que Froome cojeaba, que tenía algo más que un simple golpe. Ni siquiera hizo amago de subirse a la bicicleta.

Ha seguido el mismo proceso que Bradley Wiggins, sólo que el vencedor del Tour 2012 ni siquiera tomó la salida el año pasado, en una temporada llena de calamidades. A los Sky no les sienta bien el agua. En el Giro de hace un año Wiggins sufrió mucho en las bajadas. Froome, junto a los golpes, que nadie duda que los tenga, daba la impresión de estar fuera de carrera, de no sentirse cómodo sobre la bicicleta.

Sky ha tenido un inicio de temporada muy complicado. Richie Porte, que coge galones en este Tour, fue víctima de un virus estomacal que no le dejaba competir en condiciones. No le impedía entrenar, según su preparador Tim Kerrison, pero no podía hacerlo a un nivel muy alto.

El colombiano Sergio Luis Henao pasó varios meses haciéndose análisis para saber de dónde procedían las anomalías de su pasaporte biológico. Ha perdido toda la temporada puesto que cuando volvió a correr sufrió una caída que le dejó definitivamente fuera del Tour.

Wiggins completó una buena París-Roubaix. Acabó noveno. Sky no ha contado con él de momento para ninguna prueba por etapas. De Tiernan-Locke hace mucho tiempo que no se sabe nada. Está apartado por los problemas que arrojó su pasaporte.

Pero hay más detalles que anuncian el desmembramiento del Imperio Británico del ciclismo. Sigue siendo un gran equipo, pero no tiene nada que ver con lo que vimos en 2012 y 2013, con unas temporadas en las que ganaban donde corrían.

Resultados pobres

¿Quién fue el mejor corredor del Sky en la Lieja-Bastogne-Lieja? Se llama Nathan Earle y acabó en el puesto 70. Froome no salió en esa prueba por problemas con su asma. Ben Swift ganó una etapa en la Vuelta al País Vasco y finalizó tercero en la Milán-San Remo. En carreras como la Tirreno-Adriático, la París-Niza y la Vuelta al País Vasco pasaron desapercibidos. De hecho, queda poco de los tiempos gloriosos de Wiggins y Froome.

Este año han ganado la Vuelta a Omán y la Vuelta a Romandía con Froome, la Semana Coppi&Bartali, donde Peter Kennaugh se impuso en la general y ganaron etapas con Kennaugh, Cataldo y Swift. De Kennaugh, que está a muy buen nivel en la Vuelta a Austria, se dice que se quedó fuera del equipo para el Tour por su carácter, un poco especial. Además de todos esos datos, Sky ha tenido problemas para presentar equipos completos en muchas pruebas. Han ido con uno o dos ciclistas menos.

En el Dauphiné Liberé, que Froome comenzó de forma arrolladora, acabó diluido. También tuvo otra caída. Lo que no le había pasado en dos años se le ha acumulado en 2014. Ha mostrado una gran falta de regularidad. La temporada es más bien floja para un grupo como el Sky. Es como si el equipo diese señales de agotamiento, de cansancio físico.