El diseño murciano presume de talento en una gala dedicada a la moda

Un jardín donde soñar y dejar volar la imaginación, donde pasear despreocupados, apartados del ruido y sabedores de estar en un lugar mágico donde habitan la fantasía y la luz, donde el color nunca es negro ni gris y sí transita firme por rojos, amarillos, rosas y blancos. Un lugar idílico donde soñar despierto. Ese fue el escenario en el que se adentraron, en la noche del viernes en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, los asistentes a la gala de entrega de premios 'Los Mejores'. Fueron los invitados a un 'Jardín del Edén' en el que la moda fue protagonista.

Centrada y dedicada en cada una de sus ediciones a una disciplina artística distinta, desde el teatro, la danza o la música, la gala de 'Los Mejores' de este 2017 fue una apuesta por el diseño a base de tules, algodón, lana y tejidos sintéticos. En ella se pudieron ver las propuestas de cinco diseñadores murcianos, quienes a través de cuatro espectáculos/desfiles/'performances' únicos, y producidos expresamente para la ocasión bajo la coordinación de Vanessa Hernández, María Sánchez y José Manuel Jiménez, llevaron hasta el escenario su quehacer artístico.

El jardín, al que dieron movimiento 36 modelos de la agencia Monroe Models, la mayor parte de ellos -chicos y chicas- procedentes de la Región, aunque también subieron al escenario modelos de Madrid y Barcelona, despertó con las creaciones de Paula Cánovas (Murcia, 1991). Licenciada en diseño de moda por la universidad londinense Central Saint Martins, Cánovas viajó a la Región desde la capital inglesa para mostrar su proceso creativo en una colorista 'perfomance' que no solo inundó el idílico jardín, ampliamente poblado de helechos y palmeras con la colaboración de Viveros Murcia, de sus diseños, sino además de su concepto de moda, en el que no solo tiene cabida lo tradicional, también las técnicas y tejidos más rompedores.

Colgados del techo, cuatro abrigos blancos se disputaban el protagonismo con el intenso verde de la vegetación que sirvió de atrezo mientras jóvenes enfundadas en licra roja y morada buscaban acomodo en un jardín al que pronto llegarían, tras la entrega del primer premio, las propuestas de Ana Gabarrón y Jesús Madrid.

Con el sol ya en alto -la velada discurrió en torno a las principales horas de una jornada: el amanecer, el día propiamente dicho, el atardecer y la noche-, los creadores murcianos se emplearon en una batalla de estilos «futurista» en la que enfrentaron minimalismo -defendido por Gabarrón- y romanticismo barroco, punto de partida del universo imaginado por Madrid.

Bajo el título 'Lunar Soil', Gabarrón (1990), formada en la Universidad de Murcia, donde estudió Bellas Artes, y en la Complutense de Madrid, donde cursó un máster en investigación en arte y creación, hizo desfilar tanto por el escenario como entre el público invitado a la gala las prendas de su última colección, «un viaje lunar» plagado de formas geométricas, líneas rectas y tejidos estampados.

Frente a ellos, 'Venus', la colección que Jesús Madrid (1981), alumno ya titulado de la Escuela Internacional de Estilismo de la capital española, presentó junto a los diseños de Gabarrón. La suya fue una propuesta inspirada en los años 40, 50 y 60, y dirigida a una mujer que se siente, se pudo leer en el programa de la gala, «diferente al resto», «como si fuera de otro planeta»; pero también a una mujer «fatal, inaccesible, fuerte, luchadora y letal».

Con ella llegó el atardecer en un jardín cuidado por actores, encargados también de asistir a presentadores y premiados durante sus intervenciones en el escenario. El ocaso del día fue de Pedro Lobo y de un enorme sol proyectado sobre el escenario bajo el que caminaron las propuestas del creador murciano. Prendas en busca de la armonía con colores cálidos y calzadas con zapatos de cordón elaborados específicamente para acompañar sus propuestas, que se abrieron también a la moda masculina. La de Lobo, formado en la Escuela Superior de Diseño de Murcia, el IED de Madrid y el Instituto Marangoni de Milán, fue la antesala de una noche a la que darían brillo las novias vestidas por la diseñadora Paula de Vas, una vez entregados ya todos los galardones.

El tul de seda, el tul ilusión, el plumeti... confeccionaron el último espectáculo de la noche: un desfile homenaje a los tejidos con los que Del Vas (1967), de formación principalmente autodidacta y una de las creadoras más destacadas de la Región, ha trabajado a lo largo de los últimos veinte años. Encajes, bordados artesanales y estampación de flores secas engalanaron unas propuestas que desfilaron acompañadas de la música en directo del violinista René Antonio Orenes. Con ellas, la gala dio paso a un colorido cóctel también lleno de moda.