«Me siento parte de la naturaleza»

Dice Jostein Gaarder, escritor, profesor de filosofía y autor del reconocido 'best seller' 'El mundo de Sofía' (Siruela, 1991), que le fascina la mirada de un niño. Que le atrae, confiesa, la manera en la que ellos, los pequeños, observan por primera vez el mundo, el modo en el que lo descubren y lo hacen suyo. «Los adultos, aunque no todos -asegura-, están acostumbrados a la vida; están aquí porque tienen que hacerlo, y miran a su alrededor de forma diferente». Por eso escribe para jóvenes. Aunque no siempre. Gaarder (Oslo, Noruega, 1952) está en Murcia para asistir esta noche al estreno en el Teatro Romea -21.00 horas- de 'Vita Brevis', adaptación de la novela homónima que el escritor noruego publicó en 1996 reconstruyendo la carta que la amante de San Agustín, Floria Emilia, pudo escribir al santo después de que éste la abandonara para dedicar su vida a Dios. El escritor, que viaja a Murcia con la intención de terminar aquí su próxima novela -«una historia de amor muy compleja y difícil», adelantó- mantuvo ayer un encuentro con el público en el Palacio Almudí de Murcia, acompañado por el director de la obra, el murciano Joaquín Gómez, y la actriz Nieves Castells.

-¿Qué le gustaría encontrar en el escenario?

-No he visto los ensayos, pero espero que los mismos sentimientos que experimenté al escribir la obra estén ahí. Cuando estaba escribiendo la novela ya pensaba en que se podría llevar al teatro. Es un monólogo. El monólogo de una mujer, y por el formato pensé en que podía ocurrir. Se han hecho algunas adaptaciones en Francia, en Brasil y en Buenos Aires, pero en España esta es la primera, y me parece fantástico.

-¿De qué sentimientos habla?

-De la furia y la frustración de la protagonista. La voz de Floria representa la voz de todas las mujeres, y sus palabras no solo están dirigidas a San Agustín, sino a la Iglesia en general. La novela narra cómo San Agustín rechaza a la mujer que realmente ama para salvar su alma, cómo le arrebata al hijo de ambos. A mí esto me parece una contradicción. ¿Qué objetivo tiene San Agustín? ¿Salvar su alma? ¿Pero, qué pasa entonces con el alma de la mujer? Ese fue mi primer pensamiento cuando comencé a escribir. San Agustín es el responsable de la división que tradicionalmente ha mantenido la Iglesia entre cuerpo y alma y para mí esa división es completamente irracional.

-¿Sigue estando presente su doctrina en la Iglesia actual?

-Sí, y un ejemplo de ello es el celibato de los sacerdotes. La doctrina de San Agustín se alimenta de Platón al mantener ese dualismo en el que por un lado está el cuerpo, que es la parte negativa de la persona, y por otro la mente, que es la parte positiva. Es un debate que todavía existe en la Iglesia y que quizá ahora se esté abriendo.

-¿Ha propiciado el papa Francisco ese debate?

-No sé si con él habrá realmente un cambio. Pero sí ha demostrado [el Papa] una faceta más social y humanitaria y un compromiso con el ser humano que comparto, aunque creo que la Iglesia debería centrarse más en las mujeres. Han pasado 600 años desde la doctrina de San Agustín y todavía las mujeres no están integradas en la Iglesia de la misma forma que los hombres. La discriminación de la mujer es uno de los dos grandes problemas que tiene que abordar la humanidad. Hace falta más educación.

-¿Cuál sería el segundo problema?

-La amenaza del cambio climático. El hombre es el responsable de todo lo que sucede en el planeta, y sobre todo, del cambio climático. La gran pregunta es cómo podemos salvar las condiciones de vida del planeta.

-En 'Vita Brevis' habla de la brevedad de la vida; ¿le obsesiona el paso del tiempo?

-Es un tema que me ha rondado en la cabeza desde que era muy pequeño, tenía miedo a la muerte, pero ya no. En 'Vita Brevis', la protagonista está muy centrada en ello. Se pregunta por qué nos preocupamos tanto por la salvación de nuestra alma después de la muerte, y no de lo que ocurre en la vida antes de esa muerte. El lema de Floria es que la vida es aquí y ahora; para San Agustín, ese pensamiento es completamente diferente. Por supuesto, yo soy muy consciente de que la vida es corta y tengo claro que hay que aprovecharla.

-¿Cómo lo hace?

-Me encanta pasear por los bosques. Guardo una relación muy estrecha con la naturaleza, y mi relación con ella es la forma que tengo de aprovechar la vida. Creo que la naturaleza debería ser un punto de identificación del ser humano. Yo me siento parte de ella. Sé que antes de mí, este planeta ha estado habitado por mucha gente y seguirá estándolo cuando me vaya. Pero ahora el que está aquí soy yo.

-Arrinconar los estudios en Filosofía, ¿es un error? En España, esta disciplina académica ha perdido gran peso en los planes educativos.

-Evidentemente estamos equivocados. Pero no es solo un problema de España, ocurre en muchos países. La filosofía debería ser una asignatura que los alumnos estudien en clase, pero también todos los profesores deberían tener conocimientos en filosofía. Sócrates defendía que no solo hay que entrenar el cuerpo, sino también la mente. Hace unos años, estando en España, fui a ver un partido de fútbol entre el Real Madrid y el Valencia. Estaba con mi editor, y aunque había ganado el Madrid pensé en animar al Valencia y gritar '¡viva el Valencia!'. Mi editor me dijo que no, que ni se me ocurriera. Me di cuenta de que aquí se le da demasiada importancia al fútbol, y poca a la cultura y a la filosofía. Creo que el Gobierno no las está apoyando lo suficiente. En ocasiones, los gobiernos y partidos conservadores se muestran escépticos ante la filosofía y la cultura porque generan preguntas que suelen ser críticas con el sector político.

-¿Estamos faltos de pensadores y filósofos?

-Sí, hacen falta más pensadores y filósofos, pero la filosofía también está en el cine y en teatro, no solo en las personas.

-¿Qué está preparando?

-Estoy terminando una novela, que tengo previsto acabar estos días en Murcia. No puedo contar el argumento pero sí que es una historia de amor sobre cuestiones universales, la naturaleza y el planeta. Una historia de amor muy compleja y difícil.