Borrar
Marian Álvarez, Simón Casal y Manuela Vellés.
'Lobos sucios' reúne meigas, nazis y wolframio en la posguerra civil

'Lobos sucios' reúne meigas, nazis y wolframio en la posguerra civil

Marian Álvarez y Manuela Vellés protagonizan esta película de "pequeños héroes cotidianos" ambientada en las minas de wolframio gallegas explotadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial

Rosario González

Domingo, 10 de abril 2016, 08:08

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Galicia, 1944. Los habitantes de una pequeña aldea tratan de sobrevivir durante la posguerra española ajenos a la Segunda Guerra Mundial que sacude el mundo. Y en ese contexto, dos mineras gallegas que pudieron cambiar el curso de la historia desde las minas de wolframio -mineral codiciado para la fabricación de armas- que fueron explotadas por los nazis durante la guerra con la connivencia del régimen de Franco. Es el punto de partida de 'Lobos sucios', en cines desde este viernes 8 de abril, y que narra una historia basada en hechos reales pero prácticamente desconocida incluso para los gallegos de las nuevas generaciones, como el director de la cinta, el debutante Simón Casal, que se documentó gracias a la memoria de su abuelo y otros supervivientes que aportaron sus vivencias.

En un nutrido cóctel que combina espionaje, costumbrismo rural y elementos fantásticos, Casal firma una película de "pequeños héroes cotidianos" que apoya sobre los hombros de las actrices Manuela Vellés y Marian Álvarez, dos hermanas analfabetas que tendrán la oportunidad de cambiar el rumbo de la historia. Manuela -interpretada por Álvarez-, considerada una meiga por sus vecinos por su especial relación con la naturaleza, es una mujer que lucha por ayudar a su hija enferma y "sacar adelante una familia de mujeres en la que el hombre no tiene presencia". En la mina se le presentará la oportunidad de ayudar a unos espías aliados a sabotear un cargamento de wolframio con la promesa de que curarán a su hija.

Leer el mundo

"Me interesaba la dualidad de mi personaje, su pragmatismo para salir adelante y esa otra parte de meiga que refleja más bien a alguien que está muy conectado con la naturaleza, algo que nos atrae porque nos parece exótico en un mundo en el que creemos que estamos muy conectados pero en el que cada vez estamos más aislados mirando nuestra pantallita", analiza Álvarez, ganadora del Goya a la mejor actriz por 'La herida' en 2014. "Ahora miramos el móvil para conocer la previsión del tiempo y esta gente olía el aire, miraba a la naturaleza, escuchaba al mundo; hemos perdido eso y Manuela simboliza una vuelta a los orígenes y más que una bruja es una persona sensible que sabe leer el mundo".

La otra mujer clave es su hermana pequeña, Candela (Manuela Vellés), que trafica con wolframio de contrabando y ayuda a judíos a escapar por la frontera con Portugal. "Estas mujeres buscaban alimentar a sus familias y ni sabían para qué era el mineral que extraían. La guerra era algo lejano para ellas, centradas en reponerse durante su propia posguerra civil, aunque terminará prestando ayuda a los judíos sin entender realmente la dimensión y la realidad de esa guerra. Es muy bonito ver cómo esas mujeres perdidas en un pueblecito juegan un fuerte papel en la historia".

El debut de Simón Casal

El director Simón Casal trata de dotar de envergadura a esta coproducción hispano belga, rodada en un entorno natural de enorme fuerza expresiva y un reparto enriquecido con actores de varias nacionalidades. "El choque de lenguas y procedencias del reparto nos servía precisamente para recrear la confunsión de ese grupo de extraños, un nido de espías chocando, midiéndose, y planificando". Casal ofrece un gran espacio al "realismo mágico gallego" en un contexto de intriga enmarcado en hechos históricos a los que trata de dar luz. "Los nazis vinieron a España a por el wolframio, un mineral estratégico para recubrir proyectiles y blindaje de tanques, que no tenían en ninguna otra parte de Europa en tal cantidad. Lograron que Franco accediera a pagar su deuda con el mineral y les permitiera controlar la producción -que sacaban por Vigo hasta las fábricas de armamento nazi- y a usar como trabajadores a presos políticos, atrapados en la mina bajo sus órdenes".

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios