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Ginés Torrano, rodeado de familiares y amigos, junto al concejal de Cultura, Rafa Gómez (3i), en el homenaje que recibió el pasado noviembre en el Romea.
Se apaga la voz de un gran cantor

Se apaga la voz de un gran cantor

Fallece el tenor murciano Ginés Torrano a los 86 años tras una vida de éxitos dedicada a la música. El artista recibió el pasado noviembre, en el Teatro Romea de Murcia, el último homenaje de su público

J. YELO / R. M.

Miércoles, 28 de enero 2015, 01:37

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Fue uno de los grandes tenores de la lírica internacional del pasado siglo y uno de los artistas murcianos más internacionales. La voz de Ginés Torrano (Murcia, 1929) se apagó ayer a los 86 años de edad, después de una vida de éxitos dedicada a la música, por la que empezó a interesarse con apenas nueve años. Delicado de salud, hacía tiempo que apenas salía de su casa, ubicada en el murciano barrio de Santa María de Gracia, y la última vez que se le vio en público fue el pasado mes de noviembre, en el homenaje que el Rotary Club de Murcia Norte le rindió con motivo del 65 aniversario de su debut en el Teatro Romea. Fue en el coliseo murciano donde, arropado por familiares, amigos y el cariño del público murciano, Torrano se despidió, sin saberlo, de su querida Murcia, donde actuó en numerosas ocasiones. El entierro tendrá lugar esta tarde, a las 18.00 horas, en la parroquia de Santa María de Gracia, hasta donde llegarán los restos del tenor tras su velatorio en el Tanatorio de Jesús de Murcia.

Ginés Torrano fue un niño inquieto. De familia humilde, empezó a sentirse atraído por la música cuando trabajaba como ebanista mecánico, aunque él reconocería años más tarde que había cantado durante «toda su vida». Primero como una bonita afición y luego con mayor interés. Torrano dio el primer paso de su carrera en 1948 cuando entró a formar parte del Orfeón Fernández Caballero. Un año después, con apenas 20 años, debutaría en el Teatro Romea de la mano de Manuel Massotti Littel, su maestro, e interpretando 'Cavallería rusticana'. Massoti diría de él que tenía «una voz preciosa, divina». Fueron los inicios de una gran trayectoria.

Torrano se formó en el Real Conservatorio de Madrid, obteniendo el primer premio de Fin de Carrera. Becado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, en 1955 se traslada a Roma, donde prosigue su formación. Allí empieza a relacionarse con importantes músicos y maestros, entre los que destaca el reconocido tenor italiano Giacomo Lauri-Volpi, de quien Ginés Torrano fue alumno predilecto. Durante su estancia en el país italiano se le abrirían las puertas de importantes plazas como el Teatro de la Ópera de Roma, donde debutó con 'Lucía de Lammermoor', obra de Donizetti. También actuaría Nápoles y Florencia, así como en numerosos coliseos, donde cosecharía grandes éxitos.

Fueron años de aplausos y de ovaciones en los que interpretó en su mayoría piezas operísticas, pero también cantó zarzuela. En España actúo en el Teatro Arriaga de Bilbao, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y el Gran Liceo de Barcelona, entre otros muchos escenarios. Fue, precisamente, en este último donde su, hasta entonces imparable carrera, empezó a detenerse. Él lo recordaba como «un tropezón que provocó mi caída». Torrano cayó en una depresión de la que tardaría dos años en recuperarse. Dos intensos años que dañarían su proyección artística. No obstante, volvió a cantar y a subirse a los escenarios para interpretar óperas y zarzuelas.

Enseñanza

A partir de 1974 se dedicó a la enseñanza. Ginés Torrano fue catedrático de Canto y Artes Escénicas en los conservatorios de Murcia y Málaga. Por su casa, pasaron, además, innumerables jóvenes que quisieran aprender de uno de los mejores tenores de España. En 1998 fue nombrado profesor de honor de la Universidad de Murcia.

Entre los innumerables reconocimientos que recibió destacan la Cruz de la Orden Civil Alfonso X el Sabio, que le otorgó el Rey Don Juan Carlos en 1978; el Laurel Especial de la Artes, que le entregó la Asociación de la prensa de Murcia en 1997; y el premio de oro por sus méritos artísticos, que le dio en 2002 la peña El Tablacho. Recientemente el Ayuntamiento de Murcia le concedió el título de Hijo Predilecto. En Murcia, Torrano posee también, desde 2002, una calle.

Con él se va una voz prodigiosa, divina, que diría Massotti, pero también una cantor y un tenor muy querido en Murcia al que aplaudieron, en todo el mundo público y crítica, y que se codeó con los músicos más importantes de la época. Padre de una hija y abuelo de dos nietos, Torrano será recordado también por su cercanía y su cariño, que demostró en cada una de sus actuaciones.

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