Un descenso que no duele
El Basket Cartagena, que acaba de bajar a Primera Autonómica, pedirá a la FEB una plaza en Liga EBA y, por tanto, mantendrá la categoría
Francisco J. Moya
Martes, 24 de mayo 2016, 02:06
El UPCT Basket Cartagena, que hace unas semanas firmó un estrepitoso descalabro descendiendo a Primera Autonómica, tiene motivos de sobra para respirar con alivio. Y es que su continuidad en Liga EBA está casi garantizada, ya que hay plazas de sobra en esta categoría (la cuarta en el escalafón del baloncesto nacional tras ACB, Leb Oro y Leb Plata) y la directiva presidida por Pedro Collados ya ha decidido que solicitará a la Federación Española de Baloncesto (FEB) una de las que quedarán vacantes este verano. El plazo para pedirla aún no está abierto, pero en el club cartagenero se da por hecho que no habrá ningún problema para que esta operación llegue a buen puerto.
En lo meramente deportivo, los equipos que bajaron fueron Cartagena y Sagunto. Y ha ascendido Gandía, quien todavía no ha decidido si dará el salto de categoría en los despachos o si, por el contrario, permanece un año más en el grupo murciano-valenciano de Liga EBA. Sea como fuere, la decisión de Gandía no afectará a Cartagena, ya que cada verano sobran plazas y nada hace pensar que este año eso vaya a cambiar. Sin ir más lejos, la FEB quiso programar un grupo único de 16 o 18 equipos en EBA para esta Liga que acaba de concluir. Y finalmente tuvo que cerrar la competición con solo 10 clubes inscritos. No había más interesados.
Lo cierto es que esta temporada, la tercera en EBA, ha sido nefasta para el equipo senior masculino del club. Jorge Lledó (su jugador-franquicia) se marchó a mitad de temporada al Myrtia de Murcia, con el objetivo de pelear por el ascenso. Aquí estaba ya todo perdido. Así, Chema Albaladejo, Pablo Carsellé y Alberto Ballesta fueron los únicos supervivientes del año anterior, en el que los cartageneros lucharon por ascender.
El problema es que los que llegaron no estuvieron al nivel esperado. Ni Cristian Alcaraz y David Álvarez, que subieron del filial. Ni tampoco José Antonio Clares. El pívot argentino Adrián Rey fue otra decepción, al igual que Joel García, un escolta que llegó de Alcantarilla, pero que fue incapaz de tapar el enorme vacío dejado por David Costa.
Tampoco pudieron frenar la caída en picado los fichajes con la Liga iniciada de los norteamericanos Yima Chia Kur, Mercury Fiske y Kerry Jermon Jones. Ninguno mejoró las prestaciones del equipo entrenado por Pepe García, quien tiene el reto de preparar un proyecto más potente de cara al año próximo. Lo mínimo es evitar el descenso en la pista.