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Un momento de la representación de 'Alcina'.
El hechizo de 'Alcina' llega a España

El hechizo de 'Alcina' llega a España

El Teatro Real de Madrid rescata el drama amoroso de Händel, cima de la ópera barroca y olvidado durante dos siglos

Miguel Lorenci

Sábado, 24 de octubre 2015, 07:51

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Georg Friedrich Händel (1685-1759) escribió 42 óperas, pero sobre algunas de ellas, como Alcina, cayó una pesada losa de olvido que tardó más de dos siglos en alzarse. Basada en el Orlando furioso de Ariosto, el embrujo de la bella y sensual hechicera se adueñará del Teatro Real de Madrid, que rescata este brillante drama musical amoroso, cima del barroco y nunca antes visto en su escenario. Llega de la mano del neoyorquino David Alden, enfant terrible de la ópera y una autoridad en Händel, que se inspira en Woody Allen para demostrar que la ópera barroca «puede ser sexy, divertida y chispeante». Quiere quitar el sambenito de «árido, difícil, duro y aburrido» a un Händel «que está a veces por encima de Mozart» y que tiene por «un genio de la construcción dramática».

Alden es el director de esta coproducción con la Ópera Nacional de Burdeos que ofrecerá diez funciones en el Real entre el 27 de octubre y el 10 de noviembre. «Con su música sobrecogedora, es un monumento de la historia de la ópera y era una de las asignaturas pendientes de este teatro», asegura Joan Matabosch, director del coliseo lírico, encantado de rescatar a esta «mágica Alcina», una bruja de insaciable apetito sexual que vive en una isla desierta con su hermana y convierte en animales, plantas y rocas a los amantes que desecha.

Estrenada en 1735 en el Covent Garden de Londres, en la última etapa de Händel como compositor operístico, y olvida durante dos siglos en un cajón, Alcina está considerada como una joya dramática por la caracterización de los personajes y la expresión de sus emociones. Händel recurre por tercera vez al poema épico Orlando furioso, de Ludovico Ariosto (1474-1533) -después de hacerlo en Orlando y Ariodante-, para retratar las emociones y las pasiones humanas con la libertad que le otorga el mundo alegórico, fantástico y sobrenatural del poeta italiano.

Vía de escape

Alden -que ha dirigido ocho títulos de Händel, incluyendo dos producciones diferentes de Alcina- homenajea al cine y al teatro como espacios de evasión de la realidad. En clave autobiográfica, se inspira en Woody Allen y en su película La rosa púrpura de El Cairo, en la que los actores cobran vida y salen de la pantalla para cambiar la anodina vida del personaje que encarna Mia Farrow. «Es un metáfora de la música como vía de escape, de mi propia vida, y un gran homenaje al teatro», anticipa.

«Hay una tensión teatral fabulosa, la psicología de los personajes es portentosa y la música es una maravilla» dice Alden, que transforma la isla encantada de Alcina en un pequeño teatro abandonado al que Ruggiero se escapa para huir de la rutinaria vida con su amada Bradamante. Gozará de los placeres eróticos y del embrujo de Alcina, impetuosa y pérfida hechicera que da rienda suelta a sus deseos sexuales, desechando a sus sucesivos amantes y transformándolos en piedras, plantas y animales salvajes.

La trama se complica cuando Alcina sucumbe al amor verdadero por Ruggiero, a quien rescatarán, al fin, su novia Bradamante y los guardianes del orden y la moral. Su liberación de las garras de la maga representa también la vuelta a la vida real, donde le perseguirá para siempre la nostalgia de ese mundo de ensueño, lujuria y desenfreno. «El final es feliz, pero no tanto», ironiza Alden.

«Esta ópera exige voces virtuosas y campeones de la vocalidad; es agotadora y si los cantantes no están en forma el resultado es un desastre», advierte Alden. Los siete personajes expresan la riquísima paleta de emociones a lo largo de más de tres horas de música, incluyendo 26 arias, partes corales interpretadas por los siete solistas y orquestales. Una epopeya lírica del barroco que afronta la Orquesta Titular del Teatro Real a las órdenes del director inglés Christopher Moulds. «Esta ópera mágica llega no sólo a la vista y al oído, también toca el corazón» dice el director británico.

Con dos papeles travestidos en el reparto, Karina Gauvin, Sonia Prina y Christine Riceotra conforman un trío protagonista que se alternará con Sofia Solovi y José María Lo Monaco y Angélique Noldus, que debutan en el Real. Completan ambos repartos Anna Christy, María José Moreno, Erika Escribà y Francesca Lombardi Mazzulli. Encarnan los papeles masculinos los tenores Allan Clayton y Anthony Gregory, el bajo Luca Tittoto y el barítono Johannes Weisser.

Coincidiendo con las funciones de Alcina se han organizado una serie de actividades paralelas que permitirán al público acercarse a la ópera de Händel. La Biblioteca Nacional acoge la exposición El Furioso, con las principales ediciones de Orlando furioso, el contratenor Xavier Sabata ofrecerá un recital en la Fundación Albéniz y el propio Real acogerá el taller Alcina, la hechicera concebido y presentado por Fernando Palacios.

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