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Salen a la luz las cartas más íntimas de Frida Kahlo

Inauguran una exposición con misivas en las que la artista mexicana habla de sus obsesiones, el aborto, los celos y sus problemas económicos

COLPISA / AFP

Sábado, 1 de agosto 2015, 00:31

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El dilema de practicarse un aborto ilegal, sus irreprimibles celos por un amante y eventuales problemas de dinero son algunos episodios de su vida que la artista Frida Kahlo relata en una colección de cartas íntimas que recientemente salió a la luz en México. La casa estudio de Diego Rivera, el gran muralista y esposo de Frida, es el espacio donde la semana pasada fue inaugurada la exposición 'Ecos de tinta y papel. De la intimidad de Frida Kahlo'. La colección de 87 objetos que incluyen fotos, cartas y documentos, habla de las obsesiones de la pintora.

«Tanto Frida como Diego Rivera eran personas» tan humanas como cualquiera «con problemas de pareja, financieros y de salud, como todo lo que conforma como ser humano» y eso es lo que trata de mostrar la exposición, dijo Cristina Kahlo, comisaria de la muestra y sobrina de la artista. «Una dosis de 'quimina' y una purga de aceite ricino muy fuerte», son las sustancias que Kahlo ingirió para provocarse un aborto sin conseguirlo, cuando vivía en la ciudad estadounidense de Detroit, cuenta en una carta dirigida a su médico y amigo Leo Eloesser. Los sentimientos encontrados de Kahlo por un embarazo de dos meses se reflejan en largas líneas de esa carta.

«Yo no estoy fuerte y el embarazo me debilitará más», le dice a su médico, al que confiesa que no cree que «Diego esté muy interesado en tenerlo porque lo que más le preocupa es su trabajo». En una carta escrita a mano, Frida pide a su amigo Leo, residente en Nueva York, que le escriba al médico que la atiende en Detroit para explicarle sus males de salud. «Como es en contra de la ley hacer abortar quizá él (médico) tiene temor o algo y más tarde ya sería imposible hacer la operación», señala Frida, quien en una carta posterior narra que finalmente perdió al bebé «en un abrir y cerrar de ojos» por un aborto espontaneo porque el feto no se formó. «Tenía yo tanta ilusión de tener a un Dieguito que lloré mucho», lamenta en esa segunda misiva.

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