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CRÍTICA DE DANZA

¡Qué cosa más bonica!

MARGARITA MUÑOZ ZIELINSKI

Lunes, 5 de enero 2015, 11:06

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La trayectoria de la Compañía Murciana de Danza desde sus comienzos en 1996 ha ido marcando un estilo de trabajo muy personal. El mundo del flamenco, de la danza española, puede ser tan amplio como arduo y no es nada fácil mantener una compañía, formar bailarines, crear espectáculos exitosos y por si esto fuera poco, afrontar ideas innovadoras dirigidas a un público familiar con la responsabilidad que esto conlleva. Y en este terreno, en el que no es nada sencillo ser bueno y original, es en el que a Miguel Ángel Serrano se le ocurrió hace un par de años que con el cuento de La Cenicienta se podía hacer algo diferente, divertido, atractivo y singular. Ignoro el proceso de creación, junto a Olivia Bella, que se adivina variopinto y atrevido, pero el resultado es la cosa más bonica que hemos visto desde hace tiempo. Unas hadas, Erika Ferrer, Belén Mondejar, Alba Nicolás y Trini Baeza a lo morisco, que tanto bailan como desplazan la escenografía de Zigurat con gracia dominando su papel en todas las escenas, un príncipe muy creído de sí mismo, increíble interpretación del mismo Miguel Ángel Serrano, gracioso y atreviéndose con la pantomima, guiño al gesto de cine mudo, una Cenicienta moderna, Ana Sarabia, arsa y toma, que te baila a Manolo Escobar y lo que quieras mientras barre escuchando la radio, y la malvada madrastra, genial interpretación teatral de Lola Fernández, que con las hermanastras Irene Cordova y María Hernández, además de bailar correctamente superan notablemente el lado más complicado de la coreografía que es hacer bien lo que tiene que parecer mal. El baile flamenco, bulerías, tanguillos, sevillanas, con piezas de Albéniz, Chapí o Turina, intercaladas exactamente en relación con el guión de la historia bajo el imprescindible apoyo de la dirección teatral de Ana María Vivancos indicando entre otros detalles el de la gestualidad, y la voz, cuyo dominio no es habitual en los bailarines, así como el toque de humor exacto. Este montaje de danza- teatro es fruto de años de experiencia, formación y estudio, y por su frescura y originalidad recuerda al perfil de los candidatos a algunos premios como los Max, por ejemplo. Además hay tantos detalles que mejor lo comprueben si tienen ocasión de poder ver esta Cenicienta. Una perla flamenca.

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