«Lo banal no me interesa»

«El cine documental no es un género comercial. Y eso lo hace más libre y más independiente», afirma Juan Vicente Córdoba (Madrid, 1957), director, guionista, productor y profesor, a partir del próximo viernes en la escuela de cine La Base, en Cartagena, donde impartirá junto al montador audiovisual Pablo Mas un curso sobre cine documental y social. La actividad, dirigida a profesionales y 'amateurs' que «amen» el séptimo arte e incluida en la programación del certamen Mucho Más Mayo de la ciudad portuaria, se alargará hasta el próximo día 28, y durante la misma, los alumnos rodarán sus propios trabajos. «El objetivo es enseñar las herramientas necesarias para construir una película documental, desde que se genera la idea hasta que se proyecta la cinta», apunta el creador de 'Aunque tú no lo sepas' (1999), 'Entre vías' (1996) -trabajo con el que estuvo nominado a mejor cortometraje de ficción en los premios Goya- y 'Flores de luna' (2008), primer largo documental del director madrileño, entre otros proyectos.

«La frontera entre la ficción y el cine más social ha ido acercándose en los últimos tiempos. Hay cineastas que ya, en el guión, incluyen procesos de cine documental en cintas de ficción, y, al contrario, quienes recrean historias que no han existido en películas documentales», señala Vicente Córdoba. En La Base, proyectará su último trabajo, 'Cabezas habladoras', un corto de 18 minutos que hace unas semanas llevó al Festival de Cine Español de Málaga y en el que trata de hacer «un fresco humano sobre el trasfondo de la sociedad española» dando respuesta a dos cuestiones: ¿quién eres y qué esperas en la vida? «Hacía mucho tiempo que tenía ganas de salir a la calle y hacer esas dos preguntas a todo tipo de individuos, desde a un niño de un año hasta a un anciano de cien, y que además, cada uno de ellos perteneciera a distintos estratos sociales».

El resultado, expuesto también en la 18 Semana del Cortometraje de la Comunidad de Madrid el pasado abril, ha llevado a Vicente Córdoba a darse cuenta, dice, de que «el ser humano es bueno por origen. Se preocupa, más de lo que pensamos, del bienestar de la sociedad en general y no solo del suyo propio. Es cierto que la mirada que reposa en el montaje final de una película puede deslizarse hacia un lado u otro, y, en mi caso, he querido mostrar lo positivo del ser humano, porque lo banal no me interesaba en absoluto. Pero ahí es donde está el poso de la creación de autor», defiende.

«El cine documental no es un género comercial», vuelve a señalar, y «puede abordarse sin la presión de una producción, de la taquilla, de una distribuidora, de las cifras». «Tiene, además -añade- un público muy determinado, pero cada vez más abierto». «A mí lo que me llega es poder contar la realidad, contar un pasaje de la historia. Me gustan los riesgos y los retos, y este tipo de cine hace que te conviertas en un aventurero. Cuando te pones a rodar nunca sabes con qué te vas a encontrar, y, a veces, la idea con la que comenzaste el trabajo evoluciona a otra totalmente distinta en la fase de montaje».

A La Base Vicente Córdoba acude invitado por el también director, productor y guionista afincado en Cartagena Antonio Conesa. Ambos se conocieron a finales de los 80 cuando estudiaban en Madrid, y levantaron varios proyectos cinematográficos de forma conjunta, como 'Alma gitana' (1995) y 'Aunque tú no lo sepas': «He viajado en muchas ocasiones a la Región y conozco bien su idiosincrasia», reconoce Vicente Córdoba. En el curso que ofrecerá en Cartagena espera, dice, encontrar «una buena sintonía con los alumnos y un gran interés, por parte de los participantes, por conocer todos los estratos y apuntes cinematográficos». En agenda tiene una coproducción francesa y otra catalana y madrileña, a las que está intentando, afirma, dar salida. También pendiente cobija «dos o tres proyectos de ficción, pero me está costando muchísimo trabajo sacarlos adelante», reconoce el director madrileño.