El Ejército, sin 'fisios'

Los fisioterapeutas españoles han sido las víctimas involuntarias de uno de los juegos políticos del Congreso de los Diputados. El baile de mayorías y de intereses ha provocado que las posturas que defendían hace un tiempo se hayan convertido en unas ideas inviables en estos momentos. De esta manera, estos profesionales se han quedado sin cumplir con una de sus reclamaciones históricas: entrar en el Cuerpo General de Sanidad de las Fuerzas Armadas como una especialidad médica más. Una petición que se ha ido labrando desde hace más de siete años, cuando el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE) comenzó los contactos con las diferentes fuerzas políticas y el Ejército para recabar su opinión al respecto. «La respuesta, sobre todo de los militares, ha sido siempre positiva porque lo ven como una necesidad», recalcó Miguel Villafaina, presidente de este organismo, que representa a más de 40.000 profesionales.

En 2009, el Partido Popular, entonces en la oposición, defendió en la Comisión de Sanidad la necesidad de incorporar a estos profesionales a los tres Ejércitos. Entonces, el PSOE lo rechazó y no salió adelante; ahora, el PP ha sido el que ha rechazado una proposición no de ley presentada por la socialista Pilar Grande en la última Comisión. El argumento usado por el partido en el Gobierno hace un lustro y el actual es el mismo. «No es uno de los cuerpos establecidos por la OTAN para apoyar un despliegue militar en territorio extranjero», arguyó la popular Ana Belén Vázquez, que se quedó sola en la defensa de esta postura. Toda la oposición dio su plácet a la iniciativa socialista. Incluso el portavoz de Izquierda Plural, Gaspar Llamazares, incidió en la importancia de la fisioterapia en la Atención Primaria.

Sin embargo, Villafaina consideró que los populares, ahora, y los socialistas, anteriormente, solo se quedaron con la «idea» de acudir como servicios médicos a las misiones en el extranjero, cuando el plan de los fisioterapeutas españoles es mucho más amplio. «Queremos estar en todos los cuarteles donde nos requieran y acudir a las maniobras. Creemos que podemos hacer un papel importante para solventar dolencias que surjan en esos ejercicios allí mismo. Unas dolencias que, en la actualidad, se están tratando con el traslado inmediato del soldado herido», explicó.

Lesiones habituales

Entre estas lesiones habituales -tirones, problemas de espalda, dolores en los hombros- está el transporte de un equipo que pesa entre 20 y 25 kilos, más el armamento reglamentario, o malas posturas al estar muchas horas en un vehículo militar. «Nuestra presencia dentro del cuerpo sanitario del Ejército facilitaría y aceleraría la recuperación de los soldados y el personal civil de Defensa que realice misiones y maniobras, con lo que se prevendrían lesiones, acortarían bajas y se evitarían repatriaciones», resumió Villafaina. Actualmente, la fisioterapia se presta dentro de los cinco hospitales militares -Zaragoza, Madrid, San Fernando (Cádiz), Ceuta y Melilla-, así como en las clínicas castrenses y a través de los distintos convenios particulares con los que cuentan los profesionales militares a través del Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas).

Para completar este cuadro, el CGCFE considera que con 40 fisioterapeutas, civiles o militares, se podrían cubrir todas las necesidades que tienen las Fuerzas Armadas, sobre todo «en materia de prevención y de atención primaria».