Juan Goytisolo, «crítico y heterodoxo» Cervantes

Juan Goytisolo entra, al fin, en el selecto 'club Cervantes', premio al que era candidato recurrente. Solitaria, incómoda y 'rara avis' literaria, instalado por voluntad propia en la «nacionalidad cervantina», el preciado galardón reconoce ahora la valía y la singularidad de la «implacable» voz «crítica y heterodoxa» del «anómalo» narrador y ensayista barcelonés. Paradigma de la incorrección política, conciencia crítica contra los peores vicios del poder y la sumisión ideológica, recibe con 83 años el más alto galardón institucional, que premia una obra exigente, rara, arriesgada y radicalmente independiente.

En la estirpe del Cervantes que «fecundó toda la novela europea», según el propio Goytisolo, en su «anómala» obra brillan títulos legendarios como 'Campos de Níjar', 'Señas de identidad', 'Juan sin tierra', 'Reivindicación del Conde don Julián' o 'Coto Vedado'. Todas ellas hacen de él un autor «esencial», según José Manuel Caballero Bonald, otro rebelde cervantino orgulloso de «un premio «bien dado en todos los sentidos».

Aseguró Goytisolo en 2001 que no aceptaría galardones como el Cervantes o el Príncipe de Asturias. Pero no rechazó el Nacional de las Letras en 2008, ni rechaza ahora el Cervantes. El ministro José Ignacio Wert, que le comunicó el fallo, aseguró que el escritor se mostró «muy agradecido». Precisó que no se encontraba «en buenas condiciones físicas» debido a un resfriado. Pero a nadie respondió al teléfono, ni a su hermano Luis, para ofrecer precisiones o matizaciones. Fuentes de Cultura confirmaban, con todo, que «Goytisolo sí acepta el premio».

Un año más se cumplió la ley no escrita que alterna entre las dos orillas de nuestro idioma un galardón que quedó, como tocaba, a este lado del Atlántico. Un poco más al sur, ya que viajó a Marrakech, la ciudad marroquí a la que llegó Goytisolo en 1976 para estudiar árabe dialectal y en la que pasa la mitad del año.

Goytisolo es el escritor número cuarenta distinguido con el 'Nobel' de las Letras hispanas, dotado con 125.000 euros y creado en 1975. El gran y extrañado «heterodoxo» de las letras españolas se hacía con el galardón «por mayoría» y tras siete votaciones. «Anómalo como todo creador», según él mismo, se premiaba «su capacidad indagatoria en el lenguaje» y sus «propuestas estilísticas complejas». También «su voluntad de integrar a las dos orillas, la tradición heterodoxa española» y «su apuesta permanente por el diálogo intercultural». Él niega ser un heterodoxo y dice que su afán es «ampliar la base del canon literario e incorporar a la tradición lo que dejó de lado el nacionalcatolicismo».

«Es un premio bien dado en todos los sentidos», resumía Caballero Bonald, presidente del jurado y Cervantes en 2012. Situó al «ineludible» Goytisolo «en la cumbre» literaria española y elogió su evolución «del realismo social a la indagación del lenguaje». Lo definió como «un intelectual realmente cabal» y destacó su iconoclastia y su preocupación «por el diálogo con ldiferentes culturas Mediterráneas».

«Une a las dos orillas, la de América Latina con la europea, a México con España, y al mundo árabe con España y con el mundo hispano», dijo Elena Ponaitowska, ganadora del Cervantes en 2013, para quien Goytisolo es alguien en el que se puede confiar. «A veces es tan auténtico como la duquesa de Alba», ironizó la escritora mexicana.

Su candidatura se impuso a las de su hermano Luis y a las de Francisco Nieva, Eduardo Mendoza, Luis Mateo Díez, Antonio Muñoz Molina, Francisco Brines, Félix de Azúa, Luis Landero y la poeta María Victoria Atencia, entre otras.

Nacido en Barcelona el 5 de enero de 1931, Juan Goytisolo Gay es uno de los autores hispanos más relevantes, reconocidos, comprometidos e independientes del último medio siglo. Jamás se ha apeado de una posición intelectual tan crítica como exigente. Gran conocedor y estudioso del mundo árabe, con sus artículos, ensayos y series de televisión ha dado a conocer la realidad del mundo islámico en Europa.

Miembro una familia vasco-cubana, hermano de escritores -el narrador y académico Luis y el poeta José Agustín, fallecido en 1999-, estudió Derecho en Barcelona. Su variada y poderosa obra narrativa y ensayística arranca en 1954 con 'Juegos de manos', finalista del premio Nadal y que sería prohibida por la censura franquista.

Instalado en París en 1956 para huir de la grisura y la opresión del franquismo, en la capital francesa trabajó como asesor literario de la editorial Gallimard. Se casaría con la novelista y guionista Monique Lange en 1978, alma gemela y puente para introducir en Francia a la generación rebelde y censurada de los resistentes ibéricos. Saltó luego a Estados Unidos, con etapas docentes en Boston y Nueva York. No volvería a residir en España.

Comunista fugaz y contestatario, autor de medio centenar de títulos, defensor de los derechos de las mujeres, los emigrantes, los homosexuales y de todas las minorías, azote del racismo y los abusos del poder, reclama «una transición cultural» pendiente en España que debió haber acompañado a la transición política, «que se hizo todo lo bien que se pudo». Látigo del totalitarismo, denunció el horror bélico y la limpieza étnica en enclaves como Sarajevo, Chechenia, Argelia o Capadocia.

La saga de los Marx.

Estambul otomano.

Aproximaciones a Gaudí en Capadocia.

Cuaderno de Sarajevo.

2001: