Sagan ilumina la Vuelta a Flandes

El vigente campeón del mundo, el eslovaco Peter Sagan (Tinkoff), se adjudicó este domingo en solitario la 100ª edición de la clásica Vuelta a Flandes, uno de los monumentos del ciclismo, disputada entre Brujas y Oudenaarde. Sagan aventajó en una veintena de segundos al suizo Fabian Cancellara y al belga Sep Vanmarcke al final de los 255 kilómetros.

A sus 26 años, Sagan gana por primera vez en su carrera uno de los cinco monumentos ciclistas, que componen la Vuelta a Flandes, la Milán-San Remo, la París Roubaix, la Lieja-Bastoña-Lieja y la Vuelta a Lombardía. Hacía 10 años que un campeón del mundo no ganaba la complicada carrera flamenca. En aquella ocasión fue el belga Tom Boonen el que se llevó la prueba.

En 100 ediciones, cinco corredores han conseguido ganar la Ronde mientras vestían los colores arcoíris de ganador del Mundial. El francés Louison Bobet abrió el camino en 1955 y los belgas Rik Van Looy (1962) y Eddy Merckx (1975) le imitaron antes del triunfo de Boonen en 2006.

La victoria de Sagan además impidió que Cancellara escribiera una nueva página en la historia del ciclismo y de la carrera. El suizo que pretende retirarse a final del año esperaba convertirse en su última Vuelta a Flandes en el primer ciclista en ganar la prueba en cuatro ocasiones. «Sagan ha estado muy fuerte y no soy Superman. Pero segundo no es primero. Eso no es historia», suspiró Espartaco, que espera poder sumar un último monumento a su palmarés, puede que dentro de una semana en la París-Roubaix, donde también estarán Sagan y Vanmarcke.

Este domingo, en las carreteras flamencas, las trayectorias se cruzaron tres años después de la victoria del suizo por delante del eslovaco gracias a su mayor fuerza en los montes adoquinados de Flandes. A sus 35 años, Cancellara encontró esta vez un rival dominador en una carrera rápida (41,4 km/h de media) bajo un sol abrasador. El de Berna no pudo responder a la primera aceleración de Sagan en las cuestas del Taaienbrerg, a unos 30 kilómetros de la meta. Esperó a una docena de kilómetros más tarde para salir a por su rival en la tercera y última ascensión al Vieux Quaremont, lo que sólo le valió para su puesto honorífico. Delante, solamente Vanmarcke consiguió mantener el ritmo de Sagan en la 17ª y penúltima ascensión, Pero el belga no resisitió en las pendientes de la última dificultad de la jornada, el Paterberg, a 13 kilómetros del final.

Despedida de Cancellara

En ese alto le dio caza Cancellara y ya en pareja intentaron dar caza al campeón del mundo, con el que mantuvieron un duro pulso a distancia en los últimos compases de la carrera. El eslovaco se permitió el lujo de levantar la rueda delantera tras cruzar la meta, para regocijo de los espectadores, que 25 segundos más tarde vieron cómo Cancellara cruzaba la meta con el brazo en alto despidiéndose de la carrera flamenca.

El eslovaco, que para muchos es la imagen del rejuvenecimiento del ciclismo y antes de la salida bajó de su autobús al son de la música de Star Wars, no se olvidó de evocar los eventos trágicos que sacudieron el pelotón la semana anterior.

«Le dedico mi victoria a los dos corredores (los belgas Antoine Demoitié y Daan Myngheer) que murieron el pasado fin de semana», aseguró Sagan tras su victoria. Por su parte, el corredor local Greg Van Avermaet (BMC), uno de los favoritos, se cayó a un centenar de kilómetros para el final y sufre una fractura de la clavícula derecha.