«Hemos dado un paso más»

Es un paso más en su empeño por abrazar el repertorio clásico. Hasta ahora, cuenta el bailarín y coreógrafo cartagenero José Carlos Martínez (1969), director artístico de la Compañía Nacional de Danza (CND), «hemos ido haciendo producciones más pequeñitas, pero con este montaje hemos dado un paso más, hemos pasado a una pieza donde baila casi toda la compañía». Habla de 'Don Quijote Suite', la obra que la CND estrena mañana -20.00 horas- en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia arropada por la Orquesta Sifónica de la Región -con el alicantino Gonzalo Berná a la batuta- y la colaboración de nueve alumnos de los últimos cursos del Conservatorio Profesional de Danza de Murcia, seleccionados el pasado fin de semana por el propio Martínez en una audición especial. Es el avance de una producción mayor que -y ésa es la intención de Martínez- el próximo mes de diciembre se subirá a las tablas del Teatro de la Zarzuela de Madrid, ya con todo el elenco.

«Esta suite -explica el coreógrafo- es una mezcla del primer y tercer acto del ballet, son extractos. La idea es seguir trabajando para mostrar la pieza entera». Su estreno en Murcia, describe Martínez, es como «un aperitivo» de lo que en unos meses se pondrá en escena, y el hecho de contar con la Sinfónica de la Región y los alumnos del conservatorio, «una prueba para que nuestros bailarines puedan seguir creciendo».

La colaboración de los estudiantes responde a un nuevo programa pedagógico impulsado por la compañía y la Fundación Loewe para que, precisa el bailarín, «la danza llegue a las aulas», y para, también, «abrir las puertas de la compañía, crear el público de mañana y ayudar a los estudiantes a que se formen mejor»: «Hemos hecho días de puertas abiertas, la gente ha venido a ver ensayos, hemos dado clases... pero integrar estudiantes en uno de nuestros espectáculos es la primera vez», asegura Martínez. Para el que fuera bailarín estrella del Ballet de la Ópera de París, esta iniciativa «es un poco arriesgada porque se tiene que hacer en pocos días de ensayo», pero a la vez es «una muy buena oportunidad para ellos, para que vean cómo es el trabajo en una compañía, que tengan esa experiencia y vayan viendo cuál es la carrera de un bailarín profesional». Y añade: «El Conservatorio de Murcia tiene buena reputación. En las últimas audiciones de la compañía vino gente que había estado aquí y llegaron casi al final». También recuerda a María Muñoz, bailarina murciana que desde hace un año figura entre el elenco de la CND. Ella también se subirá mañana al escenario del Auditorio junto a los 25 bailarines que, además de los nueve alumnos murcianos, llevan a escena esta suite.

'Don Quijote' es, recuerda Martínez, «uno de los grandes títulos clásicos junto con 'Giselle' y 'El lago de los cisnes'», y también, «uno de mis ballets preferidos»: «Une mis raíces españolas a mi cultura francesa», resume. El montaje, firmado por Marius Petipa en 1869, no es nuevo para el creador cartagenero, quien ya montó esta pieza durante su etapa en París y, además, tuvo ocasión de interpretarla siguiendo la versión creada por Rudolf Nureyev. La pieza que presenta Martínez es una adaptación del libreto original y la realizada por Alexander Gorski en 1900, pero con un toque «más español»: «Hay más folclore y un ambiente más festivo». También hay, reconoce, «más pasión».

Baila el pueblo

«En 'Don Quijote', la acción principal se centra en Kitri y Basilio y narra una historia de pasión entre dos personas. Es una historia que está en el 'Don Quijote' de Cervantes, pero que podría pasar hoy. El público se puede identificar con los personajes que están en escena, y eso me gusta mucho. En 'Don Quijote' quien baila es la gente del pueblo. Es el primer ballet clásico cuyos protagonistas no son seres etéreos. Yo les digo a los bailarines, que al principio lo hacen muy puestos y muy clásicos, que imaginen que están en la Feria de Sevilla y que entran en una caseta. Les digo: 'Tenéis que ser vosotros mismos, no quiero ver a los bailarines, sino la personalidad de cada uno de vosotros'».

Con esta pieza, con la que la compañía conmemora, además, el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de la novela cervantina, en la que se basa el ballet, Martínez está haciendo «una función pedagógica, incluso con los bailarines de la compañía. Cada uno viene de horizontes diferentes, y hay que hacer que bailen al unísono, que muevan los brazos del mismo modo; más que un trabajo de coreógrafo, hay una labor de docente», defiende.

El programa de mañana se completará con las piezas 'Tres preludios', de Ben Stevenson, e 'In the middle somewhat elevated', de William Forsythe. Dos montajes, que apunta Martínez, «hablan de la evolución de la compañía» en los cerca de tres años y medio que él lleva al frente de la CND, configurando un amplio repertorio en constante renovación que hace que el elenco vaya pasando de «un ensayo a otro». «Creo que es así como hay que gestionar una compañía, porque hay que darle de comer al bailarín. La carrera de un bailarín es muy corta, y cada coreografía le va nutriendo; en la siguiente baila mejor, ya sea clásica o contemporánea, y al final todo fluye».

'Don Quijote' es una de las dos grandes producciones que la CND presentará este año. En abril, la compañía estrenará en el Teatro de la Zarzuela de Madrid 'Carmen', una visión contemporánea del clásico de Bizet que contará con la coreografía del sueco Johan Inger. Será «el contrapunto al Quijote que presentaremos en diciembre», concluye Martínez.