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Valverde celebra, ayer, Msu primer triunfo en una etapa del Giro.
Alejandro Valverde completa la colección

Alejandro Valverde completa la colección

Tras sus victorias en el Tour y la Vuelta, gana su primera etapa en el Giro, por delante de un gran Kruijswijk. El murciano del Movistar se coloca tercero y distancia a Nibali, el hombre que prendió la chispa para luego quedar hundido

J. GÓMEZ PEÑA

Miércoles, 25 de mayo 2016, 01:22

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«¡¡¡Ahhhhh!!!». Mira que hay ruido en una meta del Giro. La megafonía, el público aporreando las vallas, las bocinas... Pero todo queda tapado por el grito liberador, hondo, de Alejando Valverde, vencedor en Andalo de su primera etapa en el Giro. Dibuja un puñetazo en el aire. Otro. Un derechazo más. «¡¡¡Ahhhhh!!!». Pura euforia. Grito primitivo, que sale de donde se guardan las emociones. «¡Fotos, fotos», reclama. Quiere que le retraten mientras levanta la bicicleta al aire. «¡¡¡Ahhhhh!!!». Cierra los puños. Fiero. «He salido a reventar la etapa». La mejor manera de ganarla. Se cruza con el líder, con Kruisjwijk, el único con Zakarin que le ha podido seguir. Le alarga al holandés la mano a modo de saludo. «Gracias». Por colaborar. «Gracias a ti», le concede el firme dueño de la 'maglia' rosa. «¡¡¡Ahhhhh!!!». Grita como la primera vez que ganó en la Vuelta, en 2003, en Envalira, cuando era un novato. Y grita como en Courchevel, cuando puso su nombre por primera vez en el Tour, en 2005, al ganarle un cara a cara al mismo Armstrong. El americano, poco habituado a un revés así, vio esa tarde alpina cómo aquel nuevo rival abría los brazos en cruz, igual que ayer, y liberaba el grito que ha llegado hasta la meta de Andalo.

  • Etapa

  • 1. Alejandro Valverde (Movistar) 2h58.54

  • 2. Steven Kruijswijk (LottoNl-Jumbo) m.t.

  • 3. Ilnur Zakarin (Katusha) a 8

  • 4. Diego Ulissi (Lampre) a 37

  • 5. Bob Jungels (Etixx) a 37

  • General

  • 1. Steven Kruijswijk (LottoNl-Jumbo) 63h40.10

  • 2. Esteban Chaves (Orica) a 3.00

  • 3. Alejandro Valverde (Movistar) a 3.23

  • 4. Vincenzo Nibali (Astana) a 4.43

  • 5. Ilnur Zakarin (Katusha) a 4.50

  • 6. Rafal Majka (Tinkoff) a 5.34

  • 7. Bob Jungels (Etixx) a 7.57

  • 8. Andrey Amador (Movistar) a 6.53

  • 9. Domenico Pozzovivo (Ag2r) a 10.05

  • 10. Kanstantsin Siutsou (Dimensión Data) a 11.03

  • 11. Jakob Fuglsang (Astana) a 11.21

  • 12. Rigoberto Urán (Cannonda le) a 13.53

Allí le esperaba Escámez, su masajista. «¡Qué grande eres Alejandro!». No fue el único de esa talla. Hubo más: Kruijswijk, cada vez más líder, y Nibali, el que se quedó sin nada en la etapa en la que salió a por todo. Blanco o negro. Así corre siempre Nibali y así pedaleó ayer Valverde. Los dos quisieron ganar el Giro. Ese desafío les calibra. Nibali lo perdió porque quiso y no puede. Y porque Kruijswijk no deja de crecer. El coraje que no le sirvió a él, sí premió al murciano, que le quitó a Nibali la tercera plaza en el podio y se llevó la fantástica y desenfrenada etapa de Asolo. Su primera victoria en su debut en la 'corsa' rosa. Para él siempre es la primera. Por eso grita así. Guarda la pasión por este deporte intacta en las cuerdas vocales. «Es que me he emocionado».

Valverde no sabe de números. Le dicen que tiene 36 años, edad de jubilado ciclista, y que ya suma 97 victorias. «Yo nunca miro hacia atrás», repite. Compite como el primer día. Es un ciclista nuevo. En su primer Giro ya está en el podio. Alcanzó Andalo con Kruisjwijk y el emergente Zakarin. A cuarenta segundos llegaron Ulissi, David López, Jungels y Chaves, que se pasó el día persiguiendo como penitencia por una mala salida. Nibali, con todo un país a cuestas, apareció tarde, a 1 minuto y 47 segundos. El Giro le cerró la puerta. Hasta Valverde dice que Kruijswijk «será el campeón» en Turín, aunque... «Bueno, aún puede pasar de todo». Vino a por una etapa y el podio. Ya los tiene. «Siempre quiero más, lo que pasa es que el holandés es el más fuerte». Así es. Kruijswijk, que se bastó solo contra todos, le saca tres minutos justos a Chaves, 3.23 a Valverde y ya 4.43 a Nibali, acechado por Zakarin, a 4.50. De todos ellos fue una etapa magnética, tan breve como intensa.

Olía a pólvora en Bolzano

Olía a pólvora al paso por el lago de Bolzano, la Italia germánica llena de viñas y manzanos. El Movistar aceleraba. El Giro respiraba dinamita. Nibali, siempre Nibali, prendió la chispa en la primera cuesta, el largo Passo della Mendola. Su afición se lo exigía. Es el primer italiano que ha ganado el Tour tras el 'dios Pantani'. El heredero. Hace honor a ese cargo. O gana o muere. Gladiador. Cumplió. Aún no lo sabía, pero iba a morir con la espada en la mano. Sangre en la arena. Sin querer, hubo una alianza. El Movistar aisló al líder, huérfano de gregarios a la primera, y Nibali salió a decapitarle en Mendola. En vano. Kruijswijk, en primera persona, le agarró. Como luego ató a Valvede y Zakarin. Pudo con todos. «Me he sentido bien llevando la 'maglia' rosa. Es una sensación única», comentó en la meta.

Ahí, en Mendola, el que pudo quedar arruinado fue Chaves. Se cayó de la mesa de los favoritos. Fuera del banquete. Su debilidad quedó expuesta. Solo faltaba él. Por la cima perdía medio minuto. A perseguir con la ayuda de sus fieles del Orica. Desde ese momento hasta la meta -y faltaba media etapa- nadie tocó el freno. Giro desbocado. Apasionante. El Orica seguía el rastro de los diez de delante: Kruijswijk, Valverde, David López, Ulissi, Zakarin, Jungels... y Nibali, el único que disponía allí de un gregario, Kangert. Lo puso a trabajar. El leal estonio mantuvo el medio minuto de margen con Chaves hasta el inicio de la subida a la Paganella. En el coche de Eusebio Unzúe, mánager del Movistar, iba ayer Maurizio Fondriest, excampeón del mundo, que es de Cles, la puerta de la Paganella. Buen guía. Buenos consejos. Valverde se abrió la cremallera del 'maillot'. A pecho descubierto. Cogió aire para el grito a cuatro kilómetros de la cresta de la Paganella. Desvistió a Nibali. Solo Kruijswijk y Zakarin aguantaron ese golpe de martillo.

Aire para otro grito

A Andado, donde hasta ayer solo había ganado Eddy Mercxk (1973), se sube por una leve cuesta. Zakarin, que también aspira al podio, tiraba, cabeceaba. Kruijswijk, feliz de rosa, colaboraba. Y Valverde, el más veloz con mucho, saboreaba su bautizo en el Giro. La etapa que le faltaba. Pocos apellidos como el suyo riman con el triunfo. Casi cien victorias en su palmarés. Pero la última es siempre la mejor. Grita Valverde en Andalo, donde ha perdido Nibali este Giro que hasta a Valverde le parece que es de Kruijswijk. «Las montañas que quedan son perfectas para mí», soltó al holandés. «Sí, pero todo no está dicho», replicó Valverde en voz baja, como guardando aire para otro grito.

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