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Rafaelillo, dispuesto a hacer el paseíllo en La Condomina el día de su alternativa.
Rafaelillo, veinte años como matador de toros

Rafaelillo, veinte años como matador de toros

El gran ausente de la feria se doctoró en La Condomina en 1996 con Ponce de padrino y Francisco Rivera Ordóñez como testigo

F. OJADOS

Miércoles, 21 de septiembre 2016, 11:27

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Reza la letra de un famoso tango que «veinte años no es nada», y sin embargo puede significar mucho, especialmente para la carrera de un torero. Corría el año 1995 cuando un niño de Murcia se mostraba por los ruedos de toda España sorprendiendo a propios y extraños por su especial manera de entenderse con los morlacos. Se trataba de uno de los llamados niños prodigio, y por su corta edad y su menuda estatura, recibía el apodo de Rafaelillo.

El niño había nacido en Murcia el 16 de julio de 1979, precisamente el día grande de su barrio, el de la Virgen del Carmen. Su precocidad en el manejo de capotes y muletas -en aquel entonces de pequeñas dimensiones, acorde con la anatomía de aquel chavalito revoltoso y con un desparpajo inusual- hizo que los apoderados de la gran figura del momento, Enrique Ponce, se fijaran en él y, como si de una cantera de uno de los grandes equipos de fútbol se tratase, se lo llevaron a vivir a tierras de Jaén con el objetivo de hacerlo torero a la sombra del maestro. Tenía tan solo once años y ya antes tenía completamente loco al taurinismo murciano con sus primeros pinitos en la Escuela Taurina de la capital del Segura, donde incluso tuvo que falsificar papeles para poder torear, porque los menores de 14 años no pueden participar en festejos públicos.

Destacaba su facilidad innata de manejarse con las reses bravas, hasta el punto de convertirse en una de las grandes figuras de la novillería al debutar con los del castoreño a los catorce años, la edad legal. Prueba del ambiente del muchacho es el cartel de su debut con picadores el 26 de febrero de 1995, en Nimes, compartiendo paseíllo con José Tomás y Lusito. El primero ya sabemos hasta dónde ha llegado y el otro era la gran esperanza del toreo en Francia. Tras una fantástica campaña de novillero, en la que pisó las principales ferias, se aceleró su alternativa.

Como no podía ser de otra manera, la tomó en su tierra, en Murcia, en uno de los carteles estelares de la feria de 1996. Fue la tarde del 14 de septiembre, hoy se cumplen 20 años, cuando a plaza llena Rafaelillo se doctoraba como matador de toros ante sus paisanos. Cartel de campanillas, con Enrique Ponce de padrino y Francisco Rivera Ordóñez como testigo. El toro de su alternativa llevó por nombre 'Opereto', era procedente de la ganadería de Salvador Domecq y Rafaelillo le cortó una oreja. Hoy, la cabeza de ese toro luce en el salón de la finca El Cotillo, de los Collado Ruiz -los que eran sus apoderados- . Ese día, en homenaje a su tierra, vistió un terno grana y oro.

Las corridas duras

Tras la alternativa pasó su bache como matador de toros. Un tiempo duro, de cruzar el desierto, y también el charco, para buscar oportunidades en la sierra peruana y vivir el lado más duro de una profesión inigualable. En 2003, el 27 de julio, logró confirmar su alternativa en la plaza de toros de Las Ventas con el toro 'Rabioso', de El Jaral de la Mira. Valiente como un león, consiguió dar una vuelta al ruedo. Su lucha, sus oportunidades, le llegaron con las corridas duras. Rafael Rubio nunca renunció a su concepto de torero artista, de torero de pellizco, pero supo colocarse la coraza para ir a la guerra, a librar una batalla diaria en las corridas en las que se ha abierto un hueco en las ferias. Los compañeros no ven ya a Rafaelillo, sino a don Rafael, que se ha ganado el mayor de los respetos por ser diestro capaz de poderle al toro más avieso. No en vano, este año ha cumplido sus cincuenta tardes ante toros de Miura y Madrid, con ese tipo de toros, lo ha visto triunfar. Torero de grandes plazas, reconocido en Francia, fue proclamado triunfador de la Feria de Murcia de 2013 al realizar una faena mágica al toro 'Operario' de Fuente Ymbro, que acabó indultado.

Este año, esta tarde, se cumplirán dos décadas desde que aquel Rafaelillo tomara la alternativa en La Condomina. No podrá celebrarlo con sus paisanos. Ayer, en la Federación de Peñas Huertanas, recibió el homenaje del Club Taurino de Londres. Es el gran ausente de la feria.

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