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José Antonio Ruiz, acompañado del cantaor Miguel Ortega, durante su actuación en Murcia.
La Cumbre se pone el baile por montera
CRÍTICA DE ARTE

La Cumbre se pone el baile por montera

Emotivo y gran homenaje a José Antonio Ruiz en el TCM

PATRICIO PEÑALVER

Lunes, 27 de febrero 2017, 13:23

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Con la gala de homenaje al bailaor José Antonio Ruiz y con la compañía de Carmen y Matilde Rubio, presentando el ballet 'Póker Flamenco' en la noche del sábado en el Teatro Circo Murcia (TCM), la Cumbre Flamenca cerraba su vigésimo cuarta edición poniéndose el baile por montera: mucho baile y danza de muchos quilates.

En la primera parte del programa, 'Bailando por José Antonio', intervenían los artistas invitados: Francis Núñez, con su zapateado con los sonidos de la guitarra marcándose la candencia; Carmen Coy, con su coreografía 'Zapacando', marcando su baile sin sonido, hasta fundirse con la percusión y después con la música de Wim Mertens, y con sus castañuelas arrancando aplausos; y Fernando Romero, que ofreció su coreografía 'Tonás y martinetes', que bailaba mientras se compenetraba con la voz de Miguel Ortega, que interpretaba esos primitivos cantes.

Y desde ahí se llegó a un momento cumbre de la Cumbre: el homenajeado José Antonio, que ya hacía dos años que no se subía al escenario, volvía por sus fueros y bailaba su propia coreografía, 'Ay, vidalita', llenando el escenario con su presencia y con sus zapateados, con el cante dulce de Miguel Ortega y las guitarras de Fran Tornero y Óscar Gallardo, que le marcaban el ritmo de ese cante de ida y vuelta. Y el maestro, pensando en el tango 'Volver' de Gardel, se gustaba y hasta bailaba cuando se sentaba en la silla, para culminar su pieza con esa mantilla que giraba majestuosa en sus brazos.

Un gran baile para la historia que el maestro recordará por las circunstancias en las que se producía. La circunstancia no era otra que la distinción de Patriarca flamenco que la Cumbre le otorgaba. Se proyectó un vídeo con un joven José Antonio bailando 'La alborada del gracioso', con coreografía de José Granero y música de Maurice Ravel, que terminaba con los aplausos de los espectadores que se engarzaban con los del público que aparecía tras finalizar el baile en la proyección. Con la presencia del director artístico de la Cumbre, Antonio Parra, Carmen Rubio le entregaba al bailaor el galardón, y Andrés Sánchez le imponía la insignia de la Asociación Flamenca de la UMU.

En la segunda parte del programa, la Compañía Carmen y Matilde Rubio representó el ballet 'Póker Flamenco', con dirección artística de las hermanas Rubio, coreografía de José Antonio Ruiz, composición musical del guitarrista Carlos Piñana y escenografía del pintor Ángel Haro. Con una puesta en escena muy sugerente y con muchos matices, 'Póker flamenco', en ocho movimientos, comenzaba un espectáculo en el que se habla, a través de las jugadas de las cartas, del azar, de las cosas cotidianas, los malos momentos o el papel de la suerte en la vida. Un espectáculo dinámico y colorista, que con sus dieciséis componentes nos deja unas hermosas estampas que, con su estética y sus movimientos, son un goce para los sentidos. Todos terminan el gran espectáculo bailando por alegrías.

Excelentes los músicos, que se situaron en un lateral del foso del teatro, para lucimiento de los bailaores: la primera guitarra de Carlos Piñana y las de Francisco Tornero y Óscar Gallardo; el buen cante de Curro Piñana, la percusión de Miguel Orengo, el oboe de María Isabel Marín y el chelo de Irene Carrión. Un gran espectáculo de danza y un gran homenaje a una de las figuras señeras del baile y la danza, que acabó con las ovaciones del público mientras los artistas saludaban una y otra vez.

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