«Hay una parte salvaje de mí que solo la noche conoce»

Imanol Arias acaba de presentar en Marbella la película 'Anacleto, agente secreto' en la que encarna al mítico personaje de tebeo. El 4 de septiembre se estrenará para el gran público en todas las salas.

-Vuelve a la gran pantalla tras más de una década de éxitos en televisión. ¿Cómo lo ha vivido?

-Ha sido muy divertido, hemos dado lo mejor con esta película, que tiene un guión muy inteligente, un director muy, muy bueno, y un gran reparto. El mundo del cine es como una burbuja, tiene la peculiaridad, con el teatro y con la televisión, de que se concentra todo mucho, es una experiencia muy intensa. Siempre recordaré este rodaje como algo que me hizo ser feliz durante mucho tiempo.

-El lunes tuvo la oportunidad de ver el largometraje por primera vez con público. ¿Cómo reaccionaron los espectadores?

-El público se reía muchísimo y se le hizo cortísimo. Había un público muy representativo, con padres, hijos, gente joven y amigos. Creo que estos eventos sirven para que uno se sitúe claramente en una realidad. La película tiene un enorme tirón con la gente, porque es muy poco ñoña y defrauda poco. La gente se encuentra lo que va a ver, no espera algo diferente.

-¿Qué le convenció para embarcarse en este proyecto?

-El personaje tenía mi edad, podía hacerlo y, según me dijo Javier Ruiz Caldera, no había plan B. Yo había visto algunas películas de él y esto me lo propuso en el estreno de 'Tres bodas de más', una comedia que me parece deliciosa y muy bien hecha.

-¿Trabajar con un director joven es diferente?

-El cine ha cambiado mucho tecnológicamente, en la capacidad de hacer posible lo imposible, pero ha cambiado también la forma de verlo y hay una generación de directores jóvenes que están dirigiendo grandes películas, algunas producciones internacionales. Las nuevas generaciones, los videoclips, la capacidad que tiene cada uno de hacer imágenes, hasta los teléfonos con cámara han cambiado la forma de hacer cine.

-¿Cómo afrontó hacer un personaje de cómic?

-No lo conocía tanto, aunque sí al autor. Vázquez era tan maldito y tan especial en la vida que hacía que sus cómics tuvieran siempre algo de la picaresca española. Él mismo era un gran pícaro que dibujaba el desierto de fondo en sus viñetas para no tener que dibujar casas e hizo.

-¿Se ha podido resistir a ponerse frente al espejo con una imagen de Anacleto para ver el parecido?

-Sí, sí, claro que lo he hecho. Además es mi forma de trabajo. Últimamente trabajo con una cámara pegada a mí que me fotografía constantemente hasta que me acerco al personaje. Anacleto es muy de espejo, porque los héroes, aunque sean de cómic, tienen un desprecio por el peligro como una especie de sacrificio. Anacleto es muy tieso además, todo lo hace con un esmoquin.

-¿Entiende el mundo de Youtube y de las redes sociales?

-No tengo Twitter, no me creo tan importante como para estar diciendo reflexiones en 140 caracteres. Tampoco tengo Facebook activo porque a mí no me servía para nada. Sin embargo, en Youtube creo que hay piezas que me parecen interesantes como espectador.

-Sin embargo, vive con naturalidad su vida privada sin ocultarse, ¿o no?

-Desde hace 40 años creo que soy un hombre duplicado, es decir que en la calle me comporto como la gente quiere que me comporte y hay un lado salvaje que solo la noche conoce, que no está en lo público.